Reconocimiento de responsabilidades de secuestro por parte de Farc

Testimonios

En el evento hablan las víctimas de secuestro y ex miembros de las Farc. Uno de los primeros testimonios fue el de Carlos Cortes, hijo de Guillermo ‘La Chiva’ Cortes, periodista y político colombiano que fue secuestrado por las Farc. En su intervención reconoció que le dolía estar ahí, pero que, para él, el diálogo, el perdón y la verdad “son los pilares para una mejor sociedad”.

“Es imposible olvidar, estamos obligados como sociedad a recordar los horrores de una guerra que desangró a Colombia en los últimos 50 años. No podemos olvidar nosotros las víctimas, ni las FARC el nivel de degradación del conflicto", dijo.

“Ustedes señores de las FARC convirtieron el dolor de 20.000 familias en mercancía intercambiable por dinero llevando a la máxima degradación al ser humano al humillarlo a niveles impensables”, agregó contra Farc.

También Roberto Lacouture, víctima del secuestro en 1989, habló sobre el hecho. El ganadero contó que no estuvo de acuerdo con el proceso de paz y que prefería que los victimarios paguen sus crímenes en la cárcel, pero admitió que ve necesario que se siga adelante con la implementación.

“Fui secuestrado en 1989 y durante el cautiverio estuve un tiempo amarrado, después de mi secuestro a mi familia la persiguieron, tuvimos 15 secuestros, un tío fue asesinado”, contó.

“Estoy acá para decir que esto tiene que continuar, que las Farc no pueden volver a las armas, pero que deben dejar también el discurso de armas, es necesario hacer La Paz del verbo”, agregó. Mientras que Diana Daza, su esposa, dijo que quería sanar el corazón “buscando perdonar a las personas que ocasionaron este sufrimiento. Este hecho que dejó tantas secuelas en nosotros y que después de 31 años todavía nos preguntamos por qué”.

“Nada justifica lo que se hizo, que la resolución de conflicto no debe dañar la humanidad ni la dignidad del ser humano y deben reconocer lo que pasó. Que sintamos que lo que hemos hecho valió la pena”, fue el mensaje que dejó Diana a sus victimarios.

Por su parte, Armando Acuña aseguró “Estoy acá porque quiero la paz para lo país, un país que se desangra todos los días. No quiero que mis hijos o muertos vivan el horror de la guerra”. “Lo inhumano del secuestro es tener una cadena y estar amarrado a un palo. No saben el dolor. El Estado no estuvo pendiente de mi, no quiero que esto se repita”, agregó.

Entre tanto, Abelardo Caicedo, firmante del acuerdo desde el 16 de junio de 2017 y que fue conocido como ‘Solís Almeida’ expresó que es un momento difícil porque escuchar a las víctimas “golpea en el alma y en el corazón”. Sin embargo, dice que espera que el acuerdo de la Habana les ayude a superar. Además, contó que él se enlistó a la guerrilla porque “el Estado perseguía y persigue a los comunistas”.

Mientras que Carlos Antonio Lozada reconoció lo negativo del secuestro y al terminar su discurso una persona le gritó “¿y el perdón” y él dijo que no lo quería hacer porque tocaba o porque se lo solicitaban y que ya lo habían hecho en varias ocasiones, pero le hizo entrega del Acuerdo de Paz final a Acuña en señal de reconociliación. Por su parte, Pastor Alape describió el secuestro como un “grave error político” y como una “injusticia de la organización y un divorcio” de lo que teoriacamente se plantearon.

Por su parte, Francisco de Roux,  presidente de la Comisión de la Verdad expresó: “Estos no son errores, no son equivocaciones, son actos de utilización de la libertad. Y por eso son crímenes y eso es lo que hace esto tan delicado. Esos son crímenes de guerra”.

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