Ejército refuerza seguridad en Tunja tras intento de atentado con carrobomba atribuido al ELN

Un fuerte dispositivo de seguridad se desplegó este sábado en Tunja, luego de que las autoridades detectaran un carrobomba abandonado a pocos metros del Batallón Simón Bolívar. El comandante de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides, confirmó que la principal hipótesis señala al frente Adonay Ardila Pinilla del ELN como responsable de la acción terrorista frustrada.

El hecho ocurrió en el barrio Curubal, donde una volqueta con explosivos fue dejada por dos hombres que huyeron del lugar. De inmediato, se activaron los protocolos de emergencia y unidades antiexplosivos del Ejército y la Policía Nacional aseguraron la zona mientras inteligencia militar analizaba cámaras de seguridad para identificar a los sospechosos.

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, anunció una recompensa de hasta 100 millones de pesos por información que permita capturar a los responsables del atentado y 200 millones por datos que ayuden a prevenir otros ataques similares en el país. “No retrocederemos ante las amenazas del terrorismo. Boyacá se mantiene firme y en pie”, declaró el funcionario.

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Según fuentes oficiales, el vehículo abandonado causó daños menores en la infraestructura militar y dejó dos personas con heridas leves. La rápida reacción de las tropas impidió una tragedia de mayores proporciones. La volqueta está siendo analizada por peritos para determinar el tipo y la cantidad de explosivos empleados.

La cúpula militar, encabezada por el almirante Cubides y el general Luis Emilio Cardozo, se trasladó a Tunja para coordinar una reunión extraordinaria de seguridad. Allí se evaluarán las estrategias de inteligencia y los refuerzos operativos en zonas donde se ha reportado presencia de estructuras del ELN.

El comandante del Ejército Nacional condenó la acción y aseguró que “se intensificará la ofensiva militar y policial en todo el departamento para capturar a los responsables de este atentado cobarde contra la población y las Fuerzas Militares”.

Las autoridades reiteraron el llamado a la ciudadanía para reportar cualquier actividad sospechosa. Boyacá, una región que había mantenido relativa calma frente a hechos de violencia armada, se convierte nuevamente en escenario de preocupación por la reaparición de estructuras subversivas.

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