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La confesión inédita de Érika Aponte antes de su feminicidio en Unicentro por su expareja
“Con esta denuncia espero tener la seguridad y que la Policía me pueda proteger. Le tengo mucho miedo a Christian”.
Como si supiera lo que le iba suceder horas antes de su asesinato a manos de su expareja Cristhian Rincón, Érika Aponte dejó un extenso testimonio en donde relató y documentó la difícil situación familiar, de violencia intrafamiliar y el miedo que la estaba carcomiendo desde meses atrás con su verdugo y padre de su hijo menor de ocho años.
“Estaba cerrando el establecimiento y Christian apareció diciéndome que necesitaba verme, que me amaba y que quería estar conmigo. Afirmaba que yo era su mujer y que debía estar con él".
Así comenzó su relato la fallecida mujer al insistir que el padre de su hijo fue varias veces a su lugar de trabajo, Jenos Pizza, en Unicentro, donde finalmente la ultimó en el Juan Valdez que queda al frente de la Pizzería.
“Me fui al parqueadero y cuando iba a encender la moto, él me dijo: 'Espere un momento'. Tomó un cable de la moto que había desconectado y lo volvió a conectar. No me había dado cuenta y le pregunté por qué lo hacía. Él respondió que si no lo hacía, me iría sin esperarlo. Sentí un gran miedo. Podría haber desconectado los frenos".
La víctima tuvo que ceder ese día y juntos salieron del centro comercial. “Empezamos a movernos, pero me hizo detenerme en Las Américas con la misma insistencia de que debía regresar con él. A través de mensajes de WhatsApp, me amenazó con matarme si no volvía. Me da miedo que me vuelva a buscar en el trabajo o que me haga algo. Las agresiones por parte de él son constantes. Me dice que me ama, pero luego me dice que soy una h.p. una p. que me fui con otro”, detalló.
La mujer de tan solo 26 años también manifestó su temor a que Christian la buscara nuevamente en la pizzería, un presagio que finalmente se hizo realidad la tarde del 14 de mayo.
Erika hizo hincapié en el comportamiento bipolar de su excompañero, quien alternaba entre tratarla amablemente y lanzar insultos y reproches por haberlo dejado, supuestamente por otra persona.
En su declaración también recordó que ni siquiera su hijo, ni su padre se habían salvado de las amenazas constantes, pues recientemente le había advertido que si no regresaba con él, mataría a su padre.
Narró además que una oportunidad y tras una discusión el hombre a pesar que estaba alicorado se llevó al menor en ese estado. Luego advirtió lo que tres dias después terminó ocurriendo.
En una explicita declaración a las autoridades de Soacha, Erika Aponte contextualizó la violencia física, psicológica y moral de la que fue víctima durante años por parte de quien fuera el padre de su hijo de 8 años y que terminó siendo su verdugo, su feminicida.
Tras once años de convivencia en los que vivió ciclos interminables de violencia, tres dias antes de su vil asesinato acudió a la Casa de la Justicia a narrar su historia y a pedir ayuda.
En las actas de dichas autoridades en Bogotá y Soacha quedó registrado la obsesión de Cristian Rincón, las amenazas y hasta un atentado contra su vida que ha i hecho días atrás.
Allí y en la comisaría de familia de Soacha el 11 de mayo, estuvo Erika, tres días antes del crimen para informar las amenazas de muerte que había recibido de parte de su expareja.
Bajo juramento, la mujer reiteró que al finalizar su jornada laboral, se percató de la presencia de Christian Rincón en el centro comercial. Él manifestó su necesidad de hablar con ella y expresó su amor incondicional.
La fallecida mujer concluyó al detalle el encuentro del 7 de mayo de 2023, a las 10:30 p. m. con una frase demoledora: “Con esta denuncia espero tener la seguridad y que la Policía me pueda proteger. Le tengo mucho miedo a Christian”.
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