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Historia de una pareja de colombianos deportada tras 35 años en EE.UU., fueron esposados

Gladys y Nelson González vivían en California. Sus hijas denuncian maltrato y crueldad por parte de las autoridades.

Gladys y Nelson González
Por Agencia Periodismo Investigativo | Vie, 21/03/2025 - 10:49 Créditos: Facebook / Gladys y Nelson González

Gladys y Nelson González, una pareja de colombianos que vivió durante 35 años en California, fueron deportados a Colombia tras un dramático episodio que incluyó detención, maltrato y la separación de su familia. A pesar de haber intentado regularizar su situación migratoria durante más de tres décadas, las autoridades estadounidenses decidieron expulsarlos, dejando atrás a sus tres hijas y un nieto.

Nelson, de 59 años, y Gladys, de 55, llegaron a Estados Unidos a finales de los años 80, escapando de la difícil situación económica y social que vivía Colombia en esa época. Durante su estancia en California, formaron una familia y criaron a sus tres hijas, quienes hoy son ciudadanas estadounidenses. A lo largo de los años, la pareja se presentó regularmente ante las autoridades migratorias para intentar legalizar su situación, pero nunca lograron obtener un estatus migratorio permanente.

A pesar de vivir en el país de manera irregular, los González nunca tuvieron problemas con la ley. Según sus hijas, siempre cumplieron con los requisitos que les imponían las autoridades, incluyendo la renovación anual de un permiso transitorio que les permitía permanecer en el país mientras avanzaba su proceso migratorio. Sin embargo, todo cambió a finales de febrero de 2024, cuando acudieron a una cita rutinaria y fueron detenidos.

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Stephanie, una de las hijas de la pareja, relató a medios como KTLA y La Opinión el trato cruel que recibieron sus padres. "Los esposaron de pies y manos antes de llevarlos a uno de esos centros de detención", dijo. Además, describió cómo los oficiales de migración actuaron sin compasión, negándoles la oportunidad de arreglar sus asuntos antes de ser deportados.

"El oficial fue muy cruel y arrestó a mis papás. No tuvo piedad. No les dio oportunidad de arreglar sus asuntos antes de sacarlos del país", afirmó Stephanie. La familia intentó frenar la deportación, pero una corte de apelaciones confirmó que los González habían agotado todas las opciones legales para permanecer en EE.UU.

El caso de los González refleja el cambio drástico en las políticas migratorias de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, quien ha promovido medidas más estrictas contra la migración irregular. Aunque la pareja no tenía antecedentes criminales y había demostrado su buena voluntad al presentarse regularmente ante las autoridades, fueron tratados como delincuentes.

Las hijas de los González también denunciaron que sus padres fueron mal asesorados por varios abogados a lo largo de los años, lo que impidió que regularizaran su situación. "Ellos siempre confiaron en que algún día lograrían obtener sus papeles, pero nunca recibieron la orientación correcta", lamentó Stephanie.

Tras ser detenidos, Gladys y Nelson fueron trasladados a centros de detención en Arizona y Luisiana antes de ser deportados definitivamente a Colombia. El regreso a su país de origen no ha sido fácil, ya que tuvieron que dejar atrás a su familia y enfrentar una realidad muy diferente a la que conocían.

 

 

 

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