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Colombia le daría asilo a Nicolás Maduro: la polémica declaración de la canciller Villavicencio
Gobierno Petro contempla posible salida negociada de Maduro sin cárcel, según canciller.
La canciller de Colombia, Rosa Villavicencio aseguró que el gobierno Petro estaría dispuesto a ofrecer asilo político en el país, al jefe del régimen en Venezuela, Nicolás Maduro
El contexto de estas declaraciones en Caracol Radio se da en un momento de fuerte presión internacional sobre el régimen venezolano por violaciones de derechos humanos.
Aunque Venezuela no está formalmente siendo juzgada en La Haya por orden de detención actualmente activa contra Maduro —como ha ocurrido con otros líderes mundiales—, la Corte Penal Internacional (CPI) ha mantenido desde 2023 un examen preliminar sobre presuntas violaciones de derechos humanos cometidas durante su gobierno, que podrían constituir crímenes de lesa humanidad, y los jueces del tribunal rechazaron apelaciones del Estado venezolano para detener esa investigación.
Además, misiones internacionales de verificación de Naciones Unidas han concluido que las fuerzas estatales venezolanas han cometido violaciones graves de derechos humanos, incluyendo detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas y represión, sobre las cuales existe evidencia suficiente para calificar estas prácticas como parte de un patrón sistemático de abuso.
Estos antecedentes sitúan las declaraciones de Villavicencio en un escenario extremadamente delicado: un mandatario acusado —aunque no procesado formalmente en una sede judicial internacional— de violaciones graves mientras Colombia evalúa posiciones diplomáticas sobre su posible salida o destino político.
El régimen de Maduro ha provocado una de las crisis migratorias más grandes de América Latina en el siglo XXI. Según datos de ACNUR y organizaciones humanitarias, el número de refugiados y migrantes venezolanos en el mundo ha alcanzado casi 7,9 millones de personas, incluyendo solicitantes de asilo, personas desplazadas y migrantes en situaciones irregulares.
Este éxodo comenzó hace más de una década, pero se ha acelerado entre 2014 y 2025 con cifras alarmantes. Por ejemplo: En 2015, alrededor de 695.000 venezolanos habían abandonado el país, mientras que para 2019 la cifra superaba los 4 millones según estimaciones de ACNUR y la OIM, un crecimiento exponencial que refleja la profundización de la crisis.
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En los últimos siete años, las estimaciones recientes de ACNUR calculan que más de 7,8 millones de venezolanos han emigrado o buscado refugio en distintos países, siendo Colombia uno de los principales destinos.
Más allá de la migración, diversas organizaciones internacionales han advertido sobre la profunda crisis social, económica y de seguridad en Venezuela.
Informes y testimonios recopilados por organismos de derechos humanos reflejan que la crisis ha empujado a miles de mujeres y niños hacia situaciones de prostitución y trata de personas ante la falta de oportunidades y la escasez de recursos básicos.
El contexto económico también ha sido devastador. La hiperinflación, la caída del producto interno bruto, la escasez crónica de alimentos, medicinas y servicios básicos han colocado a amplios sectores de la población en condiciones de pobreza extrema, obligando a muchos a buscar oportunidades fuera del país y dejando a otros atrapados en situaciones de vulnerabilidad grave.
Este miércoles, la líder opositora venezolana María Corina Machado recibió el Premio Nobel de la Paz, aunque no pudo asistir a la ceremonia por restricciones y un complicado viaje desde Venezuela.
En el evento, su hija leyó un discurso cargado de denuncias contra el régimen de Maduro, destacando la represión, el desmantelamiento de las instituciones democráticas y la movilización ciudadana en busca de libertad.
El Nobel ha puesto nuevamente en el centro del debate internacional la situación de Venezuela, consolidando el discurso de que el país se enfrenta a un régimen autoritario que ha debilitado las libertades civiles, sociales y políticas, lo que ha profundizado tanto la crisis humanitaria como la necesidad de respuestas regionales y globales.
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