Israel lanza ofensiva contra Irán y provoca alza global en los precios del petróleo

En la madrugada de este viernes, el Gobierno de Israel ejecutó una operación militar contra territorio iraní, acción que fue confirmada por el ministro de Defensa de ese país, Israel Katz, como un “ataque preventivo”.

Las acciones incluyeron bombardeos en zonas cercanas a Teherán, posibles impactos sobre infraestructuras vinculadas al programa nuclear iraní y la activación inmediata del estado de emergencia en todo el territorio israelí.

El anuncio de la ofensiva generó reacciones inmediatas en los mercados energéticos globales. Los precios del petróleo registraron un incremento sustancial ante el temor de interrupciones en la cadena de suministro de crudo en Medio Oriente, una de las principales regiones productoras.

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El crudo de referencia estadounidense, West Texas Intermediate (WTI), alcanzó un alza del 6,3 %, situándose en 72,29 dólares por barril. En paralelo, el petróleo Brent del mar del Norte experimentó una subida del 5,7 %, con un valor de 73,29 dólares por unidad.

Analistas financieros atribuyen la reacción de los mercados a la posibilidad de que el conflicto escale y comprometa el tránsito de hidrocarburos en el golfo Pérsico, incluyendo posibles restricciones en el estrecho de Ormuz.

Desde la capital iraní se reportaron múltiples detonaciones en horas de la noche. Habitantes de Teherán afirmaron haber escuchado fuertes explosiones que interrumpieron la calma nocturna.

Estos reportes fueron luego reproducidos por medios de comunicación locales y confirmados por la televisión estatal iraní, que además aseguró que las unidades de defensa antiaérea del país operaban a plena capacidad.

En un mensaje transmitido por ese canal, voceros del Estado indicaron que las fuerzas de defensa permanecían en alerta máxima frente a nuevos ataques.

Según información divulgada por la agencia de noticias Associated Press, un portavoz del sector militar israelí sostuvo que la operación tuvo como objetivo instalaciones relacionadas con el programa nuclear de Irán.

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Aunque no se ofrecieron detalles precisos sobre la ubicación ni la magnitud de los daños ocasionados, el funcionario reiteró que el ataque se enmarcó en una estrategia de “prevención” frente a posibles amenazas. No se ha confirmado hasta el momento si se registraron víctimas civiles o militares en el territorio iraní.

El ministro de Defensa de Israel también advirtió sobre la probabilidad de una respuesta armada por parte de Irán o de grupos aliados al régimen iraní.

Según sus declaraciones, existe un “riesgo inminente” de ataques con misiles y drones dirigidos hacia centros urbanos israelíes.

La declaración del estado de emergencia, en ese contexto, incluye el despliegue reforzado de fuerzas de seguridad y la activación de medidas de protección civil en distintas regiones del país.

El ataque ocurre en un contexto de creciente tensión entre ambas naciones, caracterizado por acusaciones mutuas sobre avances en tecnología militar, programas de enriquecimiento de uranio y actividades de espionaje.

Durante las últimas semanas, autoridades israelíes habían intensificado su discurso sobre la necesidad de actuar frente al desarrollo del programa nuclear iraní.

Desde Washington, el expresidente Donald Trump había manifestado públicamente que Israel podría decidir emprender acciones directas contra instalaciones iraníes si percibía una amenaza inminente.

Aunque la actual administración estadounidense no ha emitido una declaración oficial tras los hechos, voceros del Pentágono indicaron que estaban “monitoreando la situación de forma constante”.

La comunidad internacional ha comenzado a reaccionar ante los hechos. Organismos multilaterales como Naciones Unidas y la Agencia Internacional de Energía Atómica se preparan para emitir comunicados, mientras gobiernos europeos han convocado reuniones de emergencia para evaluar las consecuencias diplomáticas, energéticas y de seguridad derivadas del nuevo episodio de confrontación.

Varios países expresaron su preocupación por el deterioro de la estabilidad regional y por el posible impacto que la escalada bélica pueda tener en la población civil, el comercio internacional y la seguridad energética global.

En Irán, hasta el momento no se ha emitido un parte oficial sobre víctimas ni se han ofrecido detalles técnicos sobre los daños sufridos. Sin embargo, altos mandos militares convocaron a reuniones estratégicas y se presume que una respuesta coordinada está en preparación.

Desde el inicio del programa nuclear iraní, Teherán ha sostenido que sus actividades tienen fines exclusivamente civiles, posición que ha sido cuestionada en reiteradas ocasiones por Israel y otros países.

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