Piedad Córdoba Ruiz ha tenido que hacer un alto en su campaña política al Senado, avalada por el movimiento Pacto Histórico de Gustavo Petro, para rendir explicaciones a la opinión pública, los ex secuestrados de las Farc y la justicia. Ello, luego de que la Unidad Investigativa de Caracol Noticias revelara las declaraciones en su contra de su exasesor, otrora amigo y persona de confianza Andrés Alberto Vásquez Moreno.
Tiene 42 años, nació en Barranquilla y al terminar el colegio migró a los Estados Unidos. Sin embargo, un año después, en 1998 regresó al país para estudiar lo que lo apasionaba, Ciencias Políticas en la Universidad Javeriana de Bogotá.
Su primera incursión en procesos electorales fue como representante estudiantil de la universidad, un cargo que ocupó gracias a un novedosa campaña de expectativa que él mismo desarrolló. Mientras cursaba su pregrado y hacía política estudiantil, Piedad Córdoba celebraba su reelección como senadora con una importante votación en Antioquia y Chocó.
Sin embargo, al tema de las minorías, madres comunitarias, solución negociada al conflicto armado sumó un tema que llamó la atención de Vásquez; el reconocimiento efectivo de los derechos de la comunidad LGTBI, una lucha a la que él quería sumarse y ser protagonista.
En el año 2002 aterrizó en el grupo de trabajo de la entonces líder del Partido Liberal. Un hecho que coincidió con una batalla que Córdoba empezaba a gestar: la promoción de la abstención en contra del referendo promovido por el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez.
Para ese momento, Vásquez ya era experto en trabajo político a través de internet, a pesar de que el acceso a la banda ancha en el país hasta ahora era incipiente y hasta se libraba una guerra comercial entre operadores en Bogotá y Bucaramanga.
Córdoba salió victoriosa con su propuesta de abstencionismo pues sólo fue aprobada una de las 18 preguntas. Ese trabajo de posicionamiento de Córdoba en la red le trajo réditos a Vásquez quien fue elegido en el Congreso Nacional de Juventudes Liberales.
Un año después Vásquez Moreno se fue lanza en ristre en contra del entonces senador José Name Terán e inició una estrategia para supuestamente evidenciar los presuntos actos de corrupción y fraude electoral. En su momento argumentó que esto derivó en amenazas de muerte y que por ello tuvo que acudir al exilio.
Por su parte, Piedad Córdoba, no estaba pasando por su mejor momento político. En julio de 2005 el Consejo de Estado atendiendo una demanda de la Procuraduría anuló cinco mil mesas de votación y Córdoba perdió su curul.
Paradójicamente, el fraude electoral que motivó el reconteo de votos y que la dejó sin curul lo perpetraron los senadores Dieb Maloof, Luis Eduardo Vives y Mauricio Pimiento por cuenta de un plan del jefe paramilitar de la costa, Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40 a fin de afectar dichas elecciones.
Por estos hechos fueron llamados a juicio años después.
En el año 2006 con su movimiento Poder Ciudadano Siglo XXI, una disidencia del Partido Liberal, Córdoba intentó llegar nuevamente al Senado pero la votación no le alcanzó para una curul.
Un año después, a pesar de no tener curul en el Congreso logró reencaucharse políticamente gracias a que, a pesar de ser la más férrea opositora del gobierno Uribe, fue nombrada como facilitadora para el acuerdo humanitario entre el gobierno nacional y la guerrilla de las Farc. Es decir, el intercambio de personas secuestradas por la guerrilla por guerrilleros presos en cárceles colombianas.
Ese momento fue determinante tanto para Córdoba como para su asesor de prensa y estratega político Andrés Vásquez, quien en junio de ese año salió de las juventudes liberales y se convirtió en confidente y persona de confianza de la excongresista, con un tema en común Venezuela y el intercambio humanitario.
Pero con un antecedente para Vásquez, José Name Terán se disputaba la gobernación del Atlantico con Eduardo Verano de La Rosa, usando sus conocimientos en internet inició nuevamente una campaña digital en contra de Name. Molesto, el político, para entonces uno de los más poderosos de la Costa Atlántica, denunció a varias personas por los delitos de injuria y calumnia.
Argumentó que se habían enviado 106 correos electrónicos difamándolo con títulos como, “el más grande ladrón de Barranquilla” y “La coronación anticipada de José Name Terán”.
La Fiscalía 41 Seccional abrió investigación el 11 de mayo de ese año, tres meses después vinculó como persona ausente a Ricardo Vengoechea Cepeda y a Andrés Alberto Vásquez Moreno.
No obstante, dos años después la Fiscalía precluyó la investigación a favor de Vengoechea, Carlos Pimienta Tatis, Antonio Abello Vives y Milena Ovalle Llinas, pero en cambio profirió resolución de acusación en contra de Vásquez Moreno por los correos enviados el 19 y el 21 de junio de 2007 a través de las páginas www.noscontaronporinternet.com y www.politicalconcep.com.
Fue condenado en primera y segunda instancia.
En contraste, la Sala Penal de Casación de la Corte Suprema de Justicia, con ponencia del magistrado Luis Guillermo Guerrero le dio la razón a un recurso extraordinario de casación que interpuso Vásquez Moreno. El 2 de abril de 2014 revocó la sentencia condenatoria en su contra pues determinó que a pesar de que la injuria y calumnia son delitos que deben iniciarse por querella, la Fiscalía lo inició de oficio y además se había realizado el juicio en ausencia del acusado.
Hasta hace muy poco Andrés Vásquez Moreno continuaba defendiendo la gestión de Piedad Córdoba. Sin embargo su cercanía con la excongresista le empezó a pasar factura precisamente por lo que había sucedido a partir del año 2007 en el que él se convirtió en su sombra.
Mientras Córdoba fungió como facilitadora, las Farc liberaron a seis políticos secuestrados, entre ellos quien fuera la fórmula vicepresidencial de Ingrid Betancourt, Clara Rojas, la exrepresentante a la Cámara, Consuelo González de Perdomo, Gloria Polanco, Luis Eladio Pérez, Orlando Beltrán y Jorge Gechem.
Ese mismo año se divulgaron unas fotografías en las que aparecia Córdoba en el Palacio de Miraflores junto con el entonces presidente Chávez y los cabecillas de las Farc, Iván Márquez, Rodrigo Granda y Jesús Santrich. Incluso en una de ellas posó con boina negra y un ramo de flores entregado por los insurgentes.
Esta fue la gota que rebosó la copa de una serie de controversias que se generaron como la solicitud de Córdoba en un simposio en México en el que pidió romper relaciones diplomáticas con Colombia o la denuncia por traición a la patria interpuesta por el entonces presidente de la Comisión Segúnda de la Cámara de Representantes Augusto Posada.
Luego vinieron episodios trascendentales como la finalización del nombramiento de ella como facilitadora, así como la intermediación del gobierno de Venezuela lo que derivó en un conflicto diplomático entre ambos países.
Pero el primero de marzo de 2008 ocurrió un hecho determinante. Las Fuerzas Militares en el marco de la operación Fénix incursionaron en territorio ecuatoriano y atacaron el campamento de Raúl Reyes y otros guerrilleros de las Farc. El hecho generó una crisis diplomática con el gobierno de Rafael Correa en Ecuador.
Igualmente se incautaron varios computadores con 37.872 documentos de texto, 452 hojas de cálculo, 210.888 imágenes y 10.537 archivos multimedia que pesaban más de 600 gigas. A pesar de que la autenticidad fue verificada por la Interpol, la Corte Suprema de Justicia determinó que esta no se podía usar como prueba pues se había recaudado de manera ilegal.
Ahí presuntamente se relacionaba a varios políticos con ese grupo guerrillero en lo que se denominó la Farcpolitica, una de ellas Piedad Córdoba quien siempre lo ha negado hasta el día de hoy.
En este contexto, hace una década el International Institute for Strategic Studies, líder mundial en seguridad global, riesgo político y conflicto militar con sede en Reino Unido publicó el contenido, un libro de 1.500 páginas.
Entonces quedaron en evidencia un sinnumero de pruebas. Por ejemplo, el 2 de febrero de 2006 aparece una comunicación enviada por Luis Edgar Devia Silva alias Raúl Reyes a Lázaro Vivero Paniza, alias Carlos Pérez. En esta Reyes manifiesta que puede resultar productivo buscar conversaciones con Piedad Córdoba
“Esta mujer es firme opositora de Uribe, tiene buen caudal de votos y buenas relaciones con Chávez. Nosotros nunca hemos hablado con ella, pero es posible hacerlo más adelante en función de sumar las fuerzas de oposición en torno a su candidato”. Luego asegura que Chávez estaría pensando en invitar a Leyva y Piedad Córdoba a conversar distintos temas de actualidad, incluido el intercambio humanitario.
En otra comunicación del 22 de mayo, Raúl Reyes le dice a alias Julio Errante o Pedro Antonio Marín que un periodista amigo de él le aseguró que por las pruebas de supervivencia de Ingrid donde aparezca hablando sobre algún tema como el canje, para una agencia francesa pagaban hasta 500 mil dólares.
“El periodista está dispuesto a ceder el 60% de esa cantidad a las Farc, él quedaría con el 40% restante”, luego advierte que le respondió que sólo él podría decidirlo personalmente y le aclara que ese periodista es bastante conocido y les ayuda en varias de sus tareas.
Ese mismo año, en un correo sin fecha, Raúl Reyes envía a los miembros del secretariado un informe de su conversación con Julio Chirinos. Allí aseguró que este fue enviado por el canciller Ali Rodríguez con el aval de Chávez, que el mandatario deseaba rescatar la relación histórica con las Farc y que para ello habían nombrado con asiento en Bogotá a Roy Daza e Ilsen Castillo; en Quito a Nancy del Río y en Bolivia a Duflas Pérez, gente que calificaron de absoluta confianza y pasado revolucionario.
A comienzos del año 2007 Pedro Antonio Marín alias Tirofijo o Judio Errante, le envió una comunicación a los integrantes del secretariado de las Farc advirtiendo que a su juicio era mejor que el encuentro con Hugo Chávez fuera clandestino, “para evitar una gran campaña de los gringos contra Chávez, y sin haber creado antes una serie de mecanismos favorables a través de amigos nuestros a lo largo de la frontera”.
En agosto de ese mismo año, Raúl Reyes envía un comunicado al secretariado de cinco puntos. En el número cuatro advierte que Piedad Córdoba está jugando un papel trascendental en favor del intercambio humanitario, alias Tino le aseguró que es una buena dirigente, amiga umbilical de Hugo Chávez. “En cuanto al papel de Piedad y Chávez de contribuir con el canje, no puede ser distinto a convencer a Uribe del necesario despeje de Pradera y Florida”. Les aseguró
Ese mismo mes, Carlos Lozano le envió una comunicación a alias Darío, en el que deja ver su molestia porque el entonces presidente Uribe estaba capitalizando la intervención de Piedad Córdoba y Hugo Chávez en el intercambio humanitario. En ese correo le aclaró que que Córdoba o “La Negra” como la llamaba lanzó la iniciativa en el programa Alo Presidente.
Al día siguiente alias Ivan Márquez le manifestó al secretariado que recibió a una delegación del presidente Chávez encabezada por Ramón Rodríguez Chacin, el cojo, quien le había manifestado que el mandatario venezolano reconocía la legitimidad del proceso de las Farc y que los consideraba sus aliados estratégicos.
Así mismo, aseguró que el mensaje concreto era que el gobierno colombiano había autorizado como facilitadora a Piedad Córdoba, que la ex senadora era quien le había hecho el planteamiento a Chávez de buscar un acuerdo humanitario así como recibir los familiares de los secuestrados en el Palacio de Miraflores.
Para ello Chávez, según alias Iván Márquez, pidió una prueba para entrar con firmeza y propuso entonces que las Farc entregaran una prueba de supervivencia de los secuestrados a los que ellos denominaban prisioneros, la entrega de los despojos mortales de los diputados Del Valle, la entrega de algún enfermo o la liberación de Clara Rojas y su hijo.
Ese día, Raúl Reyes respondió al correo con copia al secretariado asegurando, “grande el bombo de los medios por la oferta de apoyo de Chávez al canje a petición de Piedad Córdoba. Los uribistas sueñan con utilizar nuestras simpatías por Chávez y Piedad para forzarnos a dedos de la exigencia del despeje de los dos municipios”.
A su vez, alias Darío o Luis Edgar Devia, le respondió a Carlos Lozano que él quería hablar personalmente con Piedad pero el problema era la larga fila de agentes, que era necesario buscar la forma de burlarlos y que la manera de organizarlo era a través de un periodista.
Rodrigo Granda también respondió a Raúl Reyes y le informó que habían tenido una larga entrevista con Gloria Inés Ramírez quien había acudido con la delegación del Consejo Nacional de Paz. Así mismo, le manifestó que le habían aconsejado estar al pie de Piedad cón el propósito de convencerla de entrevistarse con el secretariado.
Raúl Reyes aplaudió la conversación con Ramírez y señala que, “la compañera es muy buena, bastante comprometida con la lucha y clara de los objetivos de
la combinación de todas las formas de lucha”. También señala que ella como coordinadora de la Comisión de Paz y el Acuerdo Humanitario en el Senado, podía presionar el despeje así como salidas políticas al conflicto interno.
Pero quizás una de las comunicaciones más contundentes y extensas fue la que envió Raúl Reyes al secretariado el 14 de septiembre de 2007. Detalladamente narró un supuesto encuentro con Piedad Córdoba y el periodista Jorge Enrique Botero.
Empezó su recuento asegurando que Córdoba les había enviado un saludo y que luego de varias conversaciones con Carlos Lozano, por quien expresó según el respeto y simpatía, tomó la decisión de pedirle una cita al presidente Álvaro Uribe para hablarle de la necesidad de suscribir un acuerdo humanitario con las Farc.
La versión de Córdoba fue que el presidente la recibió con insultos pero que ella lo había increpado advirtiéndole que no había ido a establecer quién era el bueno o el malo de la historia. Luego Uribe ripostó y en tono enérgico le advirtió que esos terorristas amigos de ella, refiriéndose a las Farc, no tenían interés en el intercambio humanitario. Córdoba, según la versión de Reyes, le reiteró que ella y el presidente Chávez querían ayudar con el tema.
También aseguró que Uribe le había manifestado que como las Farc eran amigos de ella, entonces que continuará con la labor y se acordó una reunión en Hatogrande.
En la conversación Piedad Córdoba le manifestó a Raúl Reyes que la conversación entre Chávez y Uribe había sido muy tirante pero que habían abordado todos los temas. Adicionalmente, la entonces exsenadora le aseguró a Reyes que José Obdulio Gaviria, Luis Carlos Restrepo y los dos Santos, entre otros eran más perversos y venenosos que él mismo Uribe.
En la narración del encuentro aseguró que Chávez se emocionó al borde de las lágrimas cuando ingresó a la cárcel El Buen Pastor junto con Piedad para visitar unas guerrilleras y ellas lo recibieron entonando el himno de las Farc.
Chávez, a su regreso a Venezuela, según la información del computador de Reyes, le ordenó a sus colaboradores iniciar una campaña mundial en favor del acuerdo humanitario y con ellos consiguió el apoyo de Ortega, Lula y Sarkozy inicialmente y luego de los 112 países No Alineados. Así mismo, Chávez le ordenó a Piedad reunirse con el embajador de los Estados Unidos en Colombia, quien se mostró de acuerdo con el intercambio.
Refirió Reyes, que Piedad le había lanzado varias perlas. La primera es que se había reunido con Fabio Echeverry quien se mostró de acuerdo con el intercambio y quien supuestamente le manifestó que Uribe no iría por la reelección porque ya había cumplido su etapa y había que buscar otras opciones.
“Según Piedad, como resultado de poner arriba el tema del canje, ha crecido la simpatía en las Farc y Chávez. Este hombre es consciente de la ganancia política y de imagen nacional e internacional (…) está feliz y considera llegado el momento de estrechar sus relaciones con las Farc con miras a apoyar un. Y eso gobierno, donde la Negra (Piedad) contaría con la ayuda de Chávez y las Farc sería la parte principal”.
Adicionalmente, Raúl Reyes les informó al secretariado que Piedad Córdoba se consideraba socialista, bolivariana, chavista, amiga de las Farc, “odia a Petro, Navarro y a los dos Garzón por inconsecuentes”, refiriendose a los políticos Angelino y Luis Eduardo.
De ahí en adelante, el cruce de correos hace referencia a cómo gracias a poner en la agenda informativa el acuerdo humanitario, se le iba dando oxígeno político a las Farc y se arrinconaba al gobierno Uribe.
Incluso se hace referencia a que Chávez donaría una gran suma de dinero para el Chocó, a través de a Piedad Córdoba con lo cual Reyes le comentó a Márquez, que pensaba posible entonces conseguir 260 millones para su plan.
A partir del 17 de septiembre de 2007, aparecen comunicaciones de un alias Teodora de Bolívar que la agencia del Reino Unido identifica como Piedad Esneda Córdoba Ruiz. En uno de estos desde este correo se afirmó que ha sostenido reuniones con el canciller venezolano y qué hay mucha expectativa para la reunión del 8 de octubre.
También que ese martes se reunirá con el Presidente Chávez a trabajar largamente pero que ha caído muy mal la reunión en el Caguán. Aseguró que el mandatario venezolano estaba muy feliz y que va a trabajar en la logística. Así mismo, anunció que se había reunido con un delegado de la cancillería francesa para solicitar la mediación de Sarkozy con Bush para reunirse con Simón Trinidad y Sonia.
Narró que se había reunido con los monseñores Castro y Dario Echeverry así como la mamá de Ingrid Betancourt y que todos estaban felices. Al día siguiente, Raúl Reyes le envió un email a Márquez informándole qué había celos entre Córdoba y otra persona por el tema del acuerdo humanitario.
“Lo importante es que las Farc son el eje central de toda una política que salió de nuestras fronteras y avanza con éxito. Nos corresponde mantener viva la llama del canje para arrinconar a Uribe y su yerra de ambones y ganar legitimidad con miras al reconocimiento de beligerancia”.
Estos fueron parte de decenas de correos encontrados en el computador de Raúl Reyes. Luego la Procuraduria en la administración de Alejandro Ordoñez, inició un proceso contra Piedad Córdoba que afectá a su Unidad Técnica Legislativa, UTL, hecho que puso sobre las cuerdas, entre otros, a su mano derecha Andrés Vásquez Moreno.
Después tras años de conflicto por su destitución ilegal recibió una indemnización cercana a los $2.000 millones. Vásquez le pidió parte de los recursos, Córdoba se los negó y allí comenzó la batalla y su delación, incluso a través de redes sociales.
Por ejemplo, el 11 de agosto de 2016, Vásquez escribió en su Facebook un texto de ocho puntos en donde explicó que fue removido de su cargo al trabajar con Córdoba señalada de vínculos con las Farc. Narró que durante seis años fue víctima de estigmatización y tratado como terrorista, tiempo en el cual nadie lo contrataba sufriendo daño moral y spicológico que se extendió a su familia.
Ante la situación Vásquez denunció que tuvo que abandonar el país y que tuvo problemas con la renovación de la Visa a Estados Unidos, por ello pidió a través de su abogado resarcir su nombre y aspirar a una indemnización, mediante un proceso administrativo.
En los años siguientes Vásquez siguió luchando y fue llamado por la Corte Suprema de Justicia. En octubre del año pasado rindió la declaración ante ese tribunal, prendió el ventilador contra Piedad Córdoba y su testimonio se conoció este fin de semana en Noticias Caracol.
Además de la Corte, el año pasado también Vásquez acedió a hablar por primera vez con un periodista y lo hizo con Gerardo Reyes, en un testimonio que quedó plasmado en su libro Alex Saab.
El primer asunto que ratifica, es la confianza que Piedad Còrdoba le tenía. En concreto, cuenta Reyes en la publicación que en la segunda semana de octubre de 2010, quince días después que la senadora fuera destituida por la Procuraduria, viajó a Caracas para reunirse con el entonces canciller Nicolás Maduro. Tras algunas horas de espera la recibió en su despacho.
Allí le contó de su situación de seguridad, denunció que Àlvaro Uribe la quería asesinar y de paso le presentó a su amigo palestino Alex Saab. Tras la reunión, el mismo Saab le solicitó a Andrés Vásquez que le tomara una foto junto a Maduro, con quien tiempo después tendrían una relación de amistad y de negocios.
En otro aparte del libro aparece una nueva referencia al asesor Vásquez. En concreto, este asegura que los correos encontrados en el computador de Raúl Reyes no eran falsos y ratificó que en las Farc la conocían como Teodora Bolívar.
Al respecto, ella lo negó, aseguró que era como un hijo y atribuyó sus diferencias con Vásquez al negarse a compartir parte de la indemnización por el despido indebido del Congreso por dos mil millones que la exsenadora recibió.
Según el exasesor señaló en el libro, al referirse a ese episodio qué Córdoba: “acomodó caprichosamente las fechas porque su rompimiento con ella ocurrió en 2011 y la indemnización fue aprobada cinco años después”.
De igual forma aseveró que sus diferencias con la excongresista obedecen a que, entre otros asuntos a: “su enfermiza relación con las Farc, su inexplicable apoyo a una dictadura como la venezolana y la insaciable hambre de dinero”.
Vásquez fue más allá y aseguró que junto con Córdoba crearon la cuenta de Yahoo en donde salieron los correos que intercambiaron con las Farc. Detalló también que luego de la separación, inició su una relación de bajo perfil con Luis Alberto Pérez Olaya y con sus hijos Natalia y Camilo crearon la Corporación Somos Causa Justa.
En una tercera cita del libro se menciona al empresario Carlos Balilla Battistini Zamudio, como aportante de recursos a la campaña de reelección de Córdoba al Senado en los años 2009 y 2010, asunto que Vásquez ratificó. Al respecto indicó que se movieron millonarios recursos para Piedad Còrdoba desde Venezuela a Colombia a través de la compañía Led Media Colombia.
Una cuarta mención en el libro, es el ofrecimiento que Alex Saab le hizo a Andrés Vásquez para que trabajara con él. Este aseguró que consultó a un empresario amigo quien le sugirió no aceptar la oferta argumentando que tras las importaciones ficticias se estaban colando organizaciones criminales.
Vásquez asegura que comunicó la decisión a su jefe de dejar de trabajar en negocios que tuvieran que ver con Saab. De inmediato indicó que por orden de la misma Piedad entregó todos los asuntos relacionados con Saab.
En octubre de 2012, el hijo de Piedad Còrdoba, Camilo Andrés Castro asumió la presidencia de la empresa Papalma Investment, creada después de la ruptura de la exsenadora y su asesor con un capital de US$10.000, de la cual según la familia se iba a utilizar para contratar por ayuda de Alex Saab, lo cual dicen no hizo.
Así las cosas, este martes Vásquez acudió al despacho de la magistrada de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia a fin de responder un amplió cuestionario sobre las actividades de Piedad Córdoba. La funcionaria judicial hizo lo propio con Jaime Lozada a quien citó para el martes 22 de febrero. Es evidente que el testimonio del otrora mano derecha de la excongresista, revivió un tema que estaba en el olvido.
Con una sorpresa final y es que en las últimas horas se divulgó un documento judicial en el que se evidencia que Alex Saab fue informante de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, DEA, desde el año 2018.
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