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Joven mujer muere en Bogotá tras extraerle las cordales
Autoridades investigan el caso y al responsable del procedimiento.
Zharick Marianne Berrío Hernández, una joven enfermera originaria de Aracataca, falleció en circunstancias trágicas tras una cirugía para la extracción de las cordales en la capital colombiana.
Zharick, quien se había trasladado a Bogotá con el doble propósito de avanzar en su carrera profesional y atender sus necesidades de salud dental, enfrentó complicaciones inesperadas durante un procedimiento que es generalmente considerado de baja complejidad y rutinario.
La cirugía, que en la mayoría de los casos se realiza sin mayores incidencias, desencadenó en el caso de Zharick una grave infección que, lamentablemente, resultó en su muerte.
Este trágico evento ha puesto el foco sobre la seguridad y los estándares de las prácticas médicas en tratamientos considerados simples pero que no están exentos de riesgos.
Actualmente, las autoridades competentes están llevando a cabo una investigación exhaustiva para determinar las circunstancias exactas que rodearon el procedimiento.
Este proceso busca esclarecer si el centro médico involucrado cumplió con todos los protocolos de seguridad y estándares médicos adecuados. Además, se pretende establecer las responsabilidades pertinentes en relación con el trágico desenlace.
La muerte de Zharick ha causado suscitando un profundo pesar y también causando interrogantes sobre las medidas de seguridad y los protocolos que se siguen en procedimientos médicos aparentemente sencillos. Sus familiares claman justicia.
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¿Qué son las cordales y cómo se realiza la cirugía para su extracción?
Las muelas del juicio, también conocidas como cordales, son los últimos dientes en desarrollarse, generalmente entre los 15 y 30 años. Su erupción puede causar molestias debido a su posición y a menudo requieren extracción. Dependiendo de cómo estén posicionadas, se clasifican en mesio-anguladas, disto-anguladas, verticales u horizontales.
La cirugía para extraer las muelas del juicio es un procedimiento común, mínimamente invasivo y generalmente poco doloroso. Primero, se administra anestesia local para adormecer la zona alrededor del diente a extraer. Luego, se realiza una pequeña incisión y se utiliza instrumental especializado para extraer el diente, evitando dañar los tejidos circundantes.
Después de la extracción, se verifica que no queden fragmentos de diente ni partes óseas que puedan causar complicaciones. La herida se cierra con puntos de sutura que pueden ser reabsorbibles o retirados después de unos días, dependiendo del tipo de sutura utilizada. Se coloca una gasa para controlar el sangrado y se puede administrar sedación para mayor comodidad del paciente.
Esta cirugía se realiza típicamente con anestesia local y, a veces, sedación. En casos de extracción múltiple, como las cuatro muelas del juicio al mismo tiempo, se puede optar por la anestesia general. La duración del procedimiento varía, pero generalmente oscila entre 20 y 40 minutos.
La extracción de las muelas del juicio está indicada cuando su erupción causa molestias como inflamación, dolor persistente, caries en el segundo molar, dificultad para mantener una correcta higiene dental o presión sobre otras estructuras dentales, lo que puede interferir con la ortodoncia.
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