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En riesgo viajeros de carretera al Llano en Navidad y Año Nuevo tras atentados terroristas
Aumenta la alerta en el Meta por atentados con explosivos en momentos de éxodo masivo de turistas.
El departamento del Meta enfrenta una situación de inseguridad tras sucesivos atentados con explosivos. La madrugada del 18 de diciembre fue escenario de dos ataques en puntos críticos de su red vial: el peaje de Pipiral, en la ruta Bogotá-Villavicencio, y el peaje de Ocoa, en la vía Villavicencio-Acacías.
Estos incidentes provocaron daños materiales significativos en la infraestructura vial y en las instalaciones de los peajes, aunque, afortunadamente, no se reportaron víctimas.
Estos sucesos no son aislados. El 11 de diciembre, un ataque similar ocurrió en el peaje de Boquerón, Chipaque, Cundinamarca, resultando en heridas a dos trabajadores del lugar.
Las autoridades regionales, incluido el gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, han expresado su preocupación, señalando que los materiales usados en los ataques son de origen bélico y pertenecen a grupos fuera de la ley.
El gobernador ha solicitado la militarización de estas áreas críticas para prevenir futuros incidentes y garantizar la seguridad de los ciudadanos y viajeros que transitan por estas rutas.
En respuesta a estos eventos, la concesionaria Coviandina, responsable de la gestión de estas vías, ha condenado enérgicamente estos actos que perturban la tranquilidad y seguridad de los usuarios.
La situación actual demanda una respuesta coordinada de las autoridades para salvaguardar la integridad de la infraestructura vial y la seguridad pública en el Meta, una región vital para la conectividad y el comercio en Colombia.
La militarización de los peajes en el Meta, una medida adoptada tras estos atentados, busca proporcionar una solución inmediata al clima de inseguridad, mientras se desarrollan estrategias a largo plazo para enfrentar y erradicar la amenaza de violencia que afecta a la región.
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