Luego de 67 días de pandemia, 132.547 personas contagiadas y 16.523 muertes, los médicos italianos que parecen empezar a ganar el pulso al Covid-19, emitieron un documento con los siete errores, que a su juicio se cometieron en su país. Fallas que incidieron en una tragedia que cobró más de la mitad de las víctimas en la provincia de Lombardía, la región más poblada de Italia con alrededor de diez millones de habitantes y una de las 20 que conforman esa nación. Una realidad, que según los expertos, puede servir de ejemplo en el caso de Colombia, cuando apenas se acaba de cumplir un mes de detectado el primer caso de coronavirus.
Precisamente de esta región, conocida por ser la más próspera e industrializada desde la II Guerra Mundial, cuando luego de la derrota de las potencias del eje se convirtió en uno de los más importantes epicentros económicos de la nación, un título que se ha mantenido hasta la actualidad, al ser la localidad con mayor renta per capita.
Desde esta zona, una de las más afectadas de Italia y del mundo con más de 9.000 muertos por Covid-19, La Federazione Regionale degli Ordini dei Medici Chirurghi e deli Odontoiatri, (Federación Regional de Médicos Cirujanos y Odontólogos), Fromceo Lombardía, recientemente le comunicó al gobierno de su provincia, cuáles fueron los errores que se terminaron pagando con dolor, lágrimas, miedo y más de 9.000 féretros.
Tras un leve respiro de 48 horas en el que lograron reducir el número de contagios y de decesos, remitieron un comunicado a las autoridades regionales denominado “Nuova lettera indirizzata su vertici della sanità Lombardia” en el que enumeraron al menos siete errores del gobierno italiano de cara a la pandemia.
Aunque es un documento local, por la riqueza de su experiencia, se constituye en una comunicación valiosa para el mundo y sobre todo para Latinoamérica en donde el virus hasta ahora empieza su ascenso en la curva y ya ha confirmado 384.435 personas contagiadas y 11.270 decesos, según reporte oficial a mediodía de este siete de abril.
Cifras que en Colombia indican 1.579 contagios diagnosticados, 46 muertes y más dudas que certezas en cuanto al número de pruebas, su inmediatez, oportunidad, ausencia de reactivos y rotulación deficiente de las pruebas que se realizan en las regiones.
El documento inicia advirtiendo que la Federación, confirmada por médicos cirujanos y dentistas de la región de Lombardía se reunió el pasado 5 de abril para examinar la situación relacionada con la epidemia de Covid-19 que está en curso.
“Este no es el momento del análisis de responsabilidades, pero sí del reconocimiento de los errores ocurridos en la primera fase de la epidemia y que puede ser útil para las autoridades competentes para un ajuste del enfoque estratégico, esencial para enfrentar las fases siguientes y exigentes”, advirtieron los facultativos que asistieron a la reunión y suscribieron el documento.
Acto seguido, recordaron cómo, ante lo que señalaron cómo una excelente intervención sobre el fortalecimiento de las terapias intensivas y semiintensivas, “además en gran medida posible gracias al compromiso y sacrificios de los médicos y otros profesionales de la salud”, procedieron a enumerar los errores.
El primero de ellos fue, “la falta de datos sobre la propagación exacta de la epidemia”. Al respecto, advirtieron que esta falla fue significativa y se derivó de la realización de pruebas solo en pacientes hospitalizados, con síntomas graves, “y el diagnóstico de muerte atribuido sólo a los decesos intrahospitalarios”.
La Federación, ahondó sobre este primer error afirmando que los datos y las cifras siempre se centraron en evidenciar el “número de infectados” y “número de fallecidos” con una mortalidad calculada relativa a los pacientes hospitalizados.
“Mientras que el mundo se pregunta las razones de la alta mortalidad registrada en Italia, sin percatarse de que sólo se trata de la estructuración incorrecta de la recopilación de datos, que subestima enormemente el número de pacientes y discretamente el número de decesos” afirma la comunicación.
La segunda falla evidenciada por la Federación de Médicos Cirujanos y Odontologos de Lombardía, fue la “incertidumbre en torno al cierre de algunas áreas de riesgo”. Ello se remonta a la decisión de las autoridades de no aislar de inmediato las localidades afectadas con los primeros brotes en la provincia de Bérgamo.
De hecho, los primeros brotes del virus se registraron el 31 de enero en Italia. Dos ciudadanos chinos dieron positivos para Covid-19. Días después, un italiano repatriado desde Wuhan, China, fue hospitalizado y se convirtió en el tercer caso. El 21 de febrero el brote llegó hasta Lombardía con 16 casos confirmados, al día siguiente la cifra llegó a 60.
Sin embargo, Giuseppe Conte, el primer mandatario de Italia, extendió la cuarentena a toda Lombardía y a otras catorce provincias, solo hasta el ocho de marzo, confinando así a 14 millones de habitantes.
Para ese momento, el pais ya había realizado 60.761 pruebas. Pero el tiempo de transición que hubo entre el primer aislamiento y el resto del país generó la migración masiva entre regiones de pobladores que buscaron hacerle el quite al aislamiento, sin pensar que lo que hacían era trasladar el virus de una región a otra. Esta decisión derivó en enfrentamientos entre el primer ministro Conte y el gobernador Atilio Fontana. Discrepancias similares que en Colombia también se generaron entre el presidente Iván Duque y la alcaldesa de Bogotá, Claudia Lòpez.
Otro de los errores señalados por la agremiación de médicos italianos fue lo que denominaron, “el manejo confuso de los hogares de ancianos, lo que generó la propagación del virus y un saldo trágico en términos de vidas humanas: sólo en la región de Bérgamo, hubo 600 muertes de 6.000 habitantes, en apenas un mes”. En otras palabras, el 10% de la población de esa provincia, murió por el manejo inadecuado de la enfermedad en los ancianatos.
Justamente, el 19 de marzo, se registró una cifra récord en ese país de decesos. En 24 horas, 475 de los cuales 319 fueron en Lombardía. Al respecto, Mike Ryan, director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud, OMS, afirmó que esto se debió a la “asombrosa” cantidad de casos que se reportaron dentro del sistema de salud y al elevado número de adultos mayores de la población.
El cuarto error señalado por los facultativos, es una escena que se repite en casi todos los paises afectados y que en Colombia, se ha denunciado con insistencia, “la falta de elementos de protección adecuada para los médicos y personal sanitario”.
“Esto condujo a la muerte de numerosos colegas, un gran número contrajeran el virus, se enfermaran y de paso se convirtieran en un factor de propagación involuntaria del virus, especialmente en las primeras etapas de la epidemia”, señala el documento. Un punto trascendental, si se tiene en cuenta que cerca de 20.000 médicos, enfermeras y personal sanitario ha contraído la enfermedad, en el mundo. De estos 89 han muerto en Italia.
La quinta falencia enumerada por la agremiación de Lombardía, fue “la ausencia casi total de actividades de higiene pública”. Este punto no se refiere a la desinfección de lugares públicos, si no a la falta de identificación y aislamiento rápido de los contactos de las personas que dieron positivo al virus.
En este mismo punto cuestionaron la poca cantidad de test realizados. Sin embargo, a la fecha de elaboración del documento, Italia había realizado 775.445 test en 65 días. Estados Unidos, 2’011.915, España 355.000 y Alemania 918.460. Y esta es precisamente una de las preocupaciones de la comunidad médica en Colombia, en donde desde el primer caso se han realizado un poco más de 27.685.
El sexto punto que fue señalado como error y fue objeto de análisis fue “la no realización de test de Covid-19 a los trabajadores de la salud”, lo cual, según advirtieron, fue una de las causas además de la mala dotación de elementos de protección, que causó, “mayor riesgo de propagación de la infección”.
La Federación que calificó la situación que vivieron y aún padecen aunque con esperanza en Italia, como desastrosa, señaló “la falta de gobierno en el territorio”. Esto derivó en que todas las decisiones políticas que se adoptaron generaron una satisfacción y una demanda desbordada de camas hospitalarias y de Unidad de Cuidados Intensivos, UCI.
De no haber sido así, se plantearon, que el deber ser había sido tratar a los pacientes en los hospitales y no en la casa. “Deberían hacer sido hospitalizados para garantizar su seguridad y no haberlos retenido en las casas”.
Así mismo, aunque insistieron que más que un reproche era una reflexión de los errores aprendidos, señalaron que la tragedia en la que terminó su país tuvo como origen que “durante muchos años, la salud pública y la medicina se descuidaron y debilitaron”.
En perspectiva indican cómo debe ser la reanudación de la vida en Italia después de la cuarentena. No se trata de salir todos al tiempo, de nuevo y cómo si nada hubiera pasado.
Un análisis mèdico que concluye que para no volver a vivir esta tragedia, se deben realizar pruebas inmunologicas a todos los habitantes. Las pruebas tendrán el propósito de identificar quienes tienen el virus, pero no tienen síntomas y quienes desarrollaron anticuerpos.
Finalizan el pronunciamiento de los especialistas expresando que después de la cuarentena se debe continuar con las medidas de protección, uso de tapabocas, lavado de manos, gel antibacterial y ningún contacto físico. “Cualquier imprudencia podría conducir a un desastre peor”, puntualizaron.