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Dos renuncias clave sacuden el proceso de paz del gobierno Petro
Mujeres clave se van de sus cargos argumentando razones personales, aunque la realidad parece ser otra.
El paisaje político colombiano ha sido testigo de importantes cambios en la última semana, marcado por la renuncia de dos prominentes figuras: Gloria Cuartas y Lucía González. Ambas mujeres desempeñaron papeles cruciales en la iniciativa de paz liderada por el presidente Gustavo Petro.
Gloria Cuartas, conocida por su papel en la implementación del Acuerdo de Paz, presentó su renuncia, seguida de cerca por Lucía González, excomisionada de la Comisión de la Verdad y delegada de la Casa de Nariño encargada de establecer diálogos con las bandas de Medellín y el Valle de Aburrá.
Las renuncias ponen de manifiesto desafíos notables en dos áreas principales del proceso de paz: la ejecución del Acuerdo con la ya desaparecida guerrilla de las Farc y los diálogos de paz urbanos en Antioquia.
A pesar de alegar razones personales para sus decisiones, las circunstancias que rodean estas renuncias apuntan a desafíos organizativos y falta de claridad en las responsabilidades y alcances de sus respectivas posiciones. Cuartas, en particular, ha expresado preocupaciones sobre los próximos cambios en la implementación del Acuerdo de Paz, sugiriendo que la eliminación de la Alta Consejería para la Paz fue un paso en falso.
La implementación del Acuerdo con las Farc ha sido un punto crítico en la agenda de paz de Petro. A pesar de sus promesas electorales, su enfoque en negociar con todos los grupos armados del país ha llevado a que esta promesa sea relegada.
La estructura organizativa actual, que sitúa la Unidad de Implementación bajo el comisionado Danilo Rueda, también ha presentado desafíos, limitando la capacidad de decisión de Cuartas y diluyendo su impacto.
Por otro lado, González ha enfrentado desafíos en la delegación gubernamental, sintiéndose eclipsada por otras delegaciones más robustas en el país. Además, ha habido tensiones con la senadora Isabel Cristina Zuleta, otra delegada para Antioquia, y preocupaciones sobre la legislación futura relacionada con el narcotráfico.
El proceso de paz, sin duda, enfrenta obstáculos significativos. La falta de un marco legal claro para negociar con bandas urbanas es un tema pendiente en el Congreso, con muchos esperando un debate prolongado y polémico.
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