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Elecciones en Turquía: con el 70% del escrutinio ventaja de Erdogan

El líder turco encabeza las votaciones el 55% los votos. El país en vilo.

Erdogan
Por Agencia Periodismo Investigativo | Dom, 14/05/2023 - 13:35 Créditos: NPR

Los primeros resultados de las elecciones nacionales celebradas en Turquía este domingo revelan una clara ventaja a favor del presidente Recep Tayyip Erdogan, luego del recuento de aproximadamente el 20% de las urnas, según informó la agencia de noticias estatal turca.

Erdogan logra un sólido 55% de los votos, superando el 39% obtenido por el líder principal de la oposición, Kemal Kilicdaroglu, según el informe de la agencia Anadolu.

Las encuestas de opinión anticipaban que Erdogan enfrentaría un desafío significativo en su intento de reelección, ya que se encontraba detrás de su oponente por primera vez.

Faik Oztrak, portavoz del partido de centro-izquierda de Kilicdaroglu, advirtió que los resultados preliminares y expresó que el panorama para la oposición es "extremadamente positivo".

Erdogan ha ejercido el poder de manera autoritaria como primer ministro y presidente de Turquía desde 2003. Los sondeos previos a las elecciones sugerían que se enfrentaría a su batalla más difícil en las dos últimas décadas, en un país miembro de la OTAN que ha experimentado turbulencias económicas y el debilitamiento de los mecanismos de control y equilibrio democráticos.

Las urnas se cerraron en las emocionantes elecciones presidenciales y parlamentarias de Turquía, y actualmente se encuentra en marcha el recuento de votos que podría poner fin a los 20 años de gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan.

Con dificultades económicas y críticas por la respuesta a un devastador terremoto ocurrido el 6 de febrero, estas elecciones representan el mayor desafío al que se ha enfrentado Erdogan hasta la fecha.

El líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP), Kemal Kılıçdaroğlu, se presenta como el principal oponente de Erdogan. Kılıçdaroğlu encabeza una coalición electoral formada por seis partidos de oposición, marcando la primera vez en la que la oposición turca se ha unido en torno a un solo candidato.

Para lograr la elección directa, un candidato debe obtener más del 50% de los votos en esta noche electoral. De lo contrario, se celebrará una segunda vuelta el 28 de mayo, lo que prolongaría aún más la incertidumbre política en Turquía.

En testimonio recopilados por diferentes medios, como en un colegio electoral en el distrito de Beyogly, Estambul, Korhan Futaci, un votante de 46 años, expresó: "Mi voto es por la libertad. Mi voto es por el futuro de nuestros hijos. Tengo esperanza".

Yeliz Sahin, también de 46 años, quien perdió a su hermano y a su hijo en el terremoto, manifestó: "Este es un momento histórico que hemos estado esperando durante 20 años. Todo el sistema debe cambiar".

Por su parte, Eren Uzmele, un votante de 19 años que ejerció su derecho por primera vez, afirmó: "El futuro del país está en nuestras manos. Está en manos de la juventud".

Con 74 años de edad y un carácter apacible, Kılıçdaroğlu, un exburócrata, ha prometido abordar la tambaleante economía turca y restaurar las instituciones democráticas que se han visto comprometidas por la creciente autoridad durante el mandato de Erdogan.

En un país donde la participación política y la estabilidad económica son asuntos clave, estos comicios se perfilan como una encrucijada crucial para el futuro de Turquía. El resultado de estas elecciones podría significar el fin de una era política y marcar un nuevo capítulo en la historia del país.
Turquía actual 

Tras una caída en picada de la moneda turca y un aumento vertiginoso de los precios, la crisis económica ha debilitado la base de apoyo del presidente Erdogan, compuesta por conservadores y trabajadores. Sin embargo, el terremoto catastrófico del 6 de febrero en el sureste del país ha agregado más presión política sobre el mandatario.

Las críticas a Erdogan se han intensificado debido a la supuesta mala gestión de las labores de rescate y los laxos controles en la construcción, que han sido atribuidos a su partido gobernante, Justicia y Desarrollo (AK), durante las últimas dos décadas. Tras la tragedia, el gobierno incluso se vio obligado a ofrecer disculpas por los "errores" cometidos inmediatamente después del desastre.

El impacto del terremoto ha sido devastador, cobrándose la vida de más de 51,000 personas tanto en Turquía como en la vecina Siria. Además, miles de personas aún se encuentran desaparecidas, y la región sureste del país está marcada por tumbas sin nombres, un recordatorio sombrío de la tragedia.

En medio de este escenario desafiante, el jueves pasado, Kemal Kılıçdaroğlu, líder de la oposición en Turquía, recibió un impulso cuando el candidato menos popular, Muharrem Ince, se retiró tardíamente de la contienda electoral. Aunque Ince no tenía una posición sólida en las encuestas, algunas figuras de la oposición temían que su participación pudiera dividir el voto anti-Erdogan, lo que potencialmente favorecería al actual presidente.

Las elecciones en Turquía se celebran cada cinco años y se avecina un momento crucial. Según el periódico turco Daily Sabah, más de 1.8 millones de votantes que residen en el extranjero ya emitieron su voto el pasado 17 de abril, según el viceministro de Relaciones Exteriores del país. Además, más de 65 millones de turcos tienen derecho a votar en estas elecciones.

Ahmet Yener, jefe del Consejo Supremo Electoral (YSK), declaró el mes pasado que se espera que al menos un millón de votantes de las zonas afectadas por el terremoto no ejerzan su derecho al voto este año debido a los desplazamientos ocasionados por la catástrofe.

Con la economía tambaleante y el terremoto generando críticas y desplazamientos, las elecciones en Turquía serán un momento decisivo para el futuro político del país. Los votantes tendrán la oportunidad de expresar su opinión y determinar si Erdogan y su partido gobernante mantendrán el poder o si la oposición logrará ganar terreno.

Erdoğan comenzó su trayectoria en el mundo político tras graduarse en 1973 de una escuela para imanes, donde adquirió un profundo conocimiento de la fe musulmana. Más tarde, prosiguió sus estudios en economía y comercio en la Universidad de Marmara, donde entabló amistad con Necmettin Erbakan, una figura destacada en la política islámica turca. En 1976, Erdoğan se unió al Milli Selamet Partisi, un partido con una clara orientación islamista, marcando así el comienzo de su carrera política.

El ascenso de Erdoğan en la arena política turca fue meteórico. En 1994, se presentó como candidato del Refah Partisi para la alcaldía de Estambul, ganando las elecciones municipales y obteniendo una gran popularidad durante su mandato en esta megalópolis. 

Sin embargo, a finales de 1997, su carrera política se vio amenazada por un tribunal que le prohibió ocupar cualquier cargo en la administración pública. Fue sentenciado a diez meses de cárcel bajo la acusación de intolerancia religiosa debido a la recitación de un poema del poeta turco Ziya Gokalp durante un acto público en Siirt, un municipio del este de Turquía. Forzado a dimitir como alcalde, Erdoğan dejó su cargo el 6 de noviembre de 1998. Sin embargo, tras cumplir parte de su condena, fue liberado y se le levantó la prohibición de ocupar cargos públicos.

Lejos de ser derrotado por esta experiencia, Erdoğan fundó el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en 2001, alejándose de posturas políticas abiertamente islamistas. En las elecciones generales de Turquía de 2002, su partido obtuvo una victoria contundente, marcando así el inicio de una década y media de dominio electoral. Desde entonces, Erdoğan ha participado en 14 elecciones, incluyendo legislativas, referendos, elecciones locales y presidenciales, y ha salido victorioso en todas ellas.

En 2014, tras más de once años como primer ministro, Erdoğan decidió presentarse a las elecciones presidenciales y resultó elegido como presidente de Turquía. Este cambio de cargo trajo consigo una ampliación de sus poderes, gracias a un referéndum constitucional de 2017 que transformó la presidencia en un cargo ejecutivo de mayor peso y relevancia.

Ahora, el líder turco contra las cuerdas, en una cerrada elección espera de nuevo la aprobación del pueblo en las urnas.
 

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