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Ataque con dron en Santander de Quilichao deja una patrullera muerta
Maryori Ramos, de 22 años, falleció tras la explosión de un artefacto lanzado por dron sobre la estación de Policía. La violencia en el Cauca deja cinco uniformados muertos esta semana.

Un nuevo y violento episodio en el norte del Cauca sacudió al municipio de Santander de Quilichao este viernes, luego de que un dron cargado con explosivos impactara las instalaciones de la estación de Policía, dejando como saldo la muerte de la patrullera Maryori Stefaniet Ramos Mamian, de 22 años, y un uniformado herido que lucha por su vida.
De acuerdo con testigos y primeras versiones oficiales, el ataque fue perpetrado por el frente Jaime Martínez de las disidencias de las Farc. Aunque el artefacto no impactó directamente el edificio, cayó sobre la zona de parqueo del comando policial, donde estaban los vehículos de los uniformados. “Estamos de luto. Condenamos este ataque criminal que segó la vida de una de nuestras patrulleras”, expresó la Policía Nacional en un comunicado.
La explosión causó pánico entre habitantes y comerciantes del centro del municipio, ya que ocurrió en plena mañana, cerca de la sede de la Alcaldía y varios locales comerciales. “Yo estaba pagando un recibo cuando se escuchó la explosión. Todo el mundo salió corriendo”, relató un testigo citado por medios locales.
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Este es el segundo ataque con explosivos registrado en menos de 12 horas en el mismo municipio. Las autoridades desplegaron operativos especiales de seguridad y aseguraron que ya se encuentran tras la pista de los responsables. El artefacto explosivo utilizado es una señal preocupante del uso creciente de tecnología como drones en acciones de guerra no convencional por parte de grupos armados ilegales.
La zona fue acordonada y permanece bajo estricta vigilancia. En lo corrido de esta semana, ya se reporta la muerte de cinco uniformados del Ejército y la Policía en distintas acciones violentas en el Cauca, lo que evidencia el recrudecimiento del conflicto armado en la región.
“Actos de barbarie como este nos ratifican que debemos intensificar la ofensiva contra el crimen organizado y las estructuras multicrimen”, sentenciaron desde la institución policial. La joven patrullera Maryori Ramos se convierte hoy en símbolo del sacrificio de la Fuerza Pública en una de las zonas más golpeadas por la violencia en Colombia.
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