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Selección Colombia de Fútbol: cincuenta años del subcampeonato de la Copa América
Se cumple medio siglo de una de las finales más importantes en la historia del balompié nacional.

Por: Enrique Londoño Zapata
Sin sede fija y después de ocho años, la Copa América de 1975 dejó memorias repartidas en los estadios del continente y en los registros de Colombia un subcampeonato referente de su historia deportiva.
Con el sinsabor de la eliminatoria al mundial de 1974 en Alemania, cuando la selección salió invicta pero perdió el cupo por diferencia de goles ante Uruguay, la Federación Colombiana de Fútbol encargó como director técnico al ex arquero barranquillero, Efraín “Caimán” Sánchez, quien optó por la base del equipo que tuvo Toza Veselinovic e incluyó a los jugadores nacionalizados Hugo Horacio Lóndero, y Nelson Silva Pacheco.
El primero argentino y el segundo uruguayo, ambos en busca del gol que fue el factor ausente que privó a Colombia del mundial de Alemania.
El debut fue en el estadio El Campín el día festivo 20 de julio frente a Paraguay. El equipo guaraní estuvo orientado por el ex goleador en tierras de Colombia, Ramón Rodriguez, y entre los jugadores figuró otro conocido de la afición nacional, Apolinar Paniagua, quien vistió los colores del Deportivo Pereira y Millonarios.
La escuadra nacional tuvo ese día al arquero del Calí, Pedro Antonio Zape en el arco. Arturo Segovia de Millonarios y Jesús “Toto” Rubio del Junior de Barranquilla como laterales; y los centrales José “Boricua” Zárate del Junior y Miguel Escobar del Calí.
En el medio Ponciano Castro de Medellín y Jairo Arboleda y Osvaldo Calero del Calí. Adelante, Nelson Silva Pacheco de Junior, Victor Campaz del Nacional y Willington Ortiz de Millonarios.
También jugaron Eduardo Retat de Nacional y Ernesto Diaz del Standard de Lieja de Bélgica. Ese día le salieron los cambios al “Caimán” Sánchez porque el juego terminó 1-0, con anotación de Ernesto Diaz a siete minutos del cierre.
Una semana después, en el estadio Atahualpa de Quito, con los mismos jugadores del primer encuentro, la selección derrotó a Ecuador 3-1. El juego empezó con un gol de Willington Ortiz al minuto 15, luego de un derechazo que no pudo atajar el arquero Carlos Delgado.
Antes de terminar la primera parte empató Ecuador a través de Polo Carrera, ante una mala salida del central José “Boricua” Zárate.
En el segundo tiempo, la selección logró desequilibrar el marcador con anotaciones de Eduardo Retat y Ponciano Castro.
Diez días después, el 30 de julio, comenzaron los partidos de vuelta y la selección Colombia alcanzó la clasificación a la segunda fase con su victoria por la mínima diferencia en el estadio Defensores del Chaco de Asunción ante Paraguay, con gol solitario de Ernesto Diaz al cierre de la primera etapa.
La exitosa fase de grupos para el combinado nacional tuvo lugar el festivo 7 de agosto, cuando se impuso a Ecuador, orientado por el ex arquero mundialista uruguayo y campeón en el Maracanazo de 1950, Roque Gastón Maspolí.
Las anotaciones de la escuadra nacional en El Campín fueron obra de Ernesto Diaz y Osvaldo Calero. Ese día jugó los 15 minutos finales uno de los históricos defensores de la selección nacional, el vallecaucano Henry “La mosca” Caicedo.
La segunda ronda fue contra Uruguay, dirigido por Juan Alberto Schiaffino, con un equipo renovado tras el fallido mundial de Alemania en 1974 y el protagonismo del delantero de Peñarol, Fernando Morena.
Sin embargo, ese día 21 de septiembre, el equipo del “Caimán” Sánchez tuvo un segundo tiempo inspirado, y con goles de Edgar Angulo, Willington Ortiz y Ernesto Diaz, arrolló a los uruguayos que se quedaron con 10 hombres desde el minuto 15 ante una agresión del defensa charrúa Alfredo de Los Santos a Willington Ortiz.
Esa tarde magnífica en El Campín, además del delantero del Junior, Edgar Angulo, también portaron la camiseta tricolor Hugo Horacio Lóndero, el lateral izquierdo de Santa Fe, Oscar Bolaño; y el volante del Calí, Diego Edison Umaña.
La revancha se desarrolló en el estadio Centenario de Uruguay, con el recuerdo vivo de lo sucedido durante la eliminatoria mundialista, cuando Colombia venció a los charrúas en su casa, con gol de Willington Ortiz.
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Una batalla campal desde el primer pitazo del árbitro chileno Rafael Hormazábal. La avalancha uruguaya dio frutos en el minuto 16, cuando se fue arriba con gol de Fernando Morena.
Sin embargo ese 1 de octubre la orden desde el banco fue aguantar y contra los palos se sostuvo la pizarra hasta el cierre del primer tiempo. En la segunda etapa ingresaron Henry “La mosca” Caicedo y Luis Eduardo “Camello” Soto a continuar la tarea de sostener el muro.
En el minuto 77, el juez pitó un penal para Uruguay a pesar de dos jugadores en fuera de lugar, pero Fernando Morena envió el balón a las nubes.
A diez minutos del cierre, “Camello” Soto derribó al uruguayo Carlos Peruena en el área y el juez Hormazábal volvió a señalar el cobro desde los doce pasos. Volvió a ejecutar Fernando Morena y esta vez Pedro Zape le atajó el disparo.
De ahí en adelante el destino de Colombia fue rechazar los balones a cualquier parte porque “Camello” Soto y el arquero Pedro Zape terminaron lesionados y ya no había cómo cambiarlos. El juego terminó 1-0 en favor de Uruguay, pero el tiquete a la final de la Copa América de 1975 fue para Colombia.
El rival destinado, Perú, orientado por el estratega Marcos Calderón, con una generación estelar de futbolistas integrada por Héctor Chumpitaz, Osvaldo Ramirez, Teófilo Cubillas, Hugo Sotily Juan Carlos Oblitas, entre otros.
Esos días de 1975 aliviaron la cruda agenda noticiosa nacional marcada por los escándalos. No la pasaba bien el gobierno de Alfonso López Michelsen ante los señalamientos de la oposición al manejo de los recursos públicos.
El secuestro se había convertido en una industria de rentables dimensiones y el 8 de septiembre fue asesinado en Bogotá el general del ejército, Ramón Arturo Rincón Quiñonez, así que el equilibrio emocional y social corrió por cuenta de la expectativa de la final de la Copa América ante Perú.
Entre los coletazos de la pelea en el Congreso por el trazado a la vía del Llano y los comentarios ante una nueva crisis ministerial, llegó el día de la primera final, disputada el 16 de octubre de 1975 en el estadio El Campín de Bogotá.
Ese día Colombia saltó a la cancha con Pedro Zape, Arturo Segovia, José Zarate, Miguel Escobar, Oscar Bolaños, Osvaldo Calero, Eduardo Retat, Diego Umaña, Carlos Emilio Rendón, Hugo Horacio Londero y Ponciano Castro. Entraron en desarrollo del juego Ernesto Diaz y el central Euclides “Tizón” González.
El único gol del encuentro fue de tiro libre de Ponciano Castro, en el minuto 38, con una alborozada celebración nacional pues el partido fue transmitido por la televisión nacional.
A pesar de las dificultades del orden público, ese día se aplazaron las medidas y la celebración prolongó sus horas. únicamente faltaba un obstáculo para coronar la faena de la Copa América.
El 22 de octubre, en el estadio nacional de Lima, el equipo de Marcos Calderón se impuso 2-0, con anotaciones de Juan Carlos Oblitas y Osvaldo Ramírez.
La superioridad peruana fue notoria y de conformidad con el reglamento, esa derrota obligó a la realización de un tercer partido en una cancha neutral, que resultó ser el estadio Olímpico de la Universidad Central de Caracas.
El reglamento ordenaba un tercer juego dos días después, pero la Confederación Suramericana de Fútbol lo programó hasta el 28 de octubre, seis días más tarde.
El aplazamiento fue promovido por el presidente de la Conmebol, el peruano Teófilo Salinas, y permitió que el delantero Hugo Sotil, quien brillaba en el Barcelona de España, alcanzara a llegar para el juego definitivo.
La final de la Copa América de 1975 se jugó el 28 de octubre, y aunque el evento acaparó la atención deportiva de Colombia y el continente, a esas mismas horas la noticia del mundo fue el grave estado de salud del dictador Francisco Franco en España que obligó a asumir interinamente la jefatura del estado al heredero de la corona, Juan Carlos de Borbón.
La final de la Copa América en Caracas se desequilibró muy rápido en favor de Perú a través de un gol de Hugo Sotil en un rebote concedido por la saga colombiana.
A pesar de los esfuerzos de los arietes de la selección, y de un penalti atajado por Pedro Zape al estelar Teófilo Cubillas, no hubo manera de empatar y Perú se quedó con la gloria. Colombia estuvo cerca, pero tuvo que seguir aplazando el sueño americano.
Hace cincuenta años la selección tuvo a la afición deportiva pendiente de un milagro que no se dio. Sin embargo, ese equipo mostró el brillo de una generación de futbolistas.
Tres años después, Calíllegó a la final de la Copa Libertadores de América y aunque perdió ante Boca Juniors de Argentina, ratificó que el subcampeonato en la Copa América de 1975 no fue un azar del fútbol.
Empezando por el técnico “Caimán” Sánchez, varios de los protagonistas de ese equipo histórico ya no viven, pero desde 1975 en las perlas del fútbol colombiano son eternos. José Zarate, Miguel Escobar, Henry Caicedo, Osvaldo Calero y Ernesto Diaz ya no están, pero sus vivencias se volvieron memorias.
Honra también para los que continúan en el combate de la vida. Pedro Zape, Arturo Segovia, Jairo Arboleda, Willington Ortiz, Víctor Campaz, Ponciano Castro, Eduardo Retat, Diego Umaña, Nélson Silva Pacheco y Jesús “Toto” Rubio.
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