Remedios: ¿Cómo tratar un dolor de estómago en casa y cuándo acudir al médico?

Los dolores de estómago surgen por distintas causas, que pueden derivarse del estrés, la mala alimentación, poco ejercicio, poco consumo de agua, ingesta de algún alimento en mal estado o como alerta de nuestro cuerpo ante una enfermedad o algo anormal.

El ministerio de Salud sugiere que, en caso de dolores abdominales moderados, se pueden tomar medidas en casa. Beber líquidos calientes como té de menta, puede aliviar la incomodidad, así como tener una dieta balanceada, rica en fibras y vitaminas, es un componente esencial en la gestión de dolores leves. Aquí algunos alimentos que puede consumir para cuidar su salud estomacal:  

•        Verduras: lechuga, zanahoria, espinaca, berenjenas y brócoli.
•        Lentejas y arvejas.
•        Quinoa.
•        Aceite de oliva.
•        Frutas: manzana, banano, kiwi, mandarina y fresas.
•        Almendras y nueces.

Tipos de dolor de estómago

1. Dolor tipo cólico: Este tipo de dolor se caracteriza por ser intermitente y recurrente, con episodios de intensidad variable. Puede ser causado por contracciones musculares en los órganos digestivos, como el intestino y se relaciona comúnmente con trastornos como el síndrome de intestino irritable (SII).

2. Dolor agudo: El dolor de estómago agudo es repentino y de intensidad elevada. Puede indicar problemas médicos graves, como apendicitis, obstrucción intestinal o pancreatitis aguda. La OMS enfatiza la necesidad de atención médica inmediata ante este tipo de dolor.

3. Dolor ardoroso: Este tipo de dolor se caracteriza por una sensación de quemazón en la parte superior del abdomen o el pecho. Puede ser un síntoma de reflujo gastroesofágico (ERGE) o úlceras pépticas, condiciones en las cuales los ácidos estomacales regresan al esófago y causan irritación.

4. Dolor Espasmódico: El dolor espasmódico se presenta en forma de espasmos o contracciones intensas en el abdomen. Puede ser causado por trastornos como la diverticulitis, que involucra la inflamación de pequeñas bolsas en el colon, o el cólico biliar, asociado con cálculos en la vesícula biliar.

5. Dolor referido: En ocasiones, el dolor en el estómago puede provenir de otras áreas del cuerpo, como el corazón o la columna vertebral. Por ejemplo, un ataque cardíaco puede manifestarse como dolor abdominal. Reconocer este tipo de dolor es crucial para una evaluación médica precisa.

6. Dolor Visceral: El dolor visceral es una sensación de presión, hinchazón o plenitud en el abdomen. Puede ser causado por la distensión de órganos internos, como el intestino o el hígado. El SII y la enfermedad inflamatoria intestinal son ejemplos de condiciones asociadas con dolor visceral.

7. Dolor Crónico: El dolor de estómago que persiste durante un período prolongado se considera crónico. Puede ser un síntoma de condiciones como el SII, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa. La evaluación médica es fundamental para el manejo adecuado del dolor crónico.

Es importante recordar que el auto-diagnóstico basado en los tipos de dolor de estómago puede ser arriesgado. Si experimentas dolor abdominal persistente o severo, es recomendable buscar atención médica para un diagnóstico y tratamiento precisos.

¿Cuándo acudir a un especialista?

El dolor de estómago puede transmitir información vital sobre la salud de una persona. La Organización Mundial de la Salud, OMS, ha identificado ciertas características que pueden ser señales de alerta para buscar atención médica de manera inmediata.

Es bastante común presentar incomodidad o dolor estomacal, pero la OMS enfatiza la importancia de buscar atención médica sin demora si el dolor es agudo, es decir, intenso y repentino, ya que puede indicar la presencia de una condición más seria. Además, si el dolor pasa a otras áreas del cuerpo o viene acompañado de fiebre elevada, vómitos persistentes o sangrado. Estos síntomas podrían indicar condiciones médicas que requieren evaluación y tratamiento profesional.

La recomendación de no cruzar esta "línea" se basa en que, ciertos síntomas pueden ser indicativos de problemas médicos graves. Actuar con prontitud en estos casos puede ser crucial para prevenir complicaciones y garantizar un diagnóstico y tratamiento adecuados.

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