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Nadie reclama el cuerpo del fallecido violador y asesino en serie Luis Alfredo Garavito

Autoridades esperan que la familia se acerque o de lo contrario tomarán drástica decisión.

Solicitaron libertad condicional para el asesino en serie, Luis Alfredo Garavito
Por Agencia Periodismo Investigativo | Dom, 15/10/2023 - 12:12 Créditos: Colprensa

El tristemente célebre asesino en serie Luis Alfredo Garavito, conocido como el 'Monstruo de Génova', falleció el pasado jueves 12 de agosto a causa de un paro cardiorrespiratorio en la Nueva Clínica Santo Tomás de Valledupar. Sin embargo, su muerte ha estado envuelta en un aura de misterio debido a la ausencia de reclamaciones de su cuerpo y a sus últimos deseos poco convencionales.

Garavito, quien había sido diagnosticado con una agresiva leucemia y un cáncer en el ojo izquierdo, fue atendido por médicos desde las 11:45 de la mañana de ese fatídico día. A pesar de los esfuerzos por estabilizarlo, falleció a las 1:20 de la tarde a raíz del mencionado paro cardiorrespiratorio, como lo informó Ciro Pérez Escalante, profesional universitario de la Personería de Valledupar.

El cuerpo del que se considera el peor asesino serial en la historia de Colombia permanece en el Instituto Nacional de Medicina Legal de la ciudad, sin que ningún familiar haya acudido a reclamarlo. Las autoridades aguardan los resultados de la necropsia para esclarecer las causas exactas de su muerte.

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Testimonios de personas que siguieron de cerca su enfermedad revelan que Garavito padeció fuertes dolores, especialmente debido al cáncer en su ojo. Aunque a menudo se negaba a recibir atención médica, en ocasiones pedía gotas para aliviar su sufrimiento y era remitido a centros hospitalarios cuando su estado empeoraba.

En un giro sorprendente, se informa que Garavito, quien en su momento aterrorizó a todo un país con sus crímenes, vivió sus últimos días sumido en una profunda depresión y atormentado por pesadillas en las que revivía sus horribles actos. Supuestamente, pidió disculpas a algunas personas y expresó su remordimiento a través de escritura en varios cuadernos, documentando su vida para evitar que otros siguieran sus pasos.

En una revelación no oficial, se conoce que el último deseo de Garavito, de 66 años, fue ser enterrado en Valledupar y que el pastor evangélico que lo acompañó en sus últimos años oficiara sus oraciones fúnebres. En caso de que se cumpla su voluntad, su lugar de descanso eterno sería uno de los cementerios con los que la Diócesis de Valledupar mantiene acuerdos de colaboración, como Jardines del Eccehomo o el Cementerio Central.

Un sobrino cercano del prisionero, quien mantuvo comunicación constante con él durante su tiempo en prisión, planea cremar el cuerpo en Valledupar y luego trasladar las cenizas a Armenia, la ciudad natal de Garavito. Las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) entregarán el cuerpo a la familia, quienes tendrán la facultad de determinar su destino final, con la alcaldía dispuesta a donar el ataúd y facilitar su entierro en Valledupar si así lo eligen.

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