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Vía al Llano: plan escalonado para reabrir el corredor antiguo el 15 de septiembre

El objetivo es habilitar gradualmente el paso a vehículos particulares, de carga y al transporte de pasajeros.

Vía al llano septiembre 25
Por Agencia Periodismo Investigativo | Sáb, 13/09/2025 - 10:13 Créditos: Vía al llano. Tomada de X: @CoviandinaSAS

Las autoridades definieron un esquema por etapas para restablecer el tránsito en la vía antigua Bogotá–Villavicencio como medida de contingencia frente al derrumbe que mantiene cerrado el corredor principal desde hace cerca de una semana.

El objetivo es habilitar gradualmente el paso a vehículos particulares, de carga y al transporte de pasajeros, mientras se mantiene la suspensión de obras en el tramo afectado hasta contar con estudios de riesgo en Chipaque, Cundinamarca.

De acuerdo con la programación oficial, el lunes 15 de septiembre iniciaría la operación del corredor antiguo. La estrategia plantea una secuencia de tres fases con prioridades y restricciones temporales.

La primera, denominada fase 0, estará dirigida a evacuar los represamientos existentes. En sentido Villavicencio–Bogotá se dará salida a los automotores detenidos en el sector de Abasticos; en sentido Bogotá–Villavicencio, a los ubicados en El Uval.

También se habilitará el tránsito de los vehículos acumulados en el Anillo Vial de Villavicencio, junto con los que se encuentren entre los kilómetros 25 y 86.

Esta etapa se concibe como un proceso de normalización inicial de los flujos retenidos y busca despejar los cuellos de botella formados por el cierre del corredor principal.

Concluida la fase 0, comenzará la fase 1, orientada a permitir el paso del transporte público de pasajeros y del resto de la carga pesada que tenga origen en Bogotá o en Villavicencio.

La implementación se realizaría uno o dos días después del inicio del plan, con una ventana estimada entre el martes y el miércoles.

El énfasis estará en garantizar que los buses intermunicipales y los camiones puedan retomar operaciones bajo control de tiempos de circulación y acompañamiento operativo, atendiendo la presión logística que se acumuló durante la semana de cierre.

La fase 2 contempla la apertura al conjunto de vehículos, incluidos los particulares, condicionada a los tiempos de paso en cada sentido por el sector de la variante.

La programación dependerá del comportamiento observado durante los días previos y podría activarse uno o dos días después del comienzo de la fase 1, es decir, entre el jueves y el viernes.

Esta etapa pretende estabilizar la operación con ciclos de tránsito definidos y con monitoreo técnico permanente para ajustar frecuencias y ventanas de circulación.

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El concesionario Coviandina informó que el plan de obras debió modificarse para ejecutar un volumen mayor de saneamientos y reemplazos de material, e instalar pavimento en la totalidad de la variante de 680 metros.

Según el pronunciamiento, estas intervenciones buscan permitir el tránsito de todo tipo de vehículos, incluidos los de carga pesada hasta 52 toneladas más tolerancia.

La medida técnica se integra al esquema de reapertura escalonada con el fin de asegurar condiciones mínimas de seguridad y capacidad en el desvío habilitado mientras se mantiene el cierre del tramo principal.

El cierre de la vía al Llano ha generado impactos económicos y logísticos. Se reporta incremento en los precios de alimentos por mayores costos de abastecimiento, pérdidas para transportadores por la inmovilización de flotas y alzas en tarifas de tiquetes aéreos y terrestres entre Bogotá y los Llanos Orientales.

El restablecimiento parcial mediante el corredor antiguo busca atenuar estos efectos, aunque la normalización completa dependerá de las decisiones sobre intervención del derrumbe principal y de la evolución de las condiciones geotécnicas.

Por ahora no existe una fecha de reapertura del corredor principal ni de reinicio de las obras suspendidas en ese tramo.

Las autoridades condicionaron cualquier intervención a los resultados de un estudio que determine los riesgos de actuación en el deslizamiento ubicado en jurisdicción de Chipaque.

Hasta que no se cuente con ese insumo técnico, se mantendrán las acciones de manejo del tráfico por la vía antigua y la operación con fases y restricciones temporales.

El plan anunciado combina control de flujos, priorización del transporte público y de carga, y adecuaciones puntuales en la variante para sostener el tránsito mientras se realiza la evaluación de riesgos.

Las autoridades sostienen que los tiempos de paso en cada sentido se ajustarán con base en la experiencia de los días anteriores a cada fase, con el fin de administrar la demanda vehicular y reducir los represamientos en puntos críticos.

La coordinación operativa entre los actores involucrados —concesionario, autoridades de tránsito y equipos de emergencia— será determinante para mantener la continuidad del servicio y prevenir incidentes durante el proceso de reapertura.

En síntesis, el lunes 15 de septiembre se activaría la fase 0 para evacuar vehículos represados; entre martes y miércoles se proyecta la fase 1 para transporte de pasajeros y carga pesada; y entre jueves y viernes la fase 2 para la totalidad del parque automotor, sujeta a tiempos de paso.

Paralelamente, las obras en el corredor principal siguen en pausa hasta que el estudio de riesgos en Chipaque defina la viabilidad de las intervenciones necesarias para una reapertura definitiva.

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