Las dificultades de María Corina Machado para recibir en Oslo el Premio Nobel de Paz

Ana Corina Sosa, hija de la dirigente política venezolana María Corina Machado, acudió a la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz en Oslo, Noruega, para recibir el galardón en representación de su madre, quien no pudo presentarse debido a su situación actual de clandestinidad en Venezuela.

La ausencia de Machado fue confirmada oficialmente pocas horas antes del acto. Tanto el Instituto Noruego del Nobel como el equipo de comunicaciones de la opositora informaron que, pese a los esfuerzos realizados, no fue posible que se trasladara a Oslo por razones de seguridad.

La dirigente no ha aparecido públicamente desde el pasado 9 de enero, cuando fue detenida de forma breve tras participar en una manifestación en Caracas. Desde entonces, ha permanecido fuera del alcance de las autoridades venezolanas.

Durante la ceremonia, el presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, expresó que la opositora venezolana había intentado asistir, incluso en condiciones de alto riesgo. “Ha hecho todo lo posible para estar presente hoy aquí. Aunque no podrá participar en los eventos programados, tenemos la tranquilidad de saber que se encuentra a salvo”, declaró ante los asistentes reunidos en el Ayuntamiento de Oslo.

En paralelo, fue publicada en el sitio web oficial del Nobel una grabación de voz atribuida a María Corina Machado, en la que agradeció los esfuerzos de quienes facilitaron su eventual desplazamiento. “Muchas personas han arriesgado su vida para ayudarme a llegar. Este premio tiene un enorme significado para el pueblo venezolano”, manifestó. La grabación fue realizada, según el Comité, poco antes de que la opositora abordara un vuelo con rumbo no precisado.

En ese mismo mensaje, Machado señaló que sabía que numerosos compatriotas, incluidos familiares, miembros de su equipo de trabajo y otros venezolanos residentes en el exterior, se encontraban en Oslo en el marco de la ceremonia. “Este premio es para todos los venezolanos. Confío en poder abrazarlos pronto, así como a mis hijos, a quienes no he visto desde hace dos años”, afirmó.

A la ceremonia asistieron varios mandatarios latinoamericanos, entre ellos Javier Milei (Argentina), Daniel Noboa (Ecuador), José Raúl Mulino (Panamá) y Santiago Peña (Paraguay), quienes manifestaron su respaldo a la causa democrática que Machado representa.

También hizo presencia el diplomático Edmundo González Urrutia, quien asumió como candidato de la oposición en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 luego de que a Machado se le impidiera postularse por decisión del Consejo Nacional Electoral, controlado por el oficialismo. González solicitó asilo en España tras emitirse una orden de captura en su contra por parte de la justicia venezolana.

El Comité del Nobel había anunciado el galardón a Machado el 10 de octubre de 2025, destacando su liderazgo en la lucha por una transición democrática en Venezuela.

La decisión fue presentada como un reconocimiento a su papel en la resistencia cívica frente a un contexto de creciente represión política en su país.

En su declaración, el Comité señaló que la opositora ha “mantenido viva la llama de la democracia en medio de una creciente oscuridad”.

Machado fue electa como candidata presidencial de la principal coalición opositora en las primarias de 2023. Su victoria representó un fuerte respaldo ciudadano, pero su aspiración fue obstaculizada por decisiones administrativas que la inhabilitaron para ejercer cargos públicos.

Durante el periodo previo a las elecciones presidenciales de 2024, organismos internacionales y organizaciones defensoras de derechos humanos denunciaron detenciones arbitrarias, restricciones a la libertad de prensa, persecución a opositores y otras prácticas que afectaron la integridad del proceso electoral.

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Posteriormente, el Consejo Nacional Electoral declaró como ganador a Nicolás Maduro, pese a los señalamientos de irregularidades y a la ausencia de garantías para una competencia equitativa.

El caso de Machado se suma a una lista de galardonados con el Nobel de Paz que no han podido asistir a la ceremonia de entrega por motivos políticos o de seguridad.

Según el registro oficial del Comité, cinco laureados han estado encarcelados o detenidos en el momento de la entrega del premio. Entre ellos se encuentran la activista iraní Narges Mohammadi, premiada en 2023; el defensor de derechos humanos bielorruso Ales Bialiatski, en 2022; el disidente chino Liu Xiaobo, en 2010; la líder opositora birmana Aung San Suu Kyi, en 1991, y el periodista alemán Carl von Ossietzky, en 1935.

El activista venezolano Gustavo Tovar-Arroyo, quien vive en el exilio desde 2012, también se refirió a las dificultades que enfrentó el equipo de Machado para garantizar su presencia en Oslo.

En declaraciones entregadas al finalizar el acto, sostuvo que “hicimos todo lo posible para que ella estuviera aquí como se merece”. Tovar-Arroyo enfatizó que esta ausencia refleja las condiciones en las que se desarrolla la lucha política contra lo que calificó como un régimen autoritario en Venezuela.

“Estamos acostumbrados a estas circunstancias. Este tipo de obstáculos son parte de lo que enfrentamos cuando nos oponemos a una dictadura o a un régimen que no respeta las libertades fundamentales”, concluyó.

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