Senado hunde la reforma tributaria de Petro: las razones, las reacciones y lo que estaba en juego

La reforma tributaria del gobierno del presidente Gustavo Petro fue oficialmente archivada luego de que la Comisión IV del Senado negara la ponencia positiva con nueve votos contra cuatro, frenando así la iniciativa que pretendía recaudar $16 billones para el Presupuesto General de 2026. El hundimiento se dio pese a que el Ejecutivo había prolongado el debate mientras buscaba asegurar los votos que le faltaban.

En efecto, aunque las comisiones económicas de la Cámara de Representantes venían rompiendo sistemáticamente el quórum para aplazar la discusión, el Gobierno utilizó ese margen para negociar apoyos. Sin embargo, ni siquiera la advertencia del presidente Petro sobre la posibilidad de decretar una emergencia económica -interpretada por la oposición como una amenaza- logró alinear a los congresistas. La sesión, convocada para las 11:00 a. m., inició finalmente a las 12:30 p.m., momento en el que se confirmó quórum decisorio y comenzó un nuevo rifirrafe.

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Jorge Hernán Bastidas, senador del Pacto Histórico, presentó una proposición para que se escuchara nuevamente la argumentación del proyecto. Le concedieron cinco minutos, en los que defendió la necesidad de cumplir un mandato constitucional y recordó que la reforma servía para cubrir el faltante del Presupuesto 2026, ya aprobado por el Congreso. No obstante, la oposición insistió en avanzar de inmediato a la votación, convencida de que tenía los votos necesarios para hundir la iniciativa.

Posteriormente, senadores que apoyaron la ponencia del ministerio de Hacienda criticaron que varios de los congresistas que votaron en contra no asistieron a la exposición de motivos del proyecto. Además, recordaron que la reforma debía ser aprobada por las cuatro comisiones económicas conjuntas para continuar su trámite. 

Entre las concesiones que el ministerio de Hacienda estaba dispuesto a aceptar se encontraba la eliminación del impuesto al consumo de bebidas alcohólicas, que proyectaba un recaudo de $3 billones para 2026.

Asimismo, la senadora Aída Avella, del Pacto Histórico, advirtió que el archivo de la reforma impedirá aplicar un recaudo progresivo para personas con patrimonios superiores a $6.200 millones, lo que implicará una pérdida de $2,2 billones para el Estado desde el próximo año. En contraste, el senador Mauricio Gómez Amín celebró el resultado al asegurar que la caída del proyecto “blindará el bolsillo de los colombianos”. 

De igual forma, Enrique Cabrales afirmó que la iniciativa “empobrecía a los colombianos y acababa con las empresas”, y propuso un recorte del gasto público para asegurar mayores recursos en 2026.

Finalmente, el proyecto hundido contemplaba la eliminación de varios gravámenes, entre ellos el IVA a los combustibles, los impuestos a las actividades comerciales de las iglesias y los tributos al entretenimiento aplicados a boletas superiores a $500.000. Con la votación de este martes, la apuesta fiscal del Gobierno queda sin piso y el Ejecutivo deberá buscar nuevas alternativas para financiar el próximo año.

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