De esta forma, según Henrik Urdal, director y profesor de investigación en el Instituto de Investigación de la Paz de Oslo, que analiza las selecciones del Premio Nobel de la Paz, el comité había “tratado de otorgar premios por procesos, por tratar de alentar a los premiados a estar a la altura del premio, y ese es un negocio extremadamente arriesgado”.
Además, "Yo diría que el Premio Nobel de la Paz se ha otorgado a personas y organizaciones que no siempre estuvieron a la altura de sus ideales", dijo Richard B. Gunderman, profesor de la Universidad de Indiana que ha escrito al respecto, "pero el premio en sí sigue siendo destaca la paz como una aspiración primordial en las relaciones internacionales".
Así es como seis premios Nobel de Paz están siendo cuestionados, comenzando por el de Abiy Ahmed, en 2019 que fue elegido por el comité por el trabajo de "introducir cambios democráticos después de una era de represión, liberar a los presos políticos, aflojar las restricciones a los medios de comunicación y, en particular, resolver el prolongado conflicto fronterizo con vecina Eritrea", explica New York Times.
Sin embargo, es cuestionado porque a principios de noviembre, Abiy ordenó operaciones militares y ataques aéreos en Tigray , una región cuyos líderes lo habían desafiado al proceder con unas elecciones que habían sido suspendidas debido a la pandemia.
Por su parte, el Nobel de Paz entregado a Juan Manuel Santos en 2016 se dio "por sus decididos esfuerzos para poner fin a la guerra civil de más de 50 años del país" al haber intentado hacer las paces con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, o FARC.
Pero este premio fue anunciado días después de que los colombianos rechazaran el acuerdo de paz en un referéndum, una profunda vergüenza para Santos y los recientes acontecimientos en el país sugieren que una vez más está entrando en conflicto .
Para 2009, el premio fue entregado a Barack Obama quien duante su primer mandato como presidente fue reconocido "por sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos". Pero muchos críticos, algunos partidarios e incluso el propio Obama cuestionaron la elección, dado que aún no había logrado ningún resultado significativo para la causa de la paz mundial.
Por ello es que algunos comentaristas dijeron que el comité del Nobel había hecho una "elección con aspiraciones", al ver potencial en las esperanzas de Obama de un mundo más tranquilo, marcado por su deseo de poner fin a las guerras en Irak y Afganistán. Sin embargo, Obama autorizó un aumento de tropas estadounidenses en Afganistán y presidió una vasta expansión en el programa de ataques con drones.
Por su parte el premio entregado a Kim Dae-jung en 2000 se dio por su trabajo para promover "la democracia y los derechos humanos en Corea del Sur y en Asia oriental en general, y por la paz y reconciliación con Corea del Norte en particular", pero los dos países han permanecido en un estado técnico de guerra, y bajo el hijo y sucesor de Kim Jong-il, Kim Jong-un, Corea del Norte ha desarrollado un arsenal de armas nucleares y misiles.
Para 1994 el premio Nobel de Paz fue entregado a Yasir Arafat, Shimon Peres y Yitzhak Rabin, presidente de la Organización de Liberación de Palestina y dos estadistas de Israel, reconocidos conjuntamente por "sus esfuerzos para crear la paz en el Medio Oriente".
Rabin, entonces primer ministro fue asesinado en 1995 por un fanático israelí que se oponía a un acuerdo de paz. Y los esfuerzos desde entonces para resolver el conflicto han fallado repetidamente, salpicados por episodios de violencia y amargas recriminaciones.
Finalmente el premio cuestionado es el entregado a Daw Aung San Suu Kyi en 1991, fundadora de la Liga Nacional para la Democracia de Myanmar reconocida por “su lucha no violenta por la democracia y los derechos humanos".
Sin embargo, al llegar al poder, Aung San Suu Kyi se ha sometido a lo que muchos defensores de los derechos describen como un cambio de imagen completo, rechazando la evidencia de que Myanmar ha perseguido sistemática y brutalmente a la minoría musulmana rohingya del país.
Con información de The New York Times