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Sadio Mané, el futbolista que el Liverpool extraña hasta en su cumpleaños
Desde que fue transferido al Bayer Munich comenzó la crisis del equipo de Luis Díaz. Este lunes cuando cumple 31 años su antiguo club no lo olvida y felicita a un jugador que se caracteriza por su humildad pese a su fortuna.
El 22 de junio de 2022, el senegalés Sadio Mané fue anunciado como la nueva incorporación del Bayern Munich a cambio de 32 millones de euros y con la expectativa de ser uno de los mejores fichajes de la temporada de verano.
Precedido de un palmarés nada envidiable en el Metz, Salzburgo, Southhampton, estos tres clubes entre 2011 y 2016, llegó al Liverpool y durante seis años descolló en el equipo de Jurgen Klopp. Fue fundamental en varios títulos de los 'reds', aunque en los últimos años no estaba conforme en el equipo y por ello decidió marcharse.
Su salida coincidió con la mala racha del Liverpool que en el ultimo año fue eliminado de varios torneos locales e internacionales y ahora en una irregular temporada busca un mejor puesto en la Premier League que le permita acceder a la Champions en su próxima edición, luego de no avanzar ante el Real Madrid.
Por su parte Mané no ha tenido una buena temporada. Sin titularidad plena, pocos goles y lesiones que incluso no le permitieron jugar el mundial de Catar con Senegal tras una sufrida clasificación ante Egipto de su excompañero Mohamed Salah.
Este lunes el senegalés cumplió 31 años y su antiguo club no lo olvidó. Emitió un breve mensaje de felicitación al astro africano.
Los hinchas en su continente, alrededor del mundo y de la Premier tampoco dejan de recordarlo. Su origen humilde, sencillez, talento y generosidad, causan gran admiración.
Mientras otros futbolistas, goleadores, famosos y excéntricos, el mundo los ama y brillan con cada gol, gambeta o pase. Sus astronómicos salarios les permiten llevar una vida de lujos.
El campeón mundial con Argentina, Lionel Messi tiene un avión Embraer Legancy avaluado en 28 millones de euros, compró el año pasado una mansión en el Lago de Cómo al norte de Italia por 25 millones de euros,
Cristiano Ronaldo tiene el avión más costoso entre las estrellas del balompié, un Gulfstreak G650 de 31 millones de euros y le regaló a su agente una isla en Grecia.
Paul Pobga y Zlatan Ibrahimovic, también cuentan con avión privado. El primero surca los cielos a bordo de un Gulfstreak G280 avaluado en 20 millones de euros, mientras que el futbolista sueco tiene un Cessna Citation de 23 millones de euros. Se trata de estrellas que tienen automóviles de alta gama, mansiones, islas, yates y aviones, pero no todos.
Sadio Mané en cambio, tiene un celular roto y el amor genuino de su pueblo. Nació el 10 de abril de 1992 en Sedhiou, una región ubicada al sur occidente de Senegal, en donde el 68.3% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, el mismo porcentaje de mayores de 10 años sin alfabetizar.
Senegal un país que ocupa el puesto 122 entre 144 en el Índice de desigualdad del PNUD. En esta región en África nació el que ha llegado a ser considerado el tercer extremo izquierdo más importante del mundo.
Incluso Mané en lo más alto de su carrera, ocupó en el ranking mundial el sexto jugador más valioso, el tercero de la Premier League, el segundo del Liverpool y por supuesto, el primero de Senegal.
El 10 de diciembre de 2019 su valor de mercado alcanzó los 150 millones de euros, actualmente está valorado en 45 millones de euros. Pero él prefiere andar con un celular roto, alejado de los lujos y con los pies bien puestos sobre la tierra.
No olvida que durante años jugó descalzo, pasó hambre y creció en la pobreza extrema de Bambalí y en escenarios agrestes. "¿Para que quiero 10 ferraris, 20 relojes con diamantes y dos aviones?, ¿Qué haría eso por el mundo? Yo pase hambre, trabajé en el campo, jugué descalzo y no fui al colegio. Hoy puedo ayudar a la gente, prefiero construir escuelas y dar comida", así lo manifestó en una entrevista en Teledakar
Su tío y su aldea fueron su único motor e impulso. Él solo pensaba en fútbol y soñaba con jugar en los mejores clubes del mundo.
Llegó a Dakar, la capital de Senegal gracias a la colecta de su tribu que reunió un poco de dinero y buscó una familia en la capital en donde pudiera vivir Mané.
Como pocas veces sucede la felicidad de Mané está en las obras que le financia a su pueblo. La más reciente fue antes de la pandemia. Una escuela en Bambali el lugar donde creció, 300.000 euros invirtió, ya había construido un hospital y tiene proyectadas otras obras.
Para los senegaleses, para su tribu, Mané es el mejor del mundo porque es la mejor persona, una luz al final del túnel de la pobreza. Un jugador que lo dice todo con sus jugadas y goles pero sobre todo con sus obras.
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