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Petro y alcaldesa se reunirán, pero exgerente de Metro de Bogotá y exalcalde Peñalosa anticipan debacle por cambios en la obra
Andrés Escobar anterior funcionario de gobierno de Claudia López se anticipa y advierte los líos por nueva propuesta. Costaría al menos $5.5 billones más de los $22.3 presupuestados. Exalcalde Peñalosa también arremete.
Andrés Escobar Uribe, es uno de los más reconocidos profesionales a la hora de planear y ejecutar megaobras. Es ingeniero, economista y, entre otros cargos se desempeñó como secretario de Planeación del Distrito, gerente de Metrovivienda y más recientemente como gerente del Metro de Bogotá, en donde fue designado por la alcaldesa Claudia López.
Durante su gestión se logró lo impensado. Tras más de medio siglo de promesas, estudios, proyectos y consultorías, por fin logró dejar en marcha el proyecto de la Primera Línea del Metro de Bogotá, PLMB, adjudicado al consorcio chino APCA Transmetro.
La obra tendrá 24 kilómetros y 16 estaciones, tiene un costo de 22.3 billones de pesos y se tiene previsto que entre en operaciones en 2028.
Pero el 9 de diciembre de 2020, sorpresivamente, su jefa, la alcaldesa Claudia López, anunció que no estaría en el cargo: “Andrés me ha acompañado este año, eso fue lo que yo le pedí, que hiciéramos una transición tranquila de la empresa, que termináramos de cerrar el primer contrato. Andrés va a presentar su renuncia y vamos a hacer un cambio allí”, dijo López para ese momento.
En su renuncia el funcionario explicó que ya se había cerrado un ciclo, “con lo cual se han dado las condiciones para que se produzca un relevo en la dirección de la empresa”. Y presentó como logros de su administración, la firma del acta de inicio de las obras de la primera línea y el estudio de prefactibilidad para la línea 2, que llevará el Metro hasta las localidades de Engativá y Suba.
Textualmente aseguró además que: "es la oportunidad para agradecer a quienes hicieron posible estos logros: al expresidente Santos y su equipo de gobierno, que aseguró la financiación del 70%; al exalcalde Enrique Peñalosa, quien inspiró, lideró y permitió asegurar la primera línea con su contratación; al presidente Iván Duque, quien apoyó la continuidad y respaldó los procesos internacionales; también a Luis Alberto Moreno, quien, como presidente del BID, lideró la cofinanciación de largo plazo y vigiló las licitaciones internacionales".
Todo marchaba bien y los bogotanos confiaban en que su sueño de tener un metro se haría realidad tras décadas y no muy lejos de cumplirse un siglo de promesas incumplidas.
Entonces con la elección presidencial de Gustavo Petro las cosas empezaron a cambiar. Para el gobierno nacional que pone un aporte significativo a la obra, cerca del 70%, debe replantearse, mientras que para otros sectores tendría que mantenerse cómo está en ejecución.
En esencia, el presidente planteó llevar el tramo del metro por la Avenida Caracas de manera subterránea, y no elevada como está presupuestado y contratado con el consorcio chino.
De hecho, según el actual gerente del Metro, Leonidas Narváez, hacer el cambio solicitado por Petro, implica un aumento en los costos de $5.5 billones. El funcionario indicó que hay unos cambios que legalmente, de acuerdo con el desarrollo del contrato, tienen un impacto muy grande en el desarrollo de la primera línea del Metro de Bogotá.
A la petición del alcalde se sumó, la Comisión Accidental del Congreso que hizo un llamado de emergencia a fin de concretar el seguimiento a las obras, esto por petición expresa que también les hizo a sus miembros el presidente Gustavo Petro. Incluso con el anuncio adicional de contratar una firma de expertos para revisar el tema.
Paradójicamente, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, indicó en noviembre pasado que se debía revisar los recursos de la construcción de la segunda línea del metro ante la difícil situación económica que atraviesa el país.
En contraste, el exalcalde e Bogotá, Enrique Peñalosa también se pronunció en las últimas horas frente a la posibilidad de cambios. “Los colombianos juzgarán si les parece correcto pagar más de $15 billones y demorar varios años el proyecto por el capricho frívolo de Petro de soterrar parte de la línea de Metro en construcción. Recordemos que el 33% del Metro de Nueva York y el 55% del de Londres son elevados”, aseveró el exmandatario en su cuenta de Twitter.
Y ripostó Peñalosa asegurando que si los ciudadanos de las regiones más pobres de Colombia entendieran la enormidad de la cifra que costaría soterrar la obra, marcharían para oponerse y lograr que esos recursos se inviertan en sus departamentos.
Al respecto, la postura de la alcaldesa Claudia López frente a la obra no ha sido contundente, aseguran algunos expertos, un hecho que parece evidenciarse con la reunión que sostendrá este miércoles con Petro.
"Por agenda del señor Presidente nos acaban de cancelar la reunión prevista para hoy sobre el metro de Bogotá. Quedó reprogramada para este miércoles al final de la tarde", indicó López en su cuenta de Twitter.
Adicionalmente, en respuesta a los cuestionamientos del periodista Felix de Bedout, por el tiempo del metro, la mandatario respondió que en la construcción de la primera línea del metro de Bogotá están trabajando hoy cerca de 4.000 colombianos y tiene 18% de avance. En cuanto a la segunda línea subterránea a Suba y Engativá, expresó que no solo tiene estudios sino financiación y saldrá a licitación este año.
Sin embargo, quien fue mucho más directo, frente a la polémica obra, fue el exgerente Andrés Escobar. Este reiteró y precisó los efectos que tendrían los cambios planteados por Petro.
“Pueden comparar todas las alternativas de modificar la PLMB, que cuestan de $8 a $15 billones, pero nadie sabe cuánto sumarle por las contingencias y demandas por modificar un contrato que era parte de los pliegos de la licitación internacional”, aseguró Escobar.
Indicó además que de las cinco alternativas de soterramiento de la Primera Línea del Metro de Bogotá, solo las dos que alargan la línea hasta la calle 100 elevan la cobertura y contribuyen al agudo problema de movilidad. Al tiempo que las otras tres serían plata perdida. Y precisó que: "El costo de alargar el metro desde la calle 76 hasta la 100, en tipología subterránea, costaría cerca de $10 billones! Comparable con la doble calzada de Popayán a Pasto, con más de 200 kilómetros".
Lo evidente es que aunque la alcaldesa Claudia López asegura que todo marcha bien en las obras del Metro de Bogotá, la próxima reunión con el presidente Gustavo Petro, quien finalmente decide si gira o no billonarios recursos para la obra, será determinante para decidir si cambia o no su postura, otra situación de las muchas que se han vivido durante 70 años, en el entorno de la política, en donde cada quien quiere sacar su mejor resultado.
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