Debaten fondo económico para lograr desmovilización de Eln en diálogos con el gobierno

En el contexto de las actuales negociaciones para la paz en La Habana, Cuba, entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional, Eln, se destaca como un elemento crítico de la discusión la propuesta de establecer un mecanismo de financiación destinado a apoyar el proceso de desmovilización del grupo insurgente. 

Esta iniciativa, que forma parte integral del sexto ciclo de diálogos entre las partes, busca reemplazar las actividades ilícitas tradicionalmente empleadas para su financiamiento, tales como el secuestro y la extorsión, con fuentes legítimas de ingresos.

La creación de un fondo internacional para este propósito se presenta como una solución innovadora que no solo facilitaría el camino hacia la paz, sino que también incorporaría a la comunidad internacional en el esfuerzo por alcanzar una solución duradera al conflicto. Informaciones recientes indican que la posibilidad de que países y organismos internacionales, incluyendo el Reino de Noruega, las Naciones Unidas, entre otros, puedan participar activamente en la supervisión y aporte a este fondo, subraya el compromiso global con la paz en Colombia.

El proceso negociador ha revelado que ambas delegaciones, gubernamentales y del Eln, han puesto sobre la mesa la urgencia de encontrar alternativas financieras que permitan a este último grupo abandonar definitivamente sus prácticas delictivas. Los líderes de la organización conocidos por sus alias Pablo Beltrán y Antonio García, han enfatizado la necesidad de avanzar hacia métodos de financiación que dejen atrás las denominadas "retenciones" y "contribuciones", refiriéndose al secuestro y la extorsión, respectivamente.

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Dentro de las condiciones establecidas para la implementación de este fondo, destaca la exigencia de adherirse al derecho internacional humanitario, lo que garantizaría que los recursos se manejen de manera ética y contribuyan efectivamente al proceso de paz. Este enfoque resalta la importancia de una paz construida sobre los principios de justicia y respeto por los derechos humanos.

A medida que se acerca el fin del actual Cese al Fuego Bilateral Nacional y Temporal (CFBNT), las partes han acordado extender el acuerdo hasta el 5 de febrero de 2024, ofreciendo una ventana de oportunidad para consolidar los avances en la negociación y establecer una base firme para el cese definitivo de hostilidades. 

Este periodo adicional es crucial para definir las directrices del mencionado fondo internacional y para asegurar la participación activa de la sociedad civil en la implementación de proyectos productivos que faciliten la reintegración de los excombatientes en la sociedad.

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