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Cinco soldados secuestrados en Arauca agravan la crisis de orden público en el oriente del país
Las disidencias de las Farc y el ELN serían responsables del nuevo secuestro ocurrido en Tame, Arauca.
El secuestro de cinco soldados del Ejército Nacional en Tame, Arauca, encendió nuevamente las alarmas sobre la situación de orden público en el oriente de Colombia. Los uniformados fueron interceptados este sábado 9 de noviembre por un grupo armado ilegal en la vereda Santo Domingo, cuando viajaban en un bus interdepartamental hacia su batallón tras un permiso.
Fuentes del Ejército confirmaron que los soldados fueron obligados a descender del vehículo y trasladados con rumbo desconocido. Aunque aún no se ha identificado oficialmente a los responsables, en la zona operan estructuras del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y de las disidencias de las Farc bajo el mando de alias Iván Mordisco.
La Defensoría del Pueblo confirmó los hechos y exigió la liberación inmediata e incondicional de los uniformados. “De no hacerse, se podría configurar la infracción de toma de rehenes”, advirtió el organismo, que además ofreció acompañamiento humanitario para facilitar su retorno.
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El secuestro se suma a una serie de retenciones recientes en el mismo departamento. En Tame permanecen en cautiverio dos funcionarios de la Fiscalía, Jesús Antonio Pacheco Oviedo y Rodrigo Antonio López Estrada, además de dos agentes de la Dijín, Yordyn Pérez Mendoza y Franque Hoyos Murcia, todos en poder del ELN.
De acuerdo con cifras oficiales, entre enero y noviembre de 2025 se han registrado 437 secuestros en Colombia, de los cuales 133 corresponden a integrantes de la fuerza pública. En siete casos, las víctimas continúan en cautiverio, incluyendo cuatro militares y tres policías.
El fenómeno del secuestro sigue concentrado en zonas con fuerte presencia de grupos armados ilegales, donde la población civil enfrenta además amenazas, extorsiones, desplazamientos y la instalación de minas antipersonal. Estas prácticas fortalecen el control territorial de las organizaciones insurgentes y criminales.
Las autoridades han desplegado operativos conjuntos entre Ejército, Policía y organismos de inteligencia para ubicar a los uniformados secuestrados y reforzar la seguridad en los corredores estratégicos de Arauca. Sin embargo, los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las Farc mantienen la región al borde de una nueva escalada de violencia.
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