Exministro Alejandro Gaviria presenta preocupaciones puntuales sobre la Reforma a la Salud en Colombia

La reforma a la salud propuesta por el Gobierno ha generado un amplio debate en la sociedad colombiana, polarizando opiniones entre aquellos que defienden la participación del sector privado en la provisión de un servicio social y quienes la rechazan.

Ante esto, el exministro de Educación del gobierno de Gustavo Petro y quien estuvo al frente de la cartera de Salud del presidente Juan Manuel Santos, Alejandro Gaviria, ha presentado cinco preocupaciones puntuales en el debate.

En primer lugar, la reforma plantea un sistema de salud abierto sin plan de beneficios, sin Unidad de Pago por Capitación, UPC, sin contratos con los prestadores y sin auditorías concurrentes, entre otros.

Según Gaviria, esto llevaría a una crisis financiera en el sector y afectaría la calidad de la prestación del servicio. El exministro señala que el Ministerio de Hacienda y Crédito Público debería tener en cuenta esta situación.

En segundo lugar, Gaviria destaca que la reforma propone un sistema completamente fragmentado, lo que haría más traumática la atención del paciente.

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La atención estaría fragmentada entre el primer nivel de atención y la atención de mayor complejidad, así como entre las RISS generales y las de laboratorio, apoyo diagnóstico, farmacéuticas, de trasplantes, entre otras.

En tercer lugar, Gaviria señala que la reforma acabaría con las Entidades Promotoras de Salud (EPS) y, por lo tanto, con las capacidades acumuladas en treinta años en auditorías, compra de servicios, gestión de riesgo, manejo de enfermedades crónicas, entre otras áreas.

Si no se van a realizar labores de contratación, gestión de riesgo y auditorías, el papel de las gestoras no tendría sentido y muchas EPS saldrían del sistema, generando una crisis en la atención, aseguró Gaviria.

En cuarto lugar, la reforma plantea que el Estado asumiría los servicios sociales complementarios que hoy realizan las EPS, lo que podría generar problemas en cuanto a la centralización de los recursos, la gestión desde Bogotá de este tipo de atenciones y la falta de capacidades por parte de la ADRES, que acumularía funciones sin tener las capacidades necesarias para gestionarlas.

Finalmente, Gaviria se pregunta qué pasará con los 100 mil trabajadores de las EPS y si la ADRES tendría la capacidad para asumir las responsabilidades de coordinación y administración de todo el sistema de salud. El exministro afirma que no existe un plan claro de transición ni respuestas a estas preguntas.

En conclusión, la propuesta de Reforma a la Salud debe ser analizada de manera detallada y se deben tener en cuenta las preocupaciones planteadas por expertos en el tema como Alejandro Gaviria.

Es necesario avanzar en el debate sin caer en la polarización y las acusaciones generales, buscando siempre promover el bienestar general de la sociedad.

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