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Felipe VI rey de España acompaña y escucha a victimas de tormenta Dana en Valencia

Cuestionan que mientras estuvo con los damnificados presidente Pedro Sánchez hizo lo contrario.

Felipe VI rey de España valencia
Por Agencia Periodismo Investigativo | Mar, 05/11/2024 - 09:44 Créditos: www.europafm.com

Este fin de semana, Felipe VI se enfrentó al malestar de la población en Valencia tras las devastadoras inundaciones que han afectado al país. Mientras visitaba Paiporta, localidad en la que el desastre ha dejado más de 60 fallecidos y que es parte de una tragedia que se extiende por España con más de 200 víctimas, el monarca y otros funcionarios fueron recibidos con muestras de enojo.

La multitud, algunos aún con las palas que utilizan para remover el lodo de sus hogares, lanzó barro contra el rey y sus acompañantes, en un acto de protesta que evidenciaba el descontento general hacia el manejo estatal de la emergencia.

Felipe VI, quien llevaba una chaqueta oscura manchada por las bolas de barro, mantuvo la calma y optó por acercarse a los presentes. Al intentar dialogar con los residentes, fue recibido con gritos de rechazo, entre ellos acusaciones de "¡Fuera!" y "¡Asesinos!".

La reina Letizia también permaneció en el lugar, con sus manos cubiertas de lodo, y mostró disposición para escuchar las quejas de los afectados. Este acto de presencia del rey, que prefirió no retirarse a pesar del malestar de la multitud, ha sido considerado un posible punto de inflexión para su reinado.

La imagen del rey cubierto de lodo podría transformarse en un símbolo de esta tragedia y de la respuesta de la monarquía ante una crisis nacional.

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Montserrat Nebrera, profesora de derecho constitucional, destacó la singularidad del suceso, señalando que es la primera vez que un monarca enfrenta una reacción pública tan intensa. Para Nebrera, Felipe VI actuó como un verdadero hombre de Estado, enfrentando directamente el enojo popular en lugar de huir.

Este acto ha suscitado opiniones diversas. Aunque algunos sectores monárquicos consideran que Felipe actuó con dignidad, otros, incluyendo críticos de la monarquía, interpretan su accionar como un intento de mostrar proximidad con la población.

Oriol Bartomeus, profesor de ciencias políticas, afirmó que Felipe VI no intentó consolar a la gente con gestos de empatía superficial, sino que asumió la representación del Estado, lo que podría interpretarse como una forma de cargar con la responsabilidad institucional en medio de la crisis.

El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, quien también se encontraba en el lugar, fue evacuado rápidamente por su equipo de seguridad cuando comenzaron las agresiones, y uno de los guardaespaldas de la reina resultó herido. La violencia de la protesta ha llevado a un juez a abrir una investigación preliminar por posible agresión.

Al finalizar el día, Felipe VI se unió a una reunión con autoridades de emergencia en Valencia, donde pidió apoyo para los afectados y prometió que el Estado atendería sus necesidades.

Sin embargo, esta postura del monarca, quien tradicionalmente desempeña un rol ceremonial, ha despertado interrogantes sobre los límites de su influencia en cuestiones de gestión gubernamental.

Nebrera advirtió que la implicación del rey en asuntos administrativos podría confundir al público respecto al papel de la corona, exponiéndolo a responsabilidades que no le corresponden.

Este episodio de contacto directo con el malestar social marca un momento clave en el reinado de Felipe VI, quien ha intentado alejarse de los escándalos que afectaron a su padre, Juan Carlos I, y construir una imagen de monarquía austera y cercana al pueblo.

Sin embargo, las expectativas generadas por su intervención en la crisis podrían repercutir en la percepción de su papel en futuros desafíos para el Estado español.
 

 

 

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