Velatón en Villavicencio por la liberación del hijo del cantante Giovanny Ayala

A una semana del secuestro de Miguel Ayala, de 21 años, hijo del reconocido cantante de música popular Giovanny Ayala, la ciudad de Villavicencio se convirtió en escenario de un multitudinario acto de solidaridad. Familias, vecinos y seguidores del artista se reunieron este jueves en una velatón, vestidos de blanco y rodeados de velas, para pedir el regreso del joven y de su mánager, Nicolás Pantoja.

La concentración, realizada en la plaza Los Libertadores, estuvo marcada por abrazos, plegarias y mensajes de apoyo. Los asistentes acompañaron al cantante en uno de los momentos más difíciles de su vida, elevando oraciones para que ambos secuestrados regresen sanos y salvos al hogar que los espera.

Natalia Ayala, hermana de Miguel, afirmó que la familia continúa aferrada a la esperanza. Conmovida, aseguró que confían en el pronto reencuentro: “Seguimos confiando en que van a regresar”. La comunidad respondió con aplausos y silencios respetuosos que reforzaron el pedido de no perder la fe.

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Giovanny Ayala también participó en la velatón. Desde el mismo lugar donde lo acompañaron sus paisanos, agradeció los gestos de solidaridad y aseguró que la unión de Villavicencio se ha convertido en un sostén emocional para él y los suyos. El intérprete de “De Rodillas te pido” explicó que existen varias hipótesis sobre los responsables del secuestro, pero precisó que es el GAULA Antisecuestro quien lidera la investigación.

El cantante dirigió un mensaje a los captores, apelando a su humanidad: “Pedirles que se pongan la mano en el corazón. Aquí hay una familia sufriendo muchísimo”. Reiteró que ni su hijo ni su mánager tienen vínculos con los conflictos armados que atraviesan el país, y subrayó que lo único que desean es su liberación inmediata. Incluso aseguró que, si ambos regresan con vida, la familia no interpondrá denuncias y optará por “borrón y cuenta nueva”.

Al final de la jornada, entre lágrimas, Ayala envió un mensaje directo a Miguel: “Te amo muchísimo. Aquí te estamos esperando con mucha ilusión”. Mientras tanto, la comunidad de Villavicencio y el país entero continúan en vigilia, aguardando respuestas y aferrándose a la esperanza de un desenlace favorable.

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