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Secretos profesionales de Iris Marín Ortíz que la tienen como favorita a la Defensoría del Pueblo
Una sobresaliente trayectoria jurídica y en derechos humanos, las claves de su casi segura elección.
Iris Marín Ortiz no parece tener contendora. A pocas horas de surtirse la elección de la nueva Defensora del Pueblo, este viernes 16 de septiembre, en la plenaria de la Cámara de Representantes, los partidos Conservador, Liberal y de la U anunciaron a través de sendos comunicados que el voto de sus congresistas será para ella.
Esta bogotana de 46 años de edad y 25 años de experiencia profesional como abogada, específicamente en el ámbito de los Derechos Humanos tiene dos cualidad que en tiempos de turbulencia parece ser un oasis en el desierto, ponderación y concertación; los cuales sin duda parecen haber despejado el camino.
En su extensa hoja de vida presentada a consideración del Congreso, Marín es abogada es la Universidad del Rosario y tiene una maestría de la Universidad Nacional.
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Es magistrada auxiliar de la Corte Constitucional, concretamente de la magistrada Natalia Ángel.
Así mismo ha trabajado en la Jurisdicción Especial para La Paz, JEP, la Comisión de la Verdad, Unidad de Víctimas, Comisión Colombiana de Juristas, Dejusticia, entre otros.
“He sido magistrada auxiliar de la Corte Constitucional y trabajado en organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos humanos, en cargos directivos del Gobierno para la implementación de la Ley de Víctimas, asesora en hallazgos y recomendaciones de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición”, señaló la aspirante.
Destacó además que fue asesora del equipo de Gobierno en la negociación de Paz con las FARC-EP. Consultora de organismos del Estado y de Naciones Unidas en derechos de las víctimas y justicia transicional en Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras y México. Profesora en derechos humanos, derecho constitucional, igualdad de género, derechos de las víctimas y justicia transicional.
Así las cosas, de ser elegida Iris Marín continuará la intensa labor que desarrolló su antecesor Carlos Camargo quien durante su periodo le dio un giro y consolidó a la Defensoría del Pueblo como la institución promotora de los derechos humanos más reconocida por los colombianos.
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