Gustavo Bolívar empieza a limpiar el DPS: detecta 62 obras públicas sin concluir con millonaria inversión perdida

El recién nombrado director del Departamento de Prosperidad Social (DPS), Gustavo Bolívar, ha encendido alarmas en el ámbito político y social al revelar una serie de proyectos inconclusos que amenazan con convertirse en elefantes blancos, especialmente en el departamento del Cesar. Esta situación ha despertado preocupación y generado un amplio debate sobre la gestión y eficacia de los recursos públicos en el país.

Tras su llegada al DPS, Bolívar, cuya designación fue objeto de controversia debido a su limitada experiencia en el sector, no tardó en identificar y denunciar una serie de obras paralizadas. 

De un total de 62 proyectos inconclusos a nivel nacional, seis corresponden a municipios del Cesar, todos vinculados a la infraestructura vial, lo que subraya la gravedad del problema en esta región.

El caso más alarmante se encuentra en Gamarra, donde se había contratado la mejora de la carretera hacia el corregimiento de Mahoma, con una inversión de 1.162 millones de pesos. A pesar de que el contrato concluyó el 31 de enero de 2024, la obra solo registra un 26% de avance. 

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Situaciones similares se observan en otros municipios como Chimichagua, donde se suspendió la construcción de un tramo carretero con un progreso del 63%, pese a contar con un presupuesto de 1.284 millones de pesos.

Bolívar ha manifestado su compromiso por reactivar estas obras estancadas y recuperar los fondos públicos. Además, ha señalado que, a pesar de los mayores avances en otros tres proyectos en el Cesar, existe un riesgo significativo de que no se concluyan. 

Estos incluyen obras en las veredas Las Llaves y Pailitas, en Manaure, y en La Jagua de Ibirico, donde las construcciones presentan avances del 88%, 91% y 70% respectivamente, pero permanecen suspendidas.

El nuevo director del DPS ha criticado la gestión de las administraciones anteriores, particularmente durante los gobiernos de Iván Duque y Juan Manuel Santos, señalando un patrón de proyectos paralizados y malversación de fondos. 

Según Bolívar, de 115 obras iniciadas por el DPS, 100 están detenidas, y gran parte de estas fueron adjudicadas durante el mandato de Duque, lo que sugiere una corrupción generalizada que ha perjudicado el desarrollo infraestructural y el bienestar social en Colombia.

 

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