Archivos de la CIA sobre crimen de Jhon F. Kennedy: hija de Jorge Eliecer Gaitán niega nexos con guerrilla

El 19 de marzo, el Gobierno de Donald Trump hizo pública una serie de documentos pertenecientes a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, en los que se incluyó información sobre el asesinato de John Fitzgerald Kennedy (JFK) en 1963.

Estos archivos, además de aportar nuevos datos sobre el magnicidio, revelaron detalles acerca de diversas operaciones realizadas por la inteligencia estadounidense en distintos países.

Dentro de los documentos divulgados, apareció información relacionada con Colombia. Entre los archivos, se mencionó un informe que indicaba que el movimiento político Frente Unido para la Acción Revolucionaria (Fuar) habría recibido financiamiento desde Cuba con el propósito de establecer un grupo insurgente en el país. Esta información fue presentada en un reportaje del noticiero televisivo Noticias Caracol.

Frente a estos señalamientos, la hija de Jorge Eliécer Gaitán, líder político asesinado en 1948 y quien tuvo vínculos con sectores de izquierda, se pronunció para rechazar cualquier conexión entre el régimen cubano y las guerrillas en Colombia.

En su declaración, negó que el movimiento político en el que participó haya recibido apoyo financiero del gobierno de Fidel Castro para promover la insurgencia en el país.

Los documentos desclasificados han generado diversas reacciones, tanto en Estados Unidos como en América Latina, debido a la cantidad de información que contienen sobre hechos históricos y operaciones encubiertas llevadas a cabo en distintos países

Jorge Eliécer Gaitán fue una de las figuras políticas más influyentes en la historia de Colombia. Su pensamiento, liderazgo y trágica muerte marcaron un antes y un después en la vida política y social del país.

Su asesinato, ocurrido el 9 de abril de 1948, desencadenó una ola de violencia que tuvo repercusiones profundas en la historia nacional.

Jorge Eliécer Gaitán Ayala nació el 23 de enero de 1903 en Bogotá, en el seno de una familia de clase media. Su padre, Eliécer Gaitán, fue maestro y librero, mientras que su madre, Manuela Ayala, ejerció como educadora.

Desde una edad temprana, mostró un interés por el estudio y una gran capacidad oratoria, habilidades que más tarde lo convertirían en un político carismático y cercano a las clases populares.

Se graduó como abogado en la Universidad Nacional de Colombia en 1924 con la tesis titulada Las ideas socialistas en Colombia, un documento que reveló su inclinación hacia la defensa de las clases trabajadoras y su crítica al sistema político y económico imperante en el país.

Su destacada trayectoria académica le permitió viajar a Italia, donde en 1926 obtuvo el título de doctor en jurisprudencia en la Real Universidad de Roma con la tesis El criterio positivo de la premeditación.

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Ascenso en la política colombiana

Al regresar a Colombia, Gaitán se involucró activamente en la política y comenzó a ganar reconocimiento por su estilo combativo y su discurso en defensa de los sectores marginados.

En 1928, fue elegido representante a la Cámara por el Partido Liberal y, en ese mismo año, protagonizó una de sus primeras grandes luchas políticas: la denuncia de la masacre de las bananeras.

En el Congreso, lideró un debate contra el gobierno conservador de Miguel Abadía Méndez, exigiendo justicia por la represión violenta de los trabajadores de la United Fruit Company en Ciénaga, Magdalena.

Durante la década de 1930, consolidó su influencia dentro del Partido Liberal. Fue alcalde de Bogotá en 1936, aunque su gestión duró pocos meses debido a las presiones políticas que generaron sus reformas sociales.

En 1940, ocupó el cargo de ministro de Educación durante el gobierno de Eduardo Santos, desde donde promovió programas en favor de la educación pública y la formación de maestros.

Sin embargo, su relación con el Partido Liberal fue compleja, ya que en varias ocasiones criticó a las élites de su propia colectividad. En 1945, se lanzó como candidato presidencial con el movimiento Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria, pero no logró obtener el apoyo suficiente. A pesar de este revés, su popularidad seguía en ascenso, especialmente entre los sectores más pobres del país.

El gaitanismo y su candidatura presidencial

A finales de la década de 1940, Jorge Eliécer Gaitán se convirtió en el líder de una corriente política conocida como el gaitanismo, un movimiento que agrupaba a diversos sectores de la sociedad descontentos con la corrupción y la exclusión política.

Su discurso populista y su conexión con las masas lo hicieron una figura temida tanto por la dirigencia del Partido Conservador como por algunos sectores liberales.

Para las elecciones presidenciales de 1950, Gaitán era el candidato con mayor respaldo popular y tenía grandes posibilidades de llegar al poder. Sus discursos, en los que denunciaba la oligarquía y promovía la justicia social, reunían a multitudes en plazas públicas y despertaban un fervor pocas veces visto en la política colombiana.

El asesinato de Gaitán y el estallido de El Bogotazo

El 9 de abril de 1948, en el centro de Bogotá, Jorge Eliécer Gaitán fue asesinado a tiros cuando salía de su oficina en la Carrera Séptima.

Su muerte desató una violenta revuelta conocida como El Bogotazo, en la que miles de ciudadanos indignados se tomaron las calles, destruyeron edificaciones y se enfrentaron con las fuerzas del orden.

La ola de violencia se extendió a otras regiones del país y marcó el inicio de un periodo conocido como La Violencia, caracterizado por el enfrentamiento entre liberales y conservadores y que dejó miles de muertos.

El asesino de Gaitán, identificado como Juan Roa Sierra, fue linchado por la multitud poco después del atentado. Sin embargo, las circunstancias que rodearon el crimen han sido objeto de múltiples teorías y especulaciones.

Algunos sostienen que fue un acto de un individuo aislado, mientras que otros señalan que detrás del asesinato hubo intereses políticos nacionales e internacionales, especialmente en el contexto de la Guerra Fría.

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