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Cielo Rusinque, superintendente de industria y comercio, denunció seguimientos de agentes del CTI
La funcionaría dice que fueron hasta su vivienda y tomaron fotografías.
La titular de la Superintendencia de Industria y Comercio, Cielo Rusinque Urrego, ha puesto de manifiesto una serie de episodios inquietantes que sugieren un posible seguimiento y vigilancia en torno a su domicilio personal, situación que ha levantado alarmas sobre su seguridad y la de su entorno familiar.
Este incidente, divulgado a través de plataformas digitales y medios de comunicación, ha desatado una ola de comentarios y análisis sobre las implicaciones de seguridad para funcionarios públicos en Colombia.
El inicio de esta cadena de eventos se remonta al 21 de noviembre del año anterior, cuando, según lo reportado por Rusinque Urrego, individuos armados y presuntamente identificados como miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) fueron observados en las inmediaciones de su residencia.
Estos sujetos, a bordo de una camioneta blanca, habrían interrogado al portero del edificio con preguntas específicas sobre la ubicación del apartamento de Rusinque y detalles sobre los sistemas de seguridad del complejo residencial. Durante esta interacción, se tomó fotografías de áreas clave del edificio, lo que ha sido interpretado como una acción de vigilancia.
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Ante la gravedad de los hechos, Rusinque Urrego no tardó en formalizar su preocupación ante la Fiscalía General de la Nación, mediante un derecho de petición dirigido específicamente al fiscal Francisco Barbosa, buscando esclarecer la naturaleza y el propósito de la presencia de estos individuos en su lugar de residencia.
A esta solicitud inicial se sumó posteriormente una ampliación de denuncia tras un nuevo episodio alarmante: la detección de un dron realizando labores de observación cerca de la ventana de su hijo menor de edad, un acto que intensificó la sensación de vulnerabilidad y riesgo para la familia.
Pese a estas acciones, la respuesta de las autoridades ha sido, hasta el momento, insuficiente para disipar las dudas y temores de la superintendente, quien ha manifestado públicamente su descontento y preocupación por la falta de claridad y la aparente inacción frente a un escenario que percibe como una amenaza directa a su integridad y la de su familia.
Este sentimiento se ve respaldado por la solidaridad de figuras públicas y ciudadanos que, a través de la etiqueta #LaConjuraEnTiemposDeBarbosa, han expresado su apoyo y exigido una actuación más decidida por parte de la Fiscalía para garantizar la seguridad y el bienestar de Rusinque Urrego y sus seres queridos.
Este incidente no solo pone en relieve los desafíos y riesgos a los que se enfrentan los funcionarios públicos en el ejercicio de sus labores, sino que también subraya la necesidad imperante de asegurar un marco de protección eficaz que salvaguarde su integridad personal y familiar frente a cualquier forma de hostigamiento o intimidación.
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