Cardiólogos del Hospital General de Medellín advierten posible suspensión de servicios para enero

En una situación que podría afectar la atención médica en el Hospital General de Medellín (HGM), el grupo de cardiólogos del centro de salud ha emitido un comunicado expresando su creciente inquietud debido a los retrasos en el pago de sus salarios. Este problema, según advierten, podría resultar en la suspensión de servicios a partir del 1 de enero de 2024, lo que pone en riesgo la atención a los pacientes.

¿Qué alegan los cardiólogos del Hospital General de Medellín?

En el comunicado, los cardiólogos destacan varias deficiencias en el funcionamiento del hospital, incluyendo la intermitencia en la toma de muestras, los resultados de laboratorio y la disponibilidad de estudios de imagenología. Además, señalan la escasez de insumos para procedimientos de cardiología intervencionista y cirugía cardiovascular, factores que impactan directamente en la calidad de la atención brindada.

La falta de respuesta administrativa por parte del hospital ha llevado a los cardiólogos a expresar su preocupación. Aunque hasta el momento han evitado suspender sus labores para no afectar a los pacientes, advierten que la persistencia de estas condiciones podría llevarlos a tomar medidas drásticas.

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Llamado urgente al Hospital General de Medellín

En la carta dirigida a la administración del hospital, los cardiólogos hacen un llamado urgente para abordar las deficiencias en la atención médica y garantizar una atención segura y oportuna para los pacientes. Advierten que, de no mejorar las condiciones laborales y de pago, podrían suspender sus actividades a partir del próximo año, alegando incumplimiento del contrato por parte del hospital.

Esta situación plantea un desafío significativo para el HGM, ya que la posible suspensión de servicios no solo afectaría a los cardiólogos, sino que tendría un impacto directo en la calidad y disponibilidad de la atención médica para la comunidad. La administración del hospital se enfrenta ahora a la tarea urgente de abordar estas preocupaciones y garantizar un entorno de trabajo adecuado. En última instancia, la prioridad debe ser asegurar que los servicios médicos cruciales no se vean interrumpidos y que los pacientes reciban la atención que merecen.

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