Si el anuncio del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Álvaro García, se cumple, el país estaría a pocas horas de conocer el nombre del nuevo fiscal general de la Nación. Todo parece indicar que el elegido será Francisco Roberto Barbosa Delgado, quién estaría a cinco votos de ser designado en reemplazo de Néstor Humberto Martínez Neira, quien renunció el pasado 15 de mayo, tras conocerse la decisión de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, de reconocer a Seuxis Paucias Solarte, alias 'Jesús Santrich' la garantía de no extradición.
En medio de una de las crisis más grandes que ha enfrentado el gobierno por el paro nacional y cuando este avanzaba en su octavo día de marchas y concentraciones, el presidente Iván Duque anunció la terna para ocupar el cargo de Fiscal General de la Nación, luego de seis meses de interinidad tras la renuncia de Néstor Humberto Martínez quien dimitió en la mitad de su mandato. Luego de la renuncia de su jefe, María Paulina Riveros, la vicefiscal también dio un paso al costado y Fabio Espitia asumió las riendas del ente acusador.
Desde el primer momento, el presidente Duque, aupado por su círculo más cercano y por algunos altos funcionarios del Estado, demostró que no tenía afán por conformar una terna para elegir fiscal en propiedad. La designación de Espitia en encargo, había tranquilizado a muchos sectores, e incluso se inició un lobby para que el funcionario se mantuviera en el cargo hasta completar el periodo de Martínez Neira.
Una de las razones esbozadas es que el presidente no estaba dispuesto a conformar una terna hasta tanto la Corte Suprema de Justicia, no llenara sus propias vacantes que con el paso de la magistrada Margarita Cabello del alto tribunal al ministerio de Justicia se ampliaron a seis. Incluso, se llegó a afirmar que la elección de un Fiscal General solamente con 16 magistrados podría generar en el futuro demandas.
La postura del mandatario se mantuvo incólume. De hecho, pocos días antes de iniciarse el paro nacional advirtió públicamente, “mi espera ha sido respetuosa a la Corte, porque la Corte no ha llenado las vacantes de magistrados y he estado a la espera que la corte los pueda escoger”. Así lo afirmó el pasado 16 de noviembre.
Sin embargo, el paro nacional no solo generó cambios en la agenda del mandatario si no que lo llevó a cambiar de opinión en otros asuntos. Uno de ellas fue el anuncio de la terna en la primera semana de diciembre.
Clara María González, secretaria jurídica de la Presidencia, Francisco Barbosa, consejero para los Derechos Humanos y Camilo Gómez director de la Agencia de Defensa Jurídica del Estado, finalmente la integraron.
A nadie tomó por sorpresa los nombres. Desde que tomó posesión como secretaria Jurídica de Casa de Nariño se daba por descontado que Clara María González estaría en la terna. Un hecho que se corroboró con la elección de contralor general, pues cuando se rumoreo que aspiraría a regir los asuntos fiscales del país, otros candidatos como el actual contralor, Felipe Córdoba y José Félix Lafaurie estaban dispuestos a declinar su aspiración si ella se postulaba.
Pero el presidente Duque desalentó la intención de González advirtiendo que era un momento inadecuado pues el gobierno nacional hasta ahora se estaba organizando y él la necesitaba para los asuntos y decisiones más críticas en materia jurídica. Así las cosas desistió de su postulación bajo la promesa de que había parte de la terna de fiscal general. Claro está, para ese momento nadie advertía que pocos meses después y tempranamente Néstor Humberto Martínez dimitiría.
Con el transcurrir de los días, empezó a circular el rumor que la secretaria jurídica de Palacio ya no estaba interesada en hacer parte de la terna. Y empezó a tomar fuerza un nombre, ante el protagonismo que asumió en el ente acusador, el de Claudia Carrasquilla, la directora de Seguridad Ciudadana de la Fiscalía.
No obstante, hubo dos hechos que generaron descontento en el círculo más cercano del presidente Duque. El uso de su cuenta de Twitter por parte de Carrasquilla en contra del excontralor de Antioquia y el episodio de la captura de la hija de Aida Merlano.
Según conoció la Agencia de Periodismo Investigativo, API, el fiscal Espitia luego de valorar los hechos jurídicamente relevantes determinó que la captura de la joven no era procedente. Sin embargo, a pesar de su determinación, se enteró en la madrugada del pasado 4 de octubre que se había traslado un fiscal desde Medellín para realizar la imputación de la joven y el Odontólogo.
La actuación de la Fiscalía, calificada por penalistas y académicos como desproporcionada. No solo fue criticada por expertos si no por la propia juez de Control de Garantías que señaló la captura y la imputación como vergonzosa y contraria a derecho. Al interior de la entidad diversas fuentes señalaron a Claudia Carrasquilla como la responsable de lo sucedido. Esto, sumado al descontento de fiscales y sindicatos la dejaron por fuera de la terna.
En el entretanto se empezaba a evidenciar que el exfiscal general y exministro Alfonso Gómez Méndez era uno de los impulsores de la aspiración de Clara María González. A ello se sumó, el guiño en privado del procurador, Fernando Carrillo.
De otro lado tomaba fuerza el nombre de Francisco Barbosa Delgado, un abogado de 45 años, egresado de la Universidad Sergio Arboleda y especialista en Regulación y Gestión de Comunicaciones y nuevas tecnologías de la Universidad Externado de Colombia.
También cuenta con una maestría en Historia en la Universidad Javeriana y otra en Derecho Público de la Universidad Externado. Es Phd en Derecho Público de la Universidad de Nantes en Francia. Además de la formación académica, de su experiencia como docente, columnista de El Tiempo y Ámbito Jurídico, tiene el guiño del presidente Duque pues es su amigo personal.
Por su parte, el nombre de Camilo Gómez aunque sí tomó por sorpresa a muchos sectores, se interpretó como una recompensa a la defensa del gobierno de Iván Duque que hizo el expresidente Andrés Pastrana en los días más álgidos del paro nacional.
En este contexto, aseguró que el expresidente Juan Manuel Santos le quería dar un golpe de Estado, una postura radica que hizo viable la posibilidad de que uno de los hombres más cercanos y representativos del pastranismo fuera incluido en la terna.
Sin embargo, a pesar de los guiños que han recibido los tres aspirantes de diversos sectores, el balón está en la cancha de la Corte Suprema de Justicia quien ha demostrado inclinarse en su mayoría por Francisco Barbosa.
La Agencia de Periodismo Investigativo, luego de consultar fuentes tanto en los círculos cercanos de los ternados como de los magistrados y de algunos altos funcionarios que en los últimos días han encendido la maquinaria política, electoral y de lobby, se evidencia que Barbosa lleva la delantera.
Tanto él como algunos funcionarios que lo apoyan en esta causa, están concentrados en ganar el beneplácito de cinco magistrados, que le harían falta en su baraja.
Los votos definitivos a esta hora están en cabeza del magistrado Octavio Augusto Tejeiro Duque, elegido el 12 de octubre de 2017 como magistrado de la Sala de Casación Civil en remplazo del exmagistrado Fernando Giraldo Gutiérrez.
Al ser toda su vida juez de carrera, presidente del Tribunal Superior de Villavicencio y tener en su haber una carrera judicial de más de treinta años, no lo ubica en ninguna de las corrientes que dominan el alto tribunal desde hace años. Es decir, la denominada de los paisas de la corte frente a otro sector conformado mayoritariamente por miembros de las salas Civil y Laboral.
El otro voto por el que ha trabajado a toda marcha la candidatura de Barbosa es el del presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, Eyder Patiño. Un jurista en problemas porque cuatro meses después de asumir la presidencia a comienzos del año, se vio envuelto en uno de los mayores escándalos judiciales de la historia reciente, “El Cartel de la Toga” luego de que la Comisión de Acusaciones de la Cámara le compulsara copias.
Oriundo de campo alegre, Huila, fue elegido magistrado del alto tribunal en el año 2013. Es abogado de la Universidad Libre y tras graduarse logró una beca para realizar una maestría en derecho penal y económico de la Universidad de Friburgo. También es doctor de la Universidad de Giessen.
Su postura no está muy clara, a partir del capítulo entre el gobierno nacional y las altas cortes, cuando tras el episodio judicial que envolvió a alias Jesús Santrich, magistrados denunciaron que les estaban retirando la visa americana, como método de presión y ante el silencio del gobierno de Iván Duque. Por este hecho, estaría más inclinado por votar a favor de Francisco Barbosa que de Clara María González.
Otro de los guiños que busca el grupo de Barbosa es el de la magistrada Clara Cecilia Dueñas Quevedo, integrante de la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia, de la cual fue su presidente en el año 2015.
Es bogotana, abogada de la Universidad Libre y especialista en Derecho Empresarial de la Universidad Libre. Antes de llegar a la Rama Judicial como magistrada auxiliar de la Sala de Casación Laboral, litigó en las áreas de derecho laboral privado y administrativo.
Finalmente, los dos votos que aspira Francisco Barbosa para ser elegido este miércoles como Fiscal General, son los de los magistrados Luis Armando Tolosa Villabona, abogado y filósofo especializado en derecho privado económico, comercial, penal y público quien se desempeña desde el año 2013 como magistrado de la Sala de Casación Civil y José Francisco Acuña, abogado de la Universidad Nacional de Colombia, Doctor en Derecho de la Universidad de Sapienza Roma, quien integra la Sala Penal del alto tribunal.
De lograr el beneplácito de estos cinco magistrados, Francisco Barbosa será el sucesor de Néstor Humberto Martínez. Pues ya se da por descontado que cuenta con los votos del denominado bloque de los paisas, y de los magistrados Patricia Cuellar Salazar, Luis Hernández y Eugenio Fernández.
Ahora la expectativa se centra en si el presidende del alto tribunal, el magistrado Álvaro García, cumplirá con su declaración pública de elegir este miércoles fiscal general y si en las pocas salas plenas que quedan se eligen los reemplazos de seis magistrados, una designación que comenzó hace un año. De lo contrario, tanto la eleccion de fiscal y de los nuevos magistrados definitivamente se enredará.