Ocho años después del fallecimiento del industrial Ramón Hernando Roa Villamil, propietario de Arroz Roa, sus herederas afrontan un litigio sin solución por los bienes de su padre. Se trata de cinco hermanas, tres de su primer matrimonio y dos de sus segundas nupcias que disputan la sucesión estimada en $35.000 millones.
A mediados de esta semana, en un juzgado de familia, y luego de varios años de diferencias, se encontraron las cinco hermanas. El argumento central del litigio es que las dos hermanas del segundo matrimonio habrían ocultado millonarios bienes a su tres hermanas.
En la audiencia, que se retrasó durante más de dos horas por falta de documentos de identidad las demandadas, fueron interrogadas varias de las hermanas Roa. Los intervinientes en el proceso buscaban establecer, entre otros aspectos, como se hizo la repartición inicial de los bienes y cual ha sido la evolución financiera de las herederas en el último tiempo.
No obstante, en los interrogatorios hubo diferencias entre el juez del caso y una de las partes en razón a varios cuestionamientos que se hicieron a varias de las hermanas Roa en cuanto a los movimientos de algunas de las sociedades registradas en la Cámara de Comercio. Frente al tema, uno de los asistentes a la audiencia señaló, “causó sorpresa que se interrogaban a las partes y el juez que tiene que hacer un interrogatorio exhaustivo no hizo una sola pregunta, es más rechazó varias preguntas que se le formularon a las hermanas Roa”.
Todo comenzó, el 21 de diciembre de 2011 cuando falleció en Bogotá el empresario Ramón Hernando Roa Villamil. Su muerte causó conmoción porque con más de 40 años de arduo trabajo consolidó un emporio empresarial. Su producto estrella, Arroz Roa, se volvió referente no sólo por su calidad, sino por una ingeniosa campaña publicitaria con el eslogan “Roa, el señor arroz de las señoras”.
Y fueron justamente cuatro señoras las que tuvo el empresario Roa, cuyas hijas enfrentan un millonario pleito por una supuesta liquidación inadecuada de la herencia, estimada en $35.000 millones. Un litigio con señalamientos que van desde presunto ocultamiento de bienes hasta una especie de insolvencia ficticia de empresas.
El eje de la disputa contractual surgió de las actuaciones de dos hijas del matrimonio católico que el empresario Roa celebró el 3 de diciembre de 1985 en Neiva con Carmen Lucía Rojas Bustos. De esta unión nacieron María Lorena Roa Rojas y su hermana Mayra Alejandra.
Esta última, una esbelta mujer quien en 2009 representó al departamento de Huila en el Reinado Nacional de la Belleza en Cartagena. Una participación que generó polémica, porque con recursos de su padre inundó de publicidad las calles de La Heroica, al punto que la llamaron “la sultana del arroz”. Hoy, María Alejandra es una destacada emprendedora.
Pero al tiempo que Roa consolidaba sus negocios, también nacían hijos extramatrimoniales. De esta manera aparecieron otras tres hijas. Luz Astrid Roa Pulido, Lina María Roa Rodríguez y Martha Rocío Roa Torres. No obstante, el matrimonio del empresario no funcionó y el 13 de noviembre de 2010 liquidó su sociedad conyugal con su esposa Carmen Lucia Rojas Bustos.
Sin embargo, 13 meses después de esa liquidación falleció el empresario Roa, entonces empezaron los líos económicos entre sus cinco herederas. De esta forma, el 27 de mayo de 2013 se oficializó la escritura mediante la cual se hizo la liquidación, partición y adjudicación de los bienes de la sucesión de Roa, tasada en $5.642 millones.
De esta manera cada una de las cinco herederas recibió $1.128 millones, una cifra representada en dinero en efectivo, CDT, aportes en sociedades, portafolio de acciones, cuentas por cobrar, vehículos, inmuebles, lotes y derechos en un reconocido club social de Neiva.
Expedido este documento comenzaron las dudas. En otras palabras, las tres hijas extramatrimoniales a través de sus abogados empezaron a sospechar que las hermanas María Lorena y Mayra Roa Rojas ocultaron bienes que no formaron parte de la masa sucesorial, planteamiento que de plano descartan las cuestionadas con su defensa judicial.
En concreto, se señala por parte de los abogados de las hijas extramatrimoniales que no fueron incluidas dentro de la liquidación del acervo hereditario derechos en una cartera colectiva de la sociedad Alianza Valores, superiores a los mil millones de pesos. Por esta razón se solicitó en ese momento una inspección judicial a esa compañía financiera. Una diligencia ante el Juzgado Civil 46 que dejó conclusiones inquietantes.También se evidenció que un día antes del fallecimiento del empresario Roa sus hijas y esposa solicitaron la liquidación del portafolio y el traslado a otra empresa. De igual forma, quedó consignado en una demanda y en comunicación a la Procuraduría Delegada para Asuntos de Familia, que la reina Mayra Alejandra Roa, su hermana María Lorena y su madre utilizaron las empresas Inversiones Fuel e Inversiones Seed para manejar negocios por más de $30.000 millones. Por eso de nuevo se solicitó una inspección judicial ante el Juzgado 14 Civil de Bogotá.
La diligencia entonces arrojó, entre otros resultados, que para el año 2013 la Sociedad Inversiones Fuel tenía un activo de $28.663 millones, pero se liquidó dos años después con tan sólo $1.887 millones. Esto mismo sucedió con la Sociedad Inversiones Fuel, que tenía activos por $3.027 millones, pero también fue liquidada con activos de $10 millones.
De forma paralela también se evidenció la inscripción en el registro mercantil en la Cámara de Comercio de Bogotá de la sociedad Panal Centro de Emprendimiento. Según el abogado Carlos Sánchez, en esa empresa funge como representante legal Lina María Burbano Rojas, “quien para mis clientes es reconocida como la administradora de los negocios de las hermanas Roa Rojas.
Luego de los hallazgos de la justicia, las tres hijas extramatrimoniales del empresario Roa solicitaron una conciliación ante la Procuraduría, una diligencia se a la que no asistieron las hermanas Roa Rojas. Un litigio que siguió adelante porque después las tres hijas extramatrimoniales de Roa demandaron el asunto ante un juzgado de familia.
“Las señoras Mayra Alejandra Roa y María Lorena Roa, en virtud de sus múltiples acciones, ocultaron bienes de la masa sucesoral de su finado padre, deben ser tenidas como poseedoras de mala fe y están en la obligación de restituir la totalidad de los bienes de la sucesión que actualmente poseen y se encuentran explotando con todos sus frutos”, señala la demanda en uno de sus apartes.
En contraste, la posición en el proceso de Eduardo González Davila, quien representa a las hermanas Mayra Alejandra y Maria Lorena Roa, quien realizó todos los trámites pertinentes del proceso de partición de la sucesión que se protocolizó en la Notaría 48 de Bogotá, es que los bienes objeto del debate sucesorial no estaban en el patrimonio del fallecido empresario Ramón Hernando Roa Villamil y por eso no fueron incluidos en la partición de la sucesión.
El proceso continúa y está para fallo antes de finalizar el año. Se debe definir si se incorpora una nueva prueba clave en el caso. Después vendrá una nueva audiencia, alegatos de las partes y sentencia. Luego de más de medio siglo de construir el emporio de Ramón Hernando Roa Villamil, sus cinco hijas no paran en la disputa por sus bienes.