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Banco Agrario amplía su cobertura y cierra el 2025 con 795 oficinas: inauguró sede en La Uribe, Meta
Más servicios a campesinos y otros clientes. Modernización. Crecimiento y administración moderna, las claves.
Con la inauguración de una nueva sucursal en el municipio de La Uribe, en el departamento del Meta, el Banco Agrario de Colombia culmina el año consolidando su red como la más amplia del país, alcanzando un total de 795 oficinas a nivel nacional.
Esta expansión reafirma su compromiso con el fortalecimiento del acceso a servicios financieros en las regiones rurales y apartadas del territorio colombiano.
La nueva sede, ubicada en la carrera 5 #5-59 del casco urbano de La Uribe, entrará en operación con un equipo conformado por cuatro funcionarios: un director, un cajero, un asesor comercial y un asesor Asagro, especializado en productos agropecuarios.
Además, la oficina contará con un cajero automático para facilitar las transacciones básicas a los habitantes de la zona.
Su horario de atención será de lunes a viernes, de 8:00 a. m. a 11:30 a. m., y de 2:00 p. m. a 4:30 p. m.
Con esta apertura, el Banco Agrario refuerza su presencia en el Meta, departamento en el que ya opera en 24 municipios, entre ellos Villavicencio, Acacías, Granada, Puerto López, San Martín, Lejanías y La Macarena.
La llegada a La Uribe representa un paso significativo en el propósito institucional de cerrar las brechas de acceso financiero en zonas históricamente marginadas, muchas de ellas con vocación agropecuaria, ganadera, turística y emprendedora.
El presidente del Banco Agrario, Hernando Chica Zuccardi, destacó que la entidad avanza simultáneamente en dos frentes estratégicos: por un lado, la modernización tecnológica para optimizar la experiencia de sus usuarios y, por otro, la expansión territorial para llevar servicios financieros a todos los rincones del país.
En sus palabras, “estamos comprometidos con la democratización del crédito, el impulso de la economía popular, el financiamiento de proyectos rurales y el fortalecimiento de la inclusión financiera, ejes fundamentales del actual Gobierno del Cambio”.
La sede de La Uribe no solo permitirá a sus habitantes acceder a productos de ahorro y crédito, sino también canalizar recursos hacia proyectos productivos, emprendimientos comunitarios y actividades agrícolas y ganaderas, con el respaldo de una institución financiera pública que prioriza el desarrollo rural y la equidad territorial.
Cifras récord
En cuanto a las cifras de 2025, El Banco Agrario presentó en 2025 resultados operativos y financieros que consolidan su papel como actor clave en el sistema financiero nacional, especialmente en el cierre de brechas sociales y económicas en zonas rurales y poblaciones vulnerables.
Las estadísticas oficiales revelan una evolución sostenida en utilidades, cartera, desembolsos y cobertura territorial, en un contexto en el que la institución pública compite con bancos privados de mayor tamaño tradicional.
Entre agosto de 2022 y septiembre de 2025, el Banco Agrario reportó utilidades netas acumuladas por 1,8 billones de pesos, un incremento del 54 % respecto a la administración anterior, lo que lo ubicó en el quinto lugar en el ranking de utilidades del sector bancario colombiano.
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El crecimiento en la cartera crediticia también fue notable: superó los 24 billones de pesos, lo que representa un aumento del 56 % desde el inicio de la administración actual y posiciona a la entidad como la séptima por tamaño de cartera en el sistema financiero, superando el crecimiento promedio del sector por más de 27 puntos porcentuales.
Adicionalmente, la institución registró activos por 41 billones de pesos y una solvencia del 17,59 %, superior al promedio del sistema (16,15 %), respaldada por calificaciones de riesgo AAA a nivel local (Standard & Poor’s) y BB+ internacional (Fitch Ratings).
Los indicadores de rentabilidad y eficiencia también mostraron cifras robustas:
ROA (Retorno sobre Activos): 1,6 %, por encima del 1,3 % del promedio del sector.
ROE (Retorno sobre Patrimonio): 20,6 %, frente a 12,6 % del promedio bancario.
Eficiencia operativa: 52,2 %, alineada con el promedio del sistema financiero (52,3 %).
Impulso del crédito y programas sociales
Durante el mismo periodo, el Banco Agrario realizó desembolsos por 37,7 billones de pesos, un crecimiento del 67 %, beneficiando a 1,4 millones de clientes en todo el país.
Estos recursos fueron dirigidos a proyectos productivos rurales, pequeñas agroindustrias, economía popular y emprendimientos asociados, con impacto directo en la calidad de vida de miles de familias.
La entidad también impulsó programas focalizados de inclusión financiera, destacándose entre ellos:
Joven Rural: 1,2 billones de pesos desembolsados para 84.000 jóvenes rurales.
Mujer Rural: 4,3 billones de pesos para 278.000 mujeres, con un crecimiento del 90 %.
Créditos asociativos: 313.606 millones de pesos, con un aumento del 439 % en montos desembolsados.
Cobertura física y presencia territorial
La red de atención presencial del Banco Agrario es la más extensa entre las instituciones financieras colombianas: a diciembre de 2025, la entidad operaba 795 oficinas físicas en todo el país, tras la inauguración de nuevas sucursales como la de La Uribe (Meta).
Esta red territorial cubre el 99 % del territorio nacional, con presencia directa en los 32 departamentos y la mayoría de los municipios, incluidas zonas rurales y de difícil acceso.
Complementan esta cobertura más de 27.400 canales presenciales, que incluyen oficinas, corresponsales bancarios propios y asociados, puntos “Banco Agrario + Cerca” y cajeros automáticos.
Esta penetración territorial ha permitido que la entidad sea designada como operador principal para la entrega de programas sociales como Renta Ciudadana, Colombia Mayor y la Devolución del IVA, facilitando la distribución de subsidios a millones de beneficiarios mediante cuentas bancarias o herramientas digitales como la billetera BICO.
Su enfoque en crédito rural productivo, apoyo a pequeños y medianos productores y programas sociales con alto impacto social lo diferencia de bancos privados que priorizan segmentos urbanos o corporativos.
Además, su capacidad creciente de generar utilidades y sostener niveles de rentabilidad competitivos demuestra que la inclusión y el desarrollo rural pueden coexistir con resultados financieros sólidos.
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