Incursión armada en Cajibío deja un patrullero muerto y cuatro policías heridos

Un patrullero de la Policía Nacional murió este domingo tras una incursión armada de las disidencias de las Farc contra la subestación del corregimiento de El Carmelo, en el municipio de Cajibío, Cauca. La víctima fue identificada como David Fabián Rodríguez Navarro, quien llevaba 14 años en la institución y más de un año en la región.

El ataque armado, que se prolongó por varias horas, también dejó a otros cuatro uniformados lesionados. Las autoridades indicaron que la estructura ilegal utilizó fusiles y explosivos para hostigar la estación, lo que generó graves daños en la infraestructura policial, la casa cural y pánico entre la comunidad, que debió confinarse para resguardar su vida.

El director de la Policía Nacional, mayor general Carlos Fernando Triana, rechazó los hechos y expresó solidaridad con las familias de las víctimas. “Condenamos y rechazamos con la mayor contundencia el atentado criminal perpetrado contra la subestación de Policía de El Carmelo que segó la vida de nuestro uniformado y dejó heridos a otros cuatro miembros de la institución”, afirmó.

Triana aseguró que la institución desplegará todas sus capacidades de inteligencia e investigación para dar con los responsables. “Nuestro compromiso es ubicar a los asesinos y ponerlos a disposición de la justicia”, añadió el oficial, en medio del llamado de las comunidades para que se refuerce la seguridad en la zona.

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Las autoridades enviaron aeronaves artilladas y tropas de la Tercera División del Ejército para apoyar a los policías bajo ataque y recuperar el control del área. Sin embargo, las denuncias de la población y de los mismos uniformados apuntan a que los refuerzos habrían tardado en llegar, en medio de la intensidad de los hostigamientos.

El hecho revive la preocupación por la seguridad en Cauca, uno de los departamentos más golpeados por la violencia derivada del accionar de grupos armados ilegales. La región ha sido escenario de enfrentamientos constantes, amenazas a líderes sociales y ataques contra la fuerza pública.

Fuentes de la Policía señalaron que los uniformados bajo ataque se mantuvieron en resistencia por más de 45 minutos antes de la llegada de apoyo militar. Durante ese lapso, la comunidad hizo llamados desesperados para que se acelerara la presencia de refuerzos ante el riesgo para los habitantes y los propios agentes.

Con este nuevo ataque, las disidencias de las Farc vuelven a poner en evidencia la compleja situación de seguridad en el suroccidente colombiano, donde confluyen disputas por corredores estratégicos, economías ilegales y una creciente amenaza para las instituciones y la población civil.

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