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Magnicidio de Miguel Uribe Turbay y la historia de los asesinatos de candidatos presidenciales en Colombia
Cómo ocurrió el asesinato del senador Uribe Turbay y otros magnicidios que marcaron la historia política de Colombia.

En la mañana del 11 de agosto de 2025, Colombia sumó un nuevo capítulo a la trágica lista de magnicidios con la muerte de Miguel Uribe Turbay, precandidato presidencial del partido Centro Democrático, quien falleció en la Fundación Santa Fe de Bogotá tras más de dos meses de luchar por su vida luego de un atentado sicarial.
El ataque ocurrió el 7 de junio, a las 5:40 p. m., en el norte de la capital, cuando hombres armados interceptaron la camioneta blindada en la que se desplazaba, disparando en múltiples ocasiones.
Gravemente herido, Uribe fue trasladado inicialmente a la Clínica del Country y, horas después, remitido a la Fundación Santa Fe, donde fue sometido a varias cirugías, incluidas intervenciones neurológicas de urgencia tras complicaciones posteriores.
La Fiscalía ha informado de la captura de un menor de 15 años señalado como autor material, así como de la identificación de al menos dos determinadores vinculados a estructuras criminales en investigación.
Álvaro Gómez Hurtado
El 2 de noviembre de 1995, en el norte de Bogotá, fue asesinado el dirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado, tres veces candidato presidencial y, en su última etapa, jefe del Movimiento de Salvación Nacional.
El crimen estalló en pleno apogeo de la crisis institucional del Proceso 8.000 y convirtió a Gómez en símbolo de la confrontación contra lo que él llamaba “el régimen”.
Durante décadas la investigación osciló entre hipótesis políticas y criminales. En 2020, miembros del antiguo secretariado de las FARC reconocieron ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) su responsabilidad en el homicidio; en julio de 2025 la JEP asumió formalmente la competencia para investigarlo dentro del Caso 10 (homicidios y secuestros selectivos), decisión que la familia de Gómez ha rechazado públicamente mientras promueve nuevas acciones judiciales.
La ruta judicial, por tanto, se tramita hoy en el sistema de justicia transicional, con un debate abierto entre esa versión y la de los deudos.
Carlos Pizarro Leongómez
El 26 de abril de 1990, en medio de la campaña presidencial que sucedió a la desmovilización del M-19, Carlos Pizarro Leongómez —candidato de la Alianza Democrática M-19— fue acribillado dentro de un vuelo comercial de Avianca que cubría la ruta Bogotá–Barranquilla.
El autor material, identificado entonces como Gerardo Gutiérrez Uribe, fue abatido por la escolta a bordo; desde entonces, el expediente ha acumulado piezas, pero carece de una sentencia que esclarezca integralmente determinadores y entramados logísticos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos admitió en 2019 una petición sobre el caso; y el Centro Nacional de Memoria Histórica ha insistido en que se trata de un magnicidio con interrogantes no resueltos pese al paso del tiempo.
El contexto era el de una transición frágil: recién firmada la paz con el M-19, con sectores armados y mafiosos resistiéndose a la apertura democrática.
Bernardo Jaramillo Ossa
Un mes antes, el 22 de marzo de 1990, Bernardo Jaramillo Ossa —senador y candidato presidencial de la Unión Patriótica (UP)— fue asesinado en el Puente Aéreo de Bogotá por un sicario de 16 años.
El crimen es parte del exterminio contra la UP documentado por el Estado colombiano y organismos de memoria: la justicia colombiana no ha establecido de forma definitiva los máximos responsables, pero los indicios históricos han señalado la confluencia de estructuras paramilitares y agentes estatales en la persecución a ese partido.
Lea también: (¿Quién fue Miguel Uribe Turbay?, historia de vida del senador fallecido)
La masacre política a la UP —de la que Jaramillo fue una de sus víctimas más visibles— está registrada como un proceso sistemático que incluyó dos candidatos presidenciales (Jaramillo y, tres años antes, Jaime Pardo Leal).
En 2025, el CNMH reiteró que el asesinato de Jaramillo es un crimen de lesa humanidad. El país vivía entonces la antesala de la Constituyente, con guerra abierta del narcotráfico y un mapa paramilitar en expansión.
Luis Carlos Galán
El 18 de agosto de 1989, Luis Carlos Galán Sarmiento —líder del Nuevo Liberalismo y candidato del Partido Liberal a las elecciones de 1990— fue baleado en la plaza principal de Soacha, Cundinamarca, cuando estaba a punto de intervenir en un acto de campaña.
El asesinato ocurrió en el pico del “narcoterrorismo” del Cartel de Medellín y de la ofensiva de “Los Extraditables”. La justicia colombiana ha proferido condenas clave: en 2007 y ratificada en 2023, la Corte Suprema dejó en firme la sentencia de 24 años contra el exsenador Alberto Santofimio Botero como coautor; en el plano material, la investigación acreditó el rol de la estructura sicaria vinculada al Cartel de Medellín, con Jaime Eduardo Rueda Rocha señalado como autor material.
A 36 años, subsisten frentes abiertos: en 2025 avanzó un juicio contra dos generales (r) por la presunta manipulación del esquema de seguridad, un capítulo que busca establecer responsabilidades estatales por acción u omisión.
El magnicidio de Galán catalizó medidas de Estado contra el narcotráfico y selló el clima de zozobra que marcaría el tránsito a la Constitución de 1991.
Jaime Pardo Leal
El 11 de octubre de 1987, Jaime Pardo Leal —candidato presidencial de la UP en 1986— fue asesinado en zona rural de La Mesa (Cundinamarca) cuando regresaba a Bogotá. Pardo había denunciado de manera sistemática la alianza de estructuras paramilitares y redes del narcotráfico, y el uso de la violencia para desarticular a la oposición legal de izquierda.
Su homicidio inauguró la secuencia de atentados de alto perfil que, en los tres años siguientes, golpearían a la democracia colombiana. La dimensión política y las responsabilidades por el patrón contra la UP fueron reconocidas en informes oficiales de memoria y derechos humanos.
La conexión con el contexto de la época es directa: “La Violencia” de los ochenta tuvo como una de sus expresiones la eliminación física de dirigentes de la UP en medio de la militarización regional, la expansión paramilitar y la captura de instituciones por poderes armados.
Jorge Eliecer Gaitán
El 9 de abril de 1948, Jorge Eliécer Gaitán —jefe del Partido Liberal y el mayor fenómeno popular de su tiempo, llamado a disputar la Presidencia— fue abatido a las 13:05 frente a su oficina en la carrera Séptima con avenida Jiménez, en el centro de Bogotá.
El presunto autor material, Juan Roa Sierra, fue linchado por la muchedumbre, lo que dejó el crimen sin juicio penal efectivo y abrió una disputa histórica sobre determinadores y móviles.
Su asesinato desató de inmediato el “Bogotazo”, un estallido social que se extendió a varias ciudades y marcó el inicio de la etapa conocida como “La Violencia”, que reconfiguró la vida política y sembró las condiciones de larga duración del conflicto armado. La memoria urbana conserva el lugar del crimen y la historiografía ha documentado el salto cualitativo que significó el magnicidio en la trayectoria del país.
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