Irán promete represalias tras mortales ataques israelíes en Teherán

El gobierno iraní anunció este viernes que responderá con firmeza a los recientes bombardeos ejecutados por Israel contra instalaciones nucleares y militares en Teherán y otras regiones del país. La ofensiva, que fue calificada por Irán como una “declaración de guerra”, dejó al menos 95 heridos, provocó la muerte de seis científicos nucleares y cobró la vida de Hosein Salami, jefe de los Guardianes de la Revolución, y del jefe del Estado Mayor, Mohamad Bagheri.

La administración del presidente Masoud Pezeshkian declaró que adoptará medidas defensivas, políticas y legales para hacer que “el ilegítimo Israel se arrepienta” de sus acciones. El Estado Mayor del ejército iraní advirtió que “no habrá límites” en su respuesta, señalando que el régimen israelí ha cruzado “todas las líneas rojas”. Las tensiones escalan en medio del estancamiento de las conversaciones nucleares entre Teherán y Washington, cuya próxima ronda estaba prevista para el domingo.

La operación israelí habría involucrado cerca de 200 aeronaves y tuvo como blanco alrededor de 100 objetivos en todo el territorio iraní, según confirmó el ejército de ese país. Las autoridades de Teherán denunciaron que la agresión también alcanzó zonas residenciales como el barrio de Nobonyad, donde aún se observaban incendios tras los bombardeos.

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En respuesta al ataque, miles de ciudadanos salieron a las calles del centro de Teherán, en un ambiente marcado por la indignación. Entre banderas iraníes y retratos del líder supremo Ali Jamenei, se escucharon consignas como “¡Muerte a Israel!” y “¡Muerte a Estados Unidos!”. Manifestaciones similares fueron reportadas en otras ciudades, mientras continúan los llamados a la unidad nacional frente a lo que el gobierno califica como una agresión patrocinada por potencias occidentales.

El ataque ocurre en un momento delicado para la diplomacia internacional, ya que Irán insiste en que su programa nuclear tiene fines energéticos y no militares. Sin embargo, Israel y otras naciones occidentales acusan a Teherán de buscar desarrollar armamento nuclear, una sospecha que agrava un conflicto histórico que se intensifica con cada nuevo episodio de violencia.

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