Macabro plan: engañaron a joven que fue asesinado y desmembrado en Medellín

Un crimen violento sacudió recientemente el barrio Las Granjas en Manrique, comuna 3 de Medellín, donde un adolescente de 16 años admitió ante las autoridades haber acabado con la vida de otro joven, a quien además desmembró. 

Este hecho se registró en las últimas horas y se complicó aún más con la confesión de una joven de 17 años, quien también reconoció su participación en el delito.

El menor, después de cometer el homicidio, se dirigió a la estación de policía local para detallar lo ocurrido. Siguiendo sus indicaciones, los oficiales localizaron restos del cuerpo de la víctima dispersos en varios puntos del área. 

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Durante las investigaciones, la adolescente se acercó a los oficiales y confesó su rol en el crimen. Ambos jóvenes fueron entregados a la Policía de Infancia y Adolescencia.

Inicialmente, se informó que el adolescente que confesó primero habría argumentado que la víctima entró a su domicilio posiblemente con intenciones de agredirlos con un arma blanca, lo que lo llevó a defenderse. 

No obstante, las autoridades están llevando a cabo investigaciones adicionales para esclarecer las circunstancias y motivos detrás de este homicidio, ya que los adolescentes han proporcionado nuevas declaraciones al respecto.

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El miércoles 26 de junio, un juez de control de garantías dictaminó la medida de internamiento preventivo para ambos menores en un centro especializado. 

Los dos aceptaron los cargos de tortura y homicidio agravado que les imputó una fiscal de la Unidad de Responsabilidad Penal para Adolescentes.

Información previa a estos eventos fue revelada por un medio de comunicación local, que identificó a la víctima como Brayan Salas Loaiza, un joven de 19 años, originario de El Bagre, quien hasta hace poco trabajaba en una finca cafetera en el municipio de Andes, suroeste antioqueño. 

Según este medio, Salas conoció allí a quien más tarde se convertiría en su victimario y con quien desarrolló una relación cercana. Después de perder su empleo en la finca, aceptó la invitación de este adolescente para trasladarse a Medellín y trabajar en un lavadero de autos.

Salas llegó a Medellín el 17 de junio, un día antes de su trágica muerte, y se hospedó en la casa del joven que finalmente lo asesinaría. Ese fue el último día que Salas se comunicó con su madre. 

Reportes indican que Salas fue asesinado mientras dormía y que sus victimarios decidieron entregarse tras ser capturados por cámaras de seguridad intentando deshacerse del cuerpo desmembrado.

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