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Ola de reacciones: se desata tormenta política con propuesta de Asamblea Constituyente
La oposición señala al presidente de buscar perpetuarse en el poder, mientras el Gobierno defiende el proceso como una vía para “superar el bloqueo institucional”.

El Gobierno de Gustavo Petro presentó este jueves el borrador de ley para convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, una iniciativa que, según el Ejecutivo, busca “refundar el Estado” y superar el “bloqueo institucional” que ha impedido avanzar en reformas sociales clave. El anuncio fue realizado desde Shanghái, China, por el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, quien explicó que la Constitución de 1991 “ya no responde a las necesidades del siglo XXI”.
El documento propone una Asamblea conformada por 71 delegatarios elegidos por voto popular, con paridad de género y representación de comunidades indígenas, afrodescendientes, campesinas, víctimas del conflicto, jóvenes y población LGBTIQ+. La instancia tendría un plazo de tres meses para redactar una nueva carta magna, con la facultad de reformar la totalidad del texto constitucional, aunque sin revocar al Congreso.
Montealegre insistió en que el proceso sería participativo y abierto: “Queremos que el pueblo decida su destino a través del diálogo y la deliberación democrática”. Petro, por su parte, llamó a la ciudadanía a sumarse a la recolección de firmas para respaldar el proceso, asegurando que “la nueva Constitución será la expresión directa del poder popular”.
Sin embargo, la propuesta encendió las alarmas en la oposición. La precandidata presidencial Vicky Dávila calificó la iniciativa como “una amenaza contra la democracia” y advirtió que Petro busca perpetuarse en el poder “en medio de una tormenta política”.
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La senadora Paloma Valencia anunció que promoverá una moción de censura contra Montealegre, argumentando que “este gobierno no ha sido capaz de construir consensos para aprobar reformas básicas y ahora pretende reescribir toda la Constitución”.
Desde el Centro Democrático, María Fernanda Cabal fue aún más tajante: “Petro, acorralado por los escándalos, quiere engañar al país con una Constituyente. No hay que cambiar la Constitución, hay que cambiar al presidente”, escribió en su cuenta de X.
El expresidente Andrés Pastrana también se sumó a las críticas, calificando el proyecto como “inconstitucional, innecesario y peligroso”. “Petro le debe al país explicaciones sobre sus relaciones con el régimen de Maduro, no una Constituyente que busca distraer a la opinión pública”, dijo.
Por su parte, el exministro José Manuel Restrepo advirtió que la iniciativa “copia el modelo venezolano”, con cupos por sectores que “distorsionan la democracia representativa”. Según él, “más que una reforma, es una estrategia política para dividir al país y mantener viva la confrontación”.
El concejal de Bogotá Daniel Briceño calificó el proyecto como “una jugada para perpetuarse en el poder”, mientras el representante Julio César Triana aseguró que “la Constituyente es una farsa sin posibilidad real de concreción, lanzada por cálculo político”.
Entre los partidos, La U, Cambio Radical y el Partido Conservador rechazaron la propuesta, alertando sobre los efectos que podría tener sobre la estabilidad económica y la confianza inversionista. “Es una iniciativa que solo genera incertidumbre y frena la productividad”, señaló el comunicado conservador.
El presidente del Congreso, Lidio García, pidió prudencia y estabilidad en un año preelectoral: “No es tiempo de improvisaciones ni de abrir debates que aumenten la desconfianza”.
El proyecto de Constituyente, que el Gobierno busca radicar antes de finalizar el año, abre así un nuevo capítulo de confrontación política en Colombia. Mientras Petro lo presenta como un camino hacia una “democracia más participativa”, sus críticos lo ven como una amenaza directa al equilibrio de poderes y al orden constitucional vigente.
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