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Autoridades iraníes aplican con firmeza las normas de vestimenta: ¿Qué significa para las mujeres?
La 'policía de la moralidad' vuelve a las calles de Irán con represión del hiyab y protestas masivas
En una movida alarmante que marca el retorno de la infame 'policía de la moralidad', las autoridades iraníes están aplicando con firmeza las estrictas normativas de vestimenta, que incluyen el uso obligatorio del hiyab para las mujeres en el país.
El portavoz de la fuerza policial iraní, Saeid Montazeralmahdi, confirmó el domingo la reactivación de las patrullas a pie y en vehículos para sancionar a aquellos cuya indumentaria no se adecúe a los estándares de la República Islámica.
Según Montazeralmahdi, la policía de la moralidad "emitirá advertencias y luego presentará al sistema judicial a las personas que persistan en desobedecer las normativas, independientemente de las consecuencias de su atuendo inapropiado". Sus palabras fueron reproducidas por los medios estatales.
Esta severa política espera que todos se ajusten a los códigos de vestimenta aceptados, liberando así a los oficiales para que se dediquen a "otras misiones policiales vitales". Los oficiales son responsables de advertir a las mujeres, e incluso a veces a los hombres, que corrijan su atuendo, según precisó Al Jazeera.
Las advertencias pueden variar desde pedir a las mujeres que ajusten sus pañuelos en la cabeza hasta exigir un cambio de ropa por algo más amplio y considerado apropiado.
Las mujeres que son percibidas como transgresoras de estas normas pueden ser detenidas y llevadas a los denominados centros de reeducación dirigidos por la policía. Este preocupante regreso de la 'policía de la moralidad' ocurre apenas 10 meses después de que Mahsa Amini, de 22 años, muriera bajo custodia policial tras ser detenida por una supuesta violación del código de vestimenta.
La muerte de Amini desató una serie de protestas masivas que se extendieron por meses en todo el país, durante las cuales la policía de la moralidad estuvo notablemente ausente de las calles iraníes.
En el período posterior a las protestas, las autoridades iraníes habían mostrado cierta reticencia a utilizar métodos confrontativos para hacer cumplir las leyes del hiyab, que fueron impuestas poco después de la revolución islámica de 1979. Sin embargo, este enfoque parece estar cambiando gradualmente.
Durante los últimos meses, la policía ha estado utilizando cámaras de vigilancia para identificar a quienes no cumplan con las reglas del hiyab. Los infractores reciben advertencias, multas, o incluso comparecen ante los tribunales.
Aquellos que violen el código de vestimenta mientras conducen podrían enfrentarse a la confiscación de sus vehículos. Las empresas también han sido blanco de esta política cada vez más rigurosa. Numerosos cafés, restaurantes y centros comerciales emergentes enfrentan cierres por ofrecer servicios a mujeres que llevan hijabs flojos. En esta semana, se han registrado varios incidentes de alto perfil relacionados con el hiyab.
Las autoridades han publicado un video que muestra a un grupo de policías, acompañados por un equipo de cámaras, patrullando y exigiendo a mujeres de todas las edades que se ajusten el hiyab. La cámara enfoca a las mujeres mientras una animación indica que han sido identificadas y remitidas al sistema judicial.
"O te ajustas el hiyab o entras en la camioneta", amenaza una voz distorsionada digitalmente en el video. "Si crees en la libertad, dejaré libres a todos los ladrones y violadores para que sepas cómo funcionan las cosas".
En otro incidente ocurrido el domingo, el actor Mohamad Sadeghi fue arrestado tras publicar un video en línea criticando la política del hiyab. Había respondido a un clip en el que se veía a una oficial sosteniendo a una mujer contra la pared por llevar el hiyab. “Si veo una escena como esta en persona, podría cometer un asesinato. Cuidado, es mejor que creas que la gente te va a matar”, había dicho Sadeghi, lo que resultó en su arresto por "amenazar a la policía".
Por otra parte, esta semana, un tribunal sentenció a la actriz Azadeh Samadi a una prohibición de seis meses de usar redes sociales y su teléfono móvil, además de terapia obligatoria para curarla de una "enfermedad de personalidad antisocial" tras asistir sin velo al funeral de un director de teatro en mayo. Samadi se suma a una lista creciente de actrices que han sido penalizadas por abandonar sus velos en público o en línea.
Mientras tanto, el gobierno y el parlamento han estado trabajando en una legislación destinada a reforzar los controles del hiyab, aunque la propuesta ha sido criticada por opositores conservadores que argumentan que es demasiado indulgente.
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