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Nuevo modelo de educación cubano en Colombia: gobernación de Magdalena y República de Cuba firman acuerdo
Durante el acto de firma, el gobernador Martínez confirmó que la fase inicial de ejecución se dirigirá a 10.000 habitantes del departamento.

La Gobernación del Magdalena y la República de Cuba oficializaron este jueves un acuerdo de colaboración bilateral orientado a implementar un programa de alfabetización en el departamento.
El convenio fue suscrito en la ciudad de Santa Marta por el gobernador Rafael Martínez y el embajador cubano en Colombia, Javier Caamaño, con el propósito de ampliar la cobertura de un modelo educativo reconocido a nivel internacional y adaptado a contextos con altos índices de analfabetismo.
La iniciativa contempla la utilización del método pedagógico “Yo, sí puedo”, desarrollado en Cuba y adoptado previamente en más de 30 países de América Latina, África y Asia.
La aplicación de esta estrategia en el Magdalena busca intervenir en zonas con baja escolaridad e históricas deficiencias en el acceso a procesos básicos de formación lectoescritora. Según cifras presentadas por la Gobernación, el objetivo durante el presente periodo es alcanzar al menos 30.000 personas en situación de analfabetismo.
Durante el acto de firma, el gobernador Martínez confirmó que la fase inicial de ejecución se dirigirá a 10.000 habitantes del departamento, con arranque previsto para el mes de julio.
La implementación territorial se hará de manera progresiva, comenzando por la subregión norte del Magdalena, con posterior despliegue en la zona centro y la subregión Río.
Las autoridades anunciaron que el proceso contará con acompañamiento técnico cubano y recursos logísticos dispuestos por la administración departamental.
El embajador Javier Caamaño manifestó que esta cooperación responde a la vocación de Cuba por apoyar programas sociales en países hermanos.
Señaló que la experiencia de su país en políticas de alfabetización puede ser útil para complementar las estrategias adoptadas por el Magdalena en los últimos años.
Indicó además que, desde la representación diplomática, se reconoce la estructura metodológica planteada en el programa departamental denominado ‘Yo sí cambio, todos alfabetizados’.
Por su parte, el gobernador Martínez agradeció el respaldo del gobierno cubano e hizo referencia a la continuidad de una línea política que, según él, se remonta a los programas impulsados durante la administración de Carlos Caicedo, iniciados en el año 2020.
En su intervención pública, el mandatario expresó que la validación internacional representa un incentivo para avanzar en procesos estructurales en el campo educativo y ratificó su compromiso con la reducción del analfabetismo como una de las metas sociales prioritarias de su gobierno.
El encuentro bilateral también sirvió para establecer canales de diálogo con miras a fomentar intercambios en otras áreas. En ese sentido, se planteó la intención de explorar posibilidades de cooperación comercial, particularmente en lo relacionado con productos agrícolas y sectores conexos a la economía campesina del Magdalena.
Las partes coincidieron en que este acercamiento podría abrir nuevas rutas de integración regional, con impacto en el desarrollo local y en el fortalecimiento de cadenas productivas.
Cuba: más de seis décadas de un régimen comunista marcado por el control estatal, la ideologización educativa y una profunda crisis económica
La República de Cuba atraviesa una de las etapas más críticas de su historia contemporánea. Bajo un régimen político que se instauró en 1959 tras el triunfo de la Revolución liderada por Fidel Castro, la isla ha permanecido bajo un sistema de gobierno de partido único, sin alternancia en el poder y con un modelo económico centralizado que, según diversos organismos internacionales y denuncias de la sociedad civil, ha conducido a altos niveles de pobreza, escasez de productos básicos y restricciones a las libertades individuales.
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La Revolución Cubana derrocó al entonces presidente Fulgencio Batista el 1 de enero de 1959. A partir de ese momento, Fidel Castro consolidó el poder con el apoyo del Movimiento 26 de Julio y transformó la estructura política de la isla.
En 1961, Cuba se declaró oficialmente un Estado socialista, alineado con la ideología marxista-leninista y con fuertes vínculos con la Unión Soviética. Ese mismo año, el gobierno nacionalizó empresas privadas, prohibió partidos políticos opositores y adoptó el modelo de economía planificada.
Desde entonces, el Partido Comunista de Cuba (PCC) es el único partido legalmente reconocido, y ejerce control sobre todas las instituciones del país.
La Constitución vigente, reformada en 2019, reafirma el carácter socialista del Estado y declara la irrevocabilidad del sistema político, económico y social instaurado tras la Revolución.
A lo largo de estas décadas, los cargos de máxima autoridad han sido ocupados por figuras del mismo bloque revolucionario: primero Fidel Castro, luego su hermano Raúl Castro, y desde 2018, Miguel Díaz-Canel, actual presidente del país y primer secretario del partido.
En el ámbito económico, el modelo cubano ha enfrentado serias dificultades desde la década de 1990, cuando la disolución de la Unión Soviética provocó la pérdida de su principal socio comercial y fuente de subsidios.
Este período, conocido como el "Período Especial", dejó al país en una profunda crisis que aún no se ha superado completamente.
A pesar de algunas reformas parciales para permitir el trabajo por cuenta propia y ciertos emprendimientos privados, la economía continúa dominada por el Estado. Los niveles de escasez afectan bienes básicos como alimentos, medicamentos, combustibles y productos de higiene.
Las condiciones sociales reflejan las consecuencias de este estancamiento económico. De acuerdo con organismos independientes y reportes de la diáspora cubana, gran parte de la población vive en condiciones de pobreza estructural.
La dolarización parcial de la economía ha creado desigualdades entre quienes reciben remesas desde el extranjero y quienes dependen exclusivamente del salario estatal, cuya capacidad adquisitiva es limitada. A esto se suma un mercado racionado que no cubre la totalidad de las necesidades básicas.
En cuanto al sistema educativo, desde la educación primaria hasta el nivel medio, el Estado promueve una formación ideológica basada en principios del socialismo cubano.
El contenido escolar incorpora enseñanzas sobre la historia de la Revolución, la figura de Fidel Castro, el marxismo, el internacionalismo proletario y el rechazo al modelo capitalista.
En las escuelas, se enseña a los estudiantes a identificarse con los valores del comunismo, a través de organizaciones como la Organización de Pioneros José Martí y la Unión de Jóvenes Comunistas, instancias que hacen parte del engranaje educativo desde edades tempranas.
La ideología se integra de forma transversal en asignaturas como Historia, Formación Política y Educación para la Ciudadanía.
Las críticas a este sistema no han cesado, tanto desde el interior del país como desde la comunidad internacional. Organizaciones defensoras de derechos humanos como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han documentado prácticas sistemáticas de represión a la disidencia, restricciones a la libertad de prensa y detenciones arbitrarias de activistas, periodistas independientes y manifestantes.
La respuesta gubernamental frente a las protestas, como las del 11 de julio de 2021, ha sido severamente cuestionada por su uso excesivo de la fuerza y la judicialización de ciudadanos que expresan inconformidad con las condiciones de vida en la isla.
El acceso a Internet ha abierto un nuevo escenario de movilización social, pero también ha generado reacciones por parte del régimen. Los bloqueos de plataformas, la vigilancia digital y los cortes del servicio durante momentos de agitación social han sido denunciados como mecanismos de control.
Al mismo tiempo, el gobierno sostiene que estas medidas responden a supuestas amenazas externas y a intentos de desestabilización promovidos por gobiernos extranjeros, especialmente Estados Unidos, país con el cual Cuba mantiene tensiones desde hace más de seis décadas.
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