Publicidad
Publicidad
Concejales de Rivera, Huila, bajo amenaza: denuncian presión de la Segunda Marquetalia
Los cabildantes enfrentan intimidaciones que van desde mensajes por WhatsApp hasta el envío de coronas fúnebres. Uno de ellos ya renunció y pidió asilo en el extranjero, ante el temor por su vida y la falta de protección estatal.

Una nueva ola de amenazas e intimidaciones se cierne sobre los concejales del municipio de Rivera, en el departamento del Huila. Según denuncias recientes, los cabildantes han sido blanco de presiones por parte de lo que se presume son integrantes de la Segunda Marquetalia, una de las disidencias de las extintas FARC.
La situación, que también afecta a empresarios y comerciantes locales, ha generado un ambiente de creciente inseguridad. El concejal Andrés Calderón relató que las amenazas comenzaron tras interponer una demanda de nulidad contra actos administrativos de la administración anterior. “La demanda fue fallada a mi favor en primera instancia por el Juzgado Administrativo 1 de Neiva. A partir de ese momento, comenzaron a llegar más amenazas. Otros dos compañeros también han sido intimidados”, explicó.
Los concejales acudieron a la Fiscalía General de la Nación, que activó junto a la Unidad Nacional de Protección (UNP) y la Procuraduría, la ruta de atención correspondiente. Sin embargo, las medidas de seguridad implementadas hasta ahora han sido insuficientes, según los denunciantes.
Las intimidaciones han escalado: mensajes por WhatsApp, citaciones forzadas a reuniones en veredas rurales y el envío de coronas fúnebres con amenazas explícitas han sido algunas de las tácticas empleadas. “Nos han llegado mensajes y esas boleticas que le dicen a uno que debe ir a ciertas veredas. Obviamente, nadie ha ido”, contó un concejal en declaraciones a Revista Semana.
Pese a contar con algunos elementos de protección, como chalecos antibalas y botones de pánico, varios concejales aseguran que estos son ineficaces. “A dos compañeros les dieron chalecos que no les sirven, a otro un botón de pánico que no funciona. A mí y a otro ni siquiera nos han respondido”, denunció otro cabildante.
Lea también: (Presidente Petro difundió imagen del presunto responsable de atentado en La Plata, Huila)
El miedo ha trastocado la rutina diaria de los funcionarios. “Ya no salgo de noche, trato de estar siempre acompañado. No vuelvo a veredas y me quedo en el casco urbano el mayor tiempo posible. Aquí lo único que queda es encomendarse a Dios”, expresó uno de los amenazados.
La tensión se intensifica en un contexto regional marcado por la violencia, como el reciente atentado con motobomba en La Plata, Huila, que dejó dos muertos y más de treinta heridos. El temor no es infundado: según recordaron algunos cabildantes, el municipio ya vivió en el pasado el asesinato de toda una corporación de concejales a manos de grupos armados ilegales.
La falta de garantías ha llevado a uno de los concejales a tomar una decisión drástica: renunció a su cargo y solicitó asilo en el extranjero. “No podía seguir viviendo con esta presión constante. Las amenazas no paraban y la protección no llegaba”, dijo al medio citado.
Otras noticias
Etiquetas