"No más privilegios para delincuentes de cuello blanco": ministra de Justicia

La ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, fue contundente al afirmar que quienes cometen delitos de corrupción no deben gozar de condiciones más favorables que el resto de los reclusos. Esta declaración la realizó durante el lanzamiento del programa Renacer, que busca mediante el trabajo, la enseñanza, la educación, actividades deportivas, recreativas, culturales, programas de rehabilitación en Comunidad Terapéutica, mejorar la redención efectiva de la pena.

Durante su recorrido por la penitenciaría de media seguridad de Acacías, en el departamento del Meta, Buitrago subrayó que dentro del sistema penitenciario se encuentran personas privadas de la libertad que, a pesar de haber tenido acceso a numerosas oportunidades de desarrollo profesional, como estudios superiores y maestrías, reinciden en actividades delictivas, en especial en la malversación de fondos públicos. 

A juicio de la ministra, esta situación evidencia fallas en el sistema penitenciario que deben ser evaluadas para determinar qué aspectos están funcionando y cuáles requieren ajustes inmediatos.

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La ministra enfatizó la necesidad de garantizar equidad en el trato de todos los internos. En este sentido, destacó que aquellos vinculados a delitos de cuello blanco, responsables de actos graves de corrupción, no deben recibir beneficios diferenciados frente a otros reclusos. 

Según Buitrago, todos los privados de la libertad, sin distinción de la naturaleza de sus delitos, deben tener las mismas condiciones de reclusión y acceso a derechos, con el fin de evitar cualquier manifestación de privilegios dentro de los centros penitenciarios.

Asimismo, Buitrago hizo un llamado a implementar los principios de equidad y democracia en el entorno carcelario. Para la titular de la cartera, un manejo justo e imparcial de los derechos de los internos no solo contribuirá a reducir la corrupción dentro de estos establecimientos, sino que también servirá para prevenir que estas prácticas se perpetúen. 

La ministra concluyó que las preferencias injustificadas no solo constituyen una falta de equidad, sino que representan un síntoma claro de corrupción y una barrera para construir un sistema penitenciario más transparente y equitativo.

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