Tercer parte médico sobre salud de Miguel Uribe: “máxima gravedad”, análisis de los especialistas

La Fundación Santa Fe de Bogotá emitió en la mañana de este lunes un tercer comunicado oficial sobre el estado de salud del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien fue víctima de un atentado sicarial el pasado sábado 7 de junio durante un mitin político en el barrio Modelia de la capital del país.

En el nuevo parte, fechado a las 6:35 a. m. del lunes 9 de junio, se informa que el paciente continúa en estado crítico, con una escasa respuesta a las intervenciones y manejos médicos realizados hasta el momento, pese a que ha recibido atención especializada de forma inmediata desde su ingreso a urgencias.

“Su situación reviste la máxima gravedad. Por lo tanto, el pronóstico continúa siendo de carácter reservado”, señala el documento firmado por el doctor Adolfo Llinás Volpe, director médico de la institución.

Evolución clínica desde el ingreso

Desde la noche del 7 de junio, cuando Miguel Uribe fue trasladado en estado crítico a la Fundación Santa Fe tras recibir dos disparos —uno en el cráneo y otro en el muslo izquierdo—, la institución ha emitido tres comunicados:

En el primero, divulgado el sábado a las 9:55 p. m., se informó que Uribe había ingresado a urgencias en estado crítico y estaba siendo atendido por múltiples especialidades.

El segundo comunicado, fechado el domingo 8 de junio a las 9:20 a. m., confirmó que el paciente fue llevado a cirugía de manera inmediata, tanto por la lesión neuroquirúrgica como por la herida en el muslo.

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Posteriormente fue ingresado a unidad de cuidados intensivos (UCI), con un estado descrito como de “máxima gravedad” y pronóstico reservado.
El tercero, publicado este lunes, mantiene el diagnóstico de estado crítico y advierte que no ha habido una evolución significativa a pesar de las intervenciones quirúrgicas y médicas implementadas.

¿Qué significa una “escasa respuesta” médica?

En términos clínicos, la escasa respuesta a las intervenciones implica que el paciente no ha mostrado mejoría neurológica ni hemodinámica sustancial, ni señales objetivas de recuperación frente a los tratamientos instaurados.

Según médicos consultados sobre el tema, diferentes a los tratantes, en contextos de trauma cerebral penetrante, como el sufrido por Uribe Turbay, este escenario puede asociarse a:

• Persistencia del edema cerebral o de la presión intracraneana.
• Hemorragias secundarias o daño irreversible en estructuras cerebrales vitales.
• Dificultades para estabilizar funciones respiratorias o cardíacas.
• Complicaciones infecciosas o sistémicas posquirúrgicas.

La reserva del pronóstico obedece a la imposibilidad, por ahora, de predecir si el paciente podrá superar la etapa crítica, o si presentará deterioro neurológico severo, estado vegetativo o fallecimiento.

El arma utilizada: una Glock 9 mm

Según información confirmada por investigadores del caso, el arma incautada tras el atentado fue una pistola semiautomática tipo Glock, calibre 9x19 mm, de fabricación austríaca.

Este tipo de arma es de uso común por fuerzas militares y policiales en decenas de países, pero también se encuentra en circulación ilegal en América Latina, especialmente en redes de microtráfico y sicariato.

La Glock es reconocida por su alta letalidad, capacidad de fuego rápida, bajo retroceso y precisión en distancias cortas. Su alcance efectivo entre 40 y 50 metros y su desempeño óptimo a menos de 10 metros coinciden con los detalles del atentado: el disparo a la cabeza fue efectuado a menos de un metro de distancia, lo que incrementa exponencialmente el potencial destructivo del proyectil en estructuras óseas y cerebrales.

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