Hacia las 4:00 de la tarde de este jueves 27 de octubre, Elsa Rojas una recicladora ingresó angustiada al Hospital Vista Hermosa de Ciudad Bolívar, con un bebé en brazos y acompañada de dos patrulleros del CAI de la zona.
Con la voz entrecortada le informó al persona médico que estaba realizando sus labores de reciclaje de rutina en el barrio Tabora Altaloma, cuando en un contenedor ubicado en la carrera 26 con calle 76 sur en una bolsa de basura encontró a un bebé inerte.
Era un N.N de 34 semanas de gestación, sexo masculino, de 49 centímetros de talla y un peso de 1.9 kilogramos. Había ingresado sin signos vitales.
A pocas cuadras del lugar, una turba enardecida de alrededor de 300 personas golpeaba a una mujer a quien señalaban de ser la madre del menor encontrado en la basura.
La golpearon, la insultaron, la amenazaron y le lanzaron piedras, como en el medioevo pretendían lapidarla. La policía del cuadrante 42 llegó y pidió apoyo al CAI.
La mujer de 28 años llamada N.R.G.C ( La Agencia de Periodismo Investigativo se abstiene de revelar su nombre completo) fue traslada de urgencia al hospital de Meissen. Con otro detalle, para evitar el linchamiento, patrulleros de la policía tuvieron que vestir a la mujer con un uniforme de la institución.
Pero la turba enardecida no paró, el rumor de su identidad se conoció en minutos y el grupo se desplazó hasta la vivienda de la mujer.
En el lugar estaba la abuela del bebé abandonado, la hermana de la mujer, una cuñada y dos niños de 8 y 11 años. Amenazaron con lincharlos también.
En el hospital se consignó que fue ingresada una mujer, al parecer, habitante de calle, con parto extra hospitalario, presentaba un sangrado profundo. Aseguró desconocer el paradero y la situación del bebé, no respondió más preguntas y pidió que su nombre no fuera revelado.
Según la investigación de los actos urgentes desarrollados, policía judicial estableció que los dos menores de 8 y 11 años, hijos de la mujer fueron quienes dejaron en la basura al bebé.
Un testigo del hecho, relató en las últimas horas lo que ha pasado con el caso: “la quieren hacer ver a ella como un monstruo, pero no hay certeza de que el feto haya nacido vivo. Están intentando judicializarla como sea por homicidio agravado cuando podría tratarse de incluso el delito de aborto”, indicó a esta Agencia.
Lo cierto es que sigue el alboroto por el caso. Incluso hay enfrentamiento entre las autoridades y la misma institución hospitalaria donde esta recluida la mujer por el acceso a la historia clínica sin orden judicial.
El dictamen médico del niño será determinante para establecer la responsabilidad penal de la mujer. Con tres circunstancias particulares frente a la justicia, según explicaron abogados penalistas a la Agencia de Periodismo Investigativo, API.
En el primer caso si se comprueba que después del nacimiento ella asesinó a su hijo y procedió a abandonar su cadáver, tendría que responder por homicidio agravado y se enfrentaría a una pena de hasta 50 años de prisión.
Si el menor fue sido arrojado vivo a la basura, el tipo penal cambiaría y respondería por el delito de abandono. Según el Código Penal, la pena sería de entre 32 y 108 meses de prisión, es decir entre, casi tres a nueve años en la cárcel.
Una tercera hipótesis es que se pudo tratar de un aborto practicado en casa pues la mujer tenía 34 semanas de gestación y no se ha establecido científicamente si la criatura nació con vida. Al respecto, un penalista aseguró que de comprobarse esta situación le sería aplicable la sanción contemplada por el delito de aborto, pues la Corte Constitucional despenalizó esta práctica hasta los seis meses o 24 semanas.
Para establecer si nació vivo o no, el cadáver del menor deberá ser sometido a una prueba técnica denominada docimasia pulmonar, explicó un médico forense.
Es la historia de una mujer a la que lincharon por la muerte de su bebé de 34 semanas sin tener la certeza de si se trató de un aborto en casa o abandono del feto.
Sea cual sea el resultado de la investigación que adelantan las autoridades en un hecho que derivó en el linchamiento de la mujer por parte de habitantes de Ciudad Bolívar, el caso merece claridad en el procedimiento, así como precisión en los hechos que derivaron en la muerte del hijo de una mujer en extrema pobreza.
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