Rifirrafe entre presidencia y alcaldía por disturbios de indígenas

Tras los actos vandálicos que se presentaron el día de ayer en el centro de la ciudad de Bogotá, por parte de indígenas de la comunidad embera que alegaban que el gobierno no les cumplió con las promesas luego de su desalojo del Parque Nacional, se presentó una discusión entre la presidencia y la alcaldía por estos disturbios.

La alcaldesa de la capital, Claudia López, indicó que Bogotá “es la única ciudad y entidad que ha dado refugio y ayuda humanitaria a los emberas por +de 2 años! Es inadmisible que nuestros servidores sean agredidos! El gobierno nacional ni evita que los desplacen ni les garantiza retorno seguro. Bogotá no puede seguir sola en esto”. 

Ante esto, el ministro del Interior, Alfonso Prada, respondió a esta polémica indicando que desde el gobierno nacional atenderán “la crisis humanitaria que padecen 900 indígenas embera que fueron sacados del parque Nacional y reubicados en un edificio que lleva semanas sin agua ni luz. Hacemos un llamado a NO acudir a la violencia como mecanismo para presionar la solución de problemas”.

De hecho, el presidente de la República, Gustavo Petro, rechazó los actos vandálicos y condenó los hechos. Además, se reunió con los voceros de los manifestantes. 

"Me reúno con la comunidad Embera víctima de desplazamiento y ubicada en Bogotá. Hace un mes no tienen agua potable, viven hacinados más de 1200 personas donde solo caben 400. Han visto morir 21 de sus integrantes la mayoría niños en Bogotá", indicó el jefe de estado.

"Se sienten engañados en su dignidad. Cada vez que los golpean vienen más a Bogotá. Son un pueblo que rechaza el trato indigno, la palabra engañosa. No saben la mayoría hablar español, los discriminan por ello. Los funcionarios no tienen la educación para lograr entenderlos", añadió el presidente.

El mandatario aseguró que los acuerdos que firmó el gobierno anterior, "serán cumplidos por nosotros". Además, confirma que la paz en el alto Andagueda, de Chocó, donde se asientan cientos de ellos, facilitará el problema de incomprensión étnica en el centro de Bogotá.

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