Descubren 'casas de pique' en el centro de Bogotá

El hallazgo de un hombre al interior de una bolsa de basura con 162 heridas de arma blanca, amarrado de pies y manos, encendió la alarma en Bogotá por similitudes con otros cinco cuerpos encontrados en las últimas semanas en la ciudad y que habían sido violentados de la misma manera. 

De acuerdo con los detalles de una investigación de las autoridades revelados por la revista Semana, se trataría de la existencia de ‘casas de pique’ que operan en el centro de la capital y que serían las responsables de los últimos asesinatos bajo el mismo modus operandi que correspondería a “una macabra mensajería entre organizaciones criminales que se disputan el tráfico de drogas en la capital”.

Las víctimas desaparecen en la calle conocida como 'la cuadra de la muerte' en el sector de San Bernardo, el mismo lugar donde se  ubican las ‘casas de pique’ donde son torturadas y posteriormente asesinadas, los investigadores de la Sijín de la Policía Metropolitana de Bogotá, alertan que “consumidores, distribuidores y quien permanezca cerca del mercado ilegal de las drogas está en riesgo”.

Por su parte, Medicina Legal encontró un patrón en los asesinatos de los cuerpos hallados que corresponden a hombres entre los 25 y 35 años, en la forma en la que atan a las víctimas, los múltiples signos de tortura con arma blanca y las causas de la muerte de la mismas, que detallan el modus operandi de las viviendas en el centro de la capital conocidas como ‘casas de masajes’ donde se llevan a cabo los macabros asesinatos.

Los detalles de la investigación, dan cuenta que las ‘casas de masajes’ en el barrio San Bernardo, el sector de Cinco Huecos y La Favorita, son viviendas que debieron haber sido demolidas por el Distrito en el marco del desarrollo del plan de mejoramiento del centro, sin embargo, ahora operan como centros de tortura y asesinato que se “esconden bajo la fachada de pagadiarios, un amago de hotel que cobra hasta 5.000 pesos por una noche de alojamiento. En esas habitaciones, las víctimas son secuestradas, amarradas, torturadas y asesinadas. Lo que sigue es sacar los cadáveres”.

Con el fin de evitar cualquier tipo de sospecha o requisa por parte de las autoridades, los cuerpos son sacados por habitantes de calles en carretas de “reciclaje” en unos horarios y bajo unas indicaciones específicas, y se apilan con basura, escombros y hasta colchones fétidos en un andén de plena vía pública, mientras un campanero en bicicleta alerta de la presencia de la Policía y verifica que el habitante de calle complete su labor.

Para los investigadores de la Sijín, es un claro mensaje entre las organizaciones criminales en donde “los traficantes de droga acudieron a la barbarie para imponer una idea de superioridad en determinadas zonas de la ciudad. Una especie de venganza anticipada que garantiza su permanencia o la impone con sangre”. 

Los asesinatos, serían con el fin de definir los territorios de tráfico divididos por fronteras invisibles delimitadas por cuadras, como en el sector del Barrio Santa Fe, que no supera los 300 metros y que está marcado por “la advertencia de quién puede pasar, qué se puede vender y cuánto se puede cobrar. Mientras que en una cuadra se vende marihuana, en otra, bazuco y en la siguiente, cocaína”.

Solo en lo corrido del mes de abril se han encontrado seis cadáveres que retratan el horror del narcotráfico en Bogotá y que han llegado a la morgue como NN bajo los mismos signos de violencia y tortura, por lo que las autoridades adelantan operativos para desmantelar las bandas de narcotráfico que distribuirán las sustancias a las demás localidades de la ciudad y que además, estarían integradas por venezolanos que en revelaciones contra traficantes colombianos ahora se enfrentan en una asonada de asesinatos contra ellos.

Créditos: Semana

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