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INS advierte sobre aumento de intoxicaciones por fósforo blanco en menores de edad
El Instituto Nacional de Salud emite un llamado de alerta tras reportar casos de menores intoxicados por manipulación de pólvora, incluyendo un fallecimiento.
El Instituto Nacional de Salud (INS) ha encendido las alarmas tras el reporte de dos casos de menores de edad intoxicados por el fósforo blanco presente en la pólvora, una de las cuales resultó en el fallecimiento de un niño debido a las graves consecuencias que esta sustancia puede generar en el cuerpo humano.
Franklyn Prieto, director de vigilancia en salud pública del INS, expresó su preocupación ante el aumento de casos, especialmente en niños, durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. “Desde el INS estamos teniendo una gran preocupación, ya que están aumentando el número de quemados, pero en especial niños menores de 18 años. Hacemos un llamado a que protejamos a los niños y los mantengamos lejos de la pólvora, esto incluye los residuos de la pólvora ya usada, ya que ellos los manipulan y quedan en las manos, llevan las manos a su boca y esto conlleva a una intoxicación”, afirmó.
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El INS detalló que el primer caso corresponde a un menor de dos años en Barranquilla, quien se encuentra en proceso de recuperación tras haber sido atendido en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Por su parte, el segundo caso ocurrió en Santander y corresponde a un niño de seis años que lamentablemente falleció debido a la gravedad de los daños ocasionados por la intoxicación.
Prieto también enfatizó la importancia de que los padres de familia supervisen de cerca el comportamiento de los menores, recordando que “los niños sienten curiosidad por probar a qué sabe la pólvora”. Esta curiosidad, según el director, se ve incentivada por el sabor dulzón del fósforo blanco, lo que lleva a los niños a consumirla accidentalmente, resultando en severos daños a su salud.
Advirtió también que los residuos de la pólvora, como los provenientes de los volcanes y totes, representan un peligro latente. “Dentro de esta manipulación es crucial alejar a los niños de los residuos. Muchas veces nos quedamos confiados y los niños empiezan a jugar con ellos; esos residuos se impregnan en las manos y, sin darse cuenta, los llevan a su boca, lo que puede desencadenar una intoxicación grave”, puntualizó.
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