Gobernadores rechazan escalada de violencia y exigen fortalecimiento de la Fuerza Pública

Ante la creciente ola de violencia que golpea a diversos territorios del país en lo corrido de junio, los gobernadores expresaron su enérgico rechazo y pidieron al Gobierno nacional reforzar de manera urgente las capacidades de las Fuerzas Militares y de Policía. En solo 10 días, Colombia ha sido escenario de más de 30 eventos violentos, muchos de ellos con saldos mortales y afectaciones graves a la población civil y a la Fuerza Pública.

Los mandatarios departamentales, reunidos a través de la Federación Nacional de Departamentos (FND), señalaron que el país enfrenta una amenaza híbrida, caracterizada por acciones premeditadas e irracionales de grupos insurgentes, estructuras del crimen organizado y organizaciones terroristas. 

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Frente a este panorama, exigieron apoyo contundente para las autoridades en materia de recursos, herramientas técnicas y operativas, con el fin de garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, sin distinción de su rol en la sociedad.

“No puede ser nuestro futuro el pasado. El país no puede volver a los años oscuros en los que las armas silenciaban la democracia y aterrorizaban la cotidianidad de los ciudadanos”, afirmó Erasmo Zuleta Bechara, presidente de la FND y gobernador de Córdoba. La declaración se da tras una cadena de ataques registrados en zonas urbanas y rurales, muchos de los cuales han sido atribuidos al Eln, disidencias de las Farc y otros grupos armados ilegales.

Desde la FND también se rechazó el atentado perpetrado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay en Bogotá, hecho que fue calificado como un ataque directo a la democracia. 

Asimismo, enviaron un mensaje de solidaridad a las víctimas civiles y miembros de la Fuerza Pública que han resultado heridos o fallecido en el cumplimiento de su deber durante los recientes ataques.

El informe de la FND detalla los hechos más graves registrados entre el 1 y el 10 de junio, incluyendo ataques con explosivos, asesinatos selectivos, hostigamientos a estaciones de Policía, confinamientos de comunidades enteras y secuestros. Las zonas más afectadas han sido los departamentos de Antioquia, Cauca, Chocó, Valle del Cauca, Nariño y Guaviare.

Solo el 10 de junio se reportaron más de 15 acciones violentas en el suroccidente del país, especialmente en Cauca y Valle, incluyendo explosiones de vehículos, ataques con granadas y drones, así como artefactos explosivos desactivados en vías estratégicas. 

La capital del Valle del Cauca también fue blanco de varios ataques, entre ellos una motocicleta bomba en el barrio Manuela Beltrán de Cali, dejando al menos dos heridos.

Los gobernadores hicieron un llamado urgente para que el Gobierno nacional atienda con prioridad esta situación y articule acciones efectivas con las autoridades territoriales. Advirtieron que permitir la normalización de la violencia solo pondría en riesgo las instituciones democráticas del país. 

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